El financiero italiano Cragnotti, detenido por la quiebra de Cirio
El caso que afecta al ex propietario del Lazio es similar al que estalló en el grupo Parmalat
El financiero Sergio Cragnotti y gran parte de su familia fueron detenidos ayer por la policía italiana, casi año y medio después de que la Fiscalía de Roma empezara a investigar la quiebra fraudulenta del grupo alimentario Cirio, que dejó un agujero cercano a los 1.300 millones. El juez ordenó la detención por considerar que Cragnotti revestía "gran peligrosidad" mientras permaneciera libre, ya que, en opinión del magistrado, podía destruir pruebas sobre su actuación al frente del grupo Cirio o emprender la fuga.
Cirio fue un Parmalat a escala relativamente reducida: tenía un agujero cercano a los 1.300 millones de euros. Por lo demás, ambos casos resultan casi idénticos: un contable al frente de un grupo alimentario con fuerte presencia en el sector lácteo crea un formidable entramado financiero, emite grandes cantidades de deuda, cae en la insolvencia y, una vez empieza a investigarse el asunto, se descubre un fraude de grandes proporciones.
Cragnotti es acusado de quiebra fraudulenta, la misma acusación que pesa sobre el fundador y ex presidente de Parmalat, Calisto Tanzi. Ambos adquirieron visibilidad social como magnates del fútbol: con la Lazio, Cragnotti; con el Parma, Tanzi. Y ambos están en prisión.
Sergio Cragnotti fue detenido por la Guardia de Finanzas en su finca vinícola de la Toscana, cerca de Montepulciano. Su hijo Andrea y su yerno, Filippo Fucile, ingresaron igualmente en prisión. La hija, Elisabetta, quedó en arresto domiciliario porque el juez tuvo en cuenta su condición de madre de hijos menores de edad. También fue ordenado el arresto domiciliario para los dos ex administradores del grupo Cirio, Paolo Micolini y Ettore Quadrani.
Uno de los abogados de Cragnotti, Franco Coppi, expresó su extrañeza por el hecho que de que la detención se produjera casi año y medio después de que se descubrieran los primeros indicios de fraude. "Cragnotti nunca se había alejado de su residencia y siempre estuvo a disposición de las autoridades judiciales", dijo. "No me parece posible que haya destruido pruebas, por lo que me gustaría saber cuáles son las razones de que se le prive de la libertad", añadió Coppi.
El nombre de Cragnotti afloró en muchos de los casos de corrupción empresarial que caracterizaron la Italia de la pasada década y sólo se libró de la cárcel en el periodo de Tangentopoli y Manos Limpias porque cooperó con los fiscales y denunció a otros implicados en el sistema de sobornos y financiación ilegal de los partidos; sus delaciones fueron especialmente relevantes en el caso Montedison-Ferruzzi, grupo en el que había sido uno de los principales directivos.
Contable en Brasil
Cragnotti, de 63 años, inició su carrera en Brasil (sus amigos le llaman Serginho) como contable de la firma cementera Santa Rita, adquirida poco después por la familia Ferruzzi. Gracias a esa compra conoció personalmente a Serafino Ferruzzi, que le nombró director del grupo en Brasil.
En 1980 fue enviado a Francia como delegado, y en 1986 el máximo ejecutivo del grupo, Raul Gardini, que se suicidó en 1993 agobiado por las acusaciones de corrupción, le nombró administrador delegado de Ferruzzi Agrícola Finanziaria. Dos años después asumió la vicepresidencia del grupo Montedison, creado por Gardini y los Ferruzzi, y en 1989 fue nombrado administrador de Enimont, la división química del holding.
Serginho Cragnotti supo saltar a tiempo y en 1991, justo antes del desastre, abandonó el holding de los Ferruzzi para crear Cragnotti & Partners Capital Investment, un banco de negocios que constituía a la vez un holding de participaciones industriales y que, tras la conflictiva privatización del grupo agroalimentario Sme (Silvio Berlusconi está procesado por sobornar a los jueces que dirigieron la operación), formó el Grupo Cirio.
En el año 2001, Cirio adquirió las empresas de Del Monte Europa y Centrale del Latte, una firma lechera romana. Para entonces, Cragnotti ya había sido acusado de la quiebra fraudulenta de la inmobiliaria Ross, tenía un expediente abierto por las autoridades bursátiles canadienses por uso de información privilegiada y había pagado una multa multimillonaria en Brasil, también por prácticas de insider trading.
A finales de 2002, Cirio no pudo hacer frente al vencimiento de una emisión de deuda por importe de 300 millones de euros. En mayo del año siguiente Cragnotti abandonó Cirio, que quedó en manos de un administrador judicial cuyo principal éxito fue "colocar" Centrale del Latte al Grupo Parmalat, gracias a que los bancos acreedores presionaron a Calisto Tanzi para que les salvara de una parte del riesgo que tenían contraído con la firma lechera.
En octubre pasado, la Fiscalía de Roma inscribió a Sergio Cragnotti en el "registro de investigados", imputándole el delito de quiebra fraudulenta de la empresa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.