Bush pide a Sharon que no responda a un posible ataque de Irak
Estados Unidos exige a Israel moderación ante los palestinos
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, llegó el lunes a Washington convencido de que George W. Bush iba a exigirle moderación ante los palestinos y, sobre todo, que no respondiera a posibles ataques iraquíes en caso de que estallara una nueva guerra en el golfo Pérsico. Después de que Sharon cenara con la asesora de Seguridad Nacional de EE UU, Condoleeza Rice, las previsiones israelíes parecieron confirmarse.
Rice le hizo notar a Sharon que su actitud podía perjudicar los esfuerzos estadounidenses para atraerse el apoyo de los países árabes en una intervención bélica contra Sadam Husein, dijo a la agencia Reuters un portavoz de la delegación de Israel.
Sharon se disponía anoche a visitar a Bush en la Casa Blanca, por séptima vez desde que, hace año y medio, accediera a la jefatura del Gobierno de Israel. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, adelantó alguna de las posiciones de Bush: 'Israel debe recordar las necesidades humanitarias del pueblo palestino, y relajar algunas de las medidas adoptadas últimamente', declaró. El presidente de Estados Unidos ya le hizo llegar a Sharon la semana pasada, por carta, ese mensaje.
Sharon, sin embargo, no se mostraba dispuesto a ceder. Fuentes israelíes indicaron que su primer ministro tenía intención de insistir en la necesidad de localizar y detener a los terroristas palestinos, y que ofrecería a Bush información confidencial sobre determinados planes palestinos para lanzar ataques contra Israel.
En cuanto a Irak, el primer ministro de Israel no deseaba hacer promesas.
'Sharon buscará margen de maniobra acerca de posibles represalias por parte de Israel si el país fuera atacado con armas químicas o bacteriológicas, y mantendrá su libertad para responder a las agresiones terroristas', afirmó la misma fuente israelí. 'Si Israel sufre ataques, protegerá a sus ciudadanos', declaró Sharon la semana pasada. Pero añadió que las represalias podrían no ser inevitables si esos ataques se realizaran con armas convencionales y causaran daños moderados.
Defensa antimisiles
Israel ha desarrollado un programa propio de defensa antimisiles llamado Arrow, con aportaciones financieras y tecnológicas de Estados Unidos. El Arrow, nunca utilizado hasta ahora, sería puesto a prueba en caso de guerra en el golfo Pérsico. También posee un sistema de baterías antimisiles Patriot de última generación, aportado por Washington. En 1991 durante la guerra del Golfo, Irak atacó con misiles Scud a Israel y Arabia Saudí. Entonces, el Gobierno israelí no respondió a los ataques.
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