EE UU planea derrocar a Sadam Husein sin necesidad de que sus tropas invadan Irak
Solana confía en que el líder iraquí sea 'inteligente' y acepte a los inspectores de la ONU
La Unión Europea todavía confía en que EE UU no lance un ataque militar contra Irak para derrocar al régimen de Sadam Husein. Para evitarlo, el alto representante de Política Exterior y Seguridad, Javier Solana, hizo ayer un nuevo llamamiento desde la vecina Irán a las autoridades iraquíes para que acepten la inspección de la ONU. Mientras tanto, Washington sigue ultimando los planes de una eventual intervención. La última hipótesis apunta a una operación rápida para acabar con el Gobierno de Sadam sin necesidad de invadir Irak.
Nueva Delhi, Islamabad, Kabul... y ayer Teherán. Javier Solana llegó el domingo a la capital iraní para evocar los 'problemas regionales' que más preocupan a la UE: el conflicto en Oriente Próximo, el eventual ataque estadounidense contra Irak y la lucha internacional contra el terrorismo. Irán ha sido incluido por EE UU en su eje del mal junto a Irak y Corea del Norte.
Solana afirmó ayer que 'espera que no haya acción militar' contra Irak antes de final del verano, a pesar de que el último encuentro entre representantes de Irak y de la ONU no produjera avances. 'Hay otro encuentro programado para mediados de septiembre en Nueva York y esperamos a ver los resultados', dijo Solana. Aun así, la posición de la UE es clara: 'Irak debe respetar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y abrirse a los inspectores'.
'Espero que los dirigentes iraquíes sean lo suficientemente inteligentes', añadió míster Pesc tras entrevistarse con el presidente iraní, Mohamed Jatamí, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Kamal Jarazi. La UE decidió semanas atrás iniciar conversaciones con Irán para firmar un acuerdo comercial y de cooperación que incluirá, junto a los aspectos económicos, cuestiones políticas como los derechos humanos y la guerra contra el terrorismo. Las conversaciones podrían comenzar en octubre.
Pero hay todavía puntos de choque político que faltan por resolver. Irán no acepta la política de la UE hacia Oriente Próximo, no reconoce al Estado de Israel ni contempla la posibilidad de negociaciones de paz. La adquisición de armas de destrucción masiva es otra de las cuestiones que preocupan a la parte europea. Solana indicó que 'las relaciones irano-europeas nunca alcanzarán su mejor nivel si no se eliminan estos problemas', y afirmó que 'dependerán sobre todo de su actitud en la lucha contra el terrorismo'.
Entre los muchos informes filtrados sobre planificación de la campaña militar contra Irak, el último adelanta una hipótesis nueva: que la operación sea rápida y aséptica, diseñada no para invadir el país, sino para acabar con el Gobierno de Sadam. La campaña no buscaría la destrucción de su capacidad militar, sino el control de los órganos de mando. Según The New Tork Times, una operación así evitaría el coste de una invasión a gran escala que exigiría meter en el país al menos 250.000 soldados desde países nada partidarios de los planes de EE UU contra Irak. Un portavoz de la Casa Blanca insistió en que no hay documento alguno en ese sentido sobre la mesa de George W. Bush.
Los informes de los servicios de inteligencia aseguran que no sería excesivamente complicado paralizar la línea de mando militar del Ejército iraquí, sumamente centralizada en la cúpula que rodea al presidente; los oficiales de rango medio repartidos por el país no tienen, según los informes, ninguna capacidad de improvisación ante una situación de este tipo.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, uno de los fervientes partidarios de iniciar una campaña militar contra Irak, ha prometido investigar y castigar con la cárcel las filtraciones de planes operativos, aunque evidentemente su amenaza ha servido de poco.
'No' del rey de Jordania
Mientras tanto, el rey Abdulá de Jordania, que visita Washington el próximo jueves y que se opone a que EE UU pretenda usar su país como plataforma de lanzamiento de una operación terrestre contra Irak, ha advertido a Bush de las consecuencias catastróficas que puede provocar ese ataque para el proceso de paz en Oriente Próximo. En una escala en Londres, el monarca expresó su opinión ante el mejor aliado de Bush en su postura contra Irak, el primer ministro Tony Blair. 'Una acción militar contra Irak abriría la caja de Pandora', dice el rey jordano, que muestra cierta frustración contra 'algunos miembros del Gobierno estadounidense' empeñados en emprender acciones militares.
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