Robert Stack, actor
Robert Stack, el actor que encarnó a una de las figuras más conocidas de la pequeña pantalla, el jefe de policía Eliott Ness de la serie Los intocables, falleció el día 14 de mayo en su domicilio de Los Ángeles a causa de un fallo cardiaco. Tenía 84 años. Según su viuda, Rosmarie, Stack se encontraba perfectamente, aunque un tratamiento reciente contra un cáncer de próstata le había debilitado.
Nació en Los Ángeles el 13 de enero de 1919 en el seno de una familia ligada al mundo artístico. Su bisabuelo fue el dueño de uno de los primeros teatros de la ciudad y sus abuelos, su madre y su tío eran cantantes de ópera. Debido a esta circunstancia, su infancia transcurrió en continuos viajes por Europa y estudió en Francia, Italia y Los Ángeles. Era joven, guapo y muy buen deportista -jugaba al polo y era campeón de tiro al pichón y de pistola, modalidad en la que batió el récord mundial en 1937-, así que decidió desde muy joven ser actor. Tras acabar sus estudios de arte dramático en la Universidad del Sur de California y pasar seis meses en la academia de Henry Duffy, a los 20 años logró un contrato con los estudios Universal.
Bajo su verdadero nombre, Robert Modini, Stack dio sus primeros pasos ante las cámaras en 1939 en Primer amor, de Henry Koster y junto a Deanna Durbin, una de las jóvenes actrices más conocidas de la época y que recibió en esta película su primer beso cinematográfico. En 1940 rodó The mortal storm, una película antinazi que le valió ser incluido en las listas negras de Adolf Hitler, del cual se mofaría dos años después en la magnífica comedia To be or not to be, dirigida por Ernst Lubitsch, en la que Stack encarnaba al piloto que sacaba de quicio al protagonista cuando se levantaba durante el monólogo de Hamlet para ir al camerino de la coqueta actriz encarnada por Carole Lombard.
Otra de las películas a reseñar fue Escrito sobre el viento, un melodrama de 1956 protagonizado por Lauren Bacall y Rock Hudson bajo la dirección de Douglas Sirk, que le valió una nominación al Oscar como mejor actor secundario.
Aunque su carrera fue muy prolífica en el cine -unas cincuenta películas, algunas de ellas con los mejores directores y actores del momento-, su rostro estará siempre vinculado a la serie policiaca Los intocables, en la que luchaba contra las mafias de Chicago, con la que logró un premio Emmy de televisión durante su emisión, entre 1959 y 1963. En 1992, el célebre agente del FBI renovó la leyenda con El retorno de Eliot Ness.
La serie fue posteriormente llevada a la gran pantalla por Brian de Palma en 1987, con Sean Connery, Kevin Costner y Andy García en los papeles principales. La película, al igual que la teleserie, fue criticada por la violencia de las luchas entre los agentes del orden y los gángsteres de Al Capone en la época de la ley seca en Estados Unidos.
A pesar de que Stack siguió trabajando en el cine hasta muy recientemente, con películas como Candyshack II o Basketball, sería la televisión de nuevo la que le daría su último éxito, como presentador del programa Misterios sin resolver, basado en casos reales.
Stack siempre conservó el buen humor y la relación con estrellas como Spencer Tracy, Clark Gable y James Stewart, que fueron, además de sus mentores, muy buenos amigos, junto a los que vivió memorables anécdotas que relataba en su autobiografía, Straight Shooting, publicada en 1979.-
