Mueren 14 inmigrantes en el naufragio de una barcaza en Sicilia
El Ministerio del Interior teme que el número de víctimas sea mucho mayor
Motonaves de la guardia costera y equipos especiales enviados por el Ministerio italiano del Interior patrullaban ayer la zona de Porto Empedocle, al sur de Sicilia, en busca de posibles supervivientes del naufragio ocurrido a primera hora de la madrugada a media milla de la costa, en el que perecieron al menos 14 personas. En los siete primeros meses de 2002 son más de 7.000 los inmigrantes llegados a Sicilia, en donde se encuentran saturados los centros de acogida.
De acuerdo con el testimonio de testigos presenciales y de algunos de los 92 supervivientes, el desastre se produjo poco después de la medianoche del sábado, cuando una fuerte tormenta hizo naufragar la barcaza de 10 metros de eslora en la que intentaban ganar la orilla unos 150 inmigrantes sin papeles, de nacionalidad liberiana.
El pánico provocado por la fuerte lluvia y las condiciones de hacinamiento en que viajaban hizo zozobrar la embarcación que quedó medio hundida, a poco más de media milla de Cabo Rosello.
El grueso de los ocupantes de la barcaza logró ponerse a salvo, algunos por sus propios medios, otros fueron rescatados por la guardia costera que envió cuatro motonaves a las que se añadió otra enviada por la Capitanía de Porto Empedocle.
El naufragio se produjo ante los ojos de un grupo de clientes de un restaurante de la playa de Montallegro, en la provincia de Agrigento, que habían observado las luces de una embarcación que se desvaneció después en la oscuridad. Poco después se dieron cuenta de la presencia de algunas personas con las ropas empapadas y decidieron avisar a los militares.
La guardia costera logró recoger a varios náufragos en el mar, dos de ellos refugiados todavía en el interior de la barcaza medio hundida, y recuperar 14 cadáveres, entre ellos el de una joven de unos 15 años. Los militares italianos temían ayer que la cifra de ahogados fuera más alta, a la luz de los primeros relatos incompletos de los supervivientes que hablaban de unas 150 personas a bordo de la embarcación. La hipótesis de la Marina italiana es que la barcaza fue abandonada por un mercante en aguas italianas.
El ministro italiano del Interior, Giuseppe Pisanu, decidió enviar una fuerza especial de su departamento para colaborar en la búsqueda de otros supervivientes, o en la recuperación de cadáveres. La policía sospecha, en todo caso, que algunos de los inmigrantes que lograron salvarse podrían haber intentado huir, para evitar ser repatriados. Dos supuestos miembros de la tripulación fueron detenidos.
El sur de la isla de Sicilia es una de las zonas elegidas por los traficantes de inmigrantes para desembarcar su carga humana. Sólo el sábado fueron detenidos más de 200 inmigrantes ilegales que pretendían ganar la costa en diversos barcos.
El sábado llegaron 95 inmigrantes clandestinos a la isla mediterránea de Lampedusa, mientras que otros 116 fueron localizados en aguas del canal de Sicilia, que separa esta isla de las costas de Túnez. Otro grupo fue detenido frente a la costa de la localidad siciliana de Trapani y dos marroquíes lograron alcanzar la isla de Pantelleria.
El subsecretario del Interior, Antonino D'Ali, recordó ayer que en Italia se han endurecido las penas para los traficantes de seres humanos, pero que la solución al problema pasa por acuerdos internacionales con los países de los que proceden los inmigrantes. La nueva y restrictiva ley de inmigración vigente en Italia desde el pasado julio y conocida como 'ley Fini-Bossi' prevé además la utilización de barcos militares para controlar las aguas territoriales y evitar los desembarcos de inmigrantes clandestinos.
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