Francia crea una fuerza policial de reservistas para afrontar su cruzada contra la delincuencia
Sarkozy se convierte en el 'hombre fuerte' al lograr un presupuesto de 5.600 millones de euros
'La police partout, la justice nulle part' ('La policía por todas partes, la justicia en ninguna'), decía Victor Hugo en el siglo XIX. Pero han transcurrido 151 años desde esas palabras y el actual presidente francés, Jacques Chirac, se muestra decidido a llevar adelante la cruzada contra la delincuencia. Para ello, el Consejo de Ministros reforzó ayer en un tercio el presupuesto de las fuerzas de seguridad, al que se destinarán 5.600 millones de euros en cinco años, y eleva a 18.000 los policías y gendarmes de nueva planta, en lugar de los 13.500 previstos. Como el Ejército, la policía tendrá reservistas.
Por medios y voluntad política, que no quede. La ley de policía va en paralelo con la reforma de la justicia, a la que se asignan otros 3.650 millones de euros, con medidas como la cárcel para los delincuentes de 13 años en caso de que violen la asignación a un centro educativo -como se supo la semana pasada-. La nueva ley de policía confirma la autoridad del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, sobre los dos grandes cuerpos, Policía y Gendarmería, convirtiendo al ministro en el auténtico hombre fuerte de este Gobierno, capaz de obtener incluso más dinero del anunciado hace sólo unas semanas. El proyecto de ley aprobado ayer se refiere a la arquitectura del aparato de seguridad y al despliegue de fuerzas. Pero el ministerio de Sarkozy trabaja en otro arsenal de medidas represivas para el otoño:
- Cámaras de vigilancia. En las 'zonas sensibles' -alusión a las periferias urbanas- se instalarán cámaras de vídeo para facilitar la obtención de pruebas. Tanto los policías como los gendarmes recibirán incentivos para mantenerse en sus puestos. Una de las primeras medidas adoptadas por Sarkozy, tras su toma de posesión en mayo, fue autorizar el uso de pistolas que disparan balas de goma, cuando la policía trabaja en los 'barrios sensibles'.
- Ficheros. Bajo el control de un magistrado, la policía tendrá acceso directo a los ficheros informáticos de administraciones públicas, instituciones financieras o compañías de telecomunicaciones. El Gobierno contempla la hipótesis de obligar a los fabricantes de teléfonos móviles a disponer de sistemas para bloquear su uso, habida cuenta de que desde hace tres años se registra una explosión de robos de estos aparatos. También estudia un fichero de personas a las que se prohibe la adquisición o tenencia de armas.
- Sanciones a padres. El absentismo escolar tampoco escapa a la acción del ministro del Interior, que se propone agravar las sanciones contra los padres de los chicos que falten a la escuela, retirando las ayudas sociales -particularmente importantes para la población marginada- a las familias que no se tomen en serio los deberes escolares. Bajo el peso de Sarkozy caerán los responsables de cafés y salas de juego donde se encuentre a menores en horas lectivas, así como las pequeñas empresas -por ejemplo, las de reparto de comida rápida a domicilio- que empleen a chavales, desviándoles del deber de acudir a la escuela, que es obligatoria hasta los 16 años.
Algo sorprendido por la iniciativa de Interior, el departamento de Educación recordó que parte de esas medidas, si no todas, existen ya sobre el papel. Por ejemplo, cuatro medias jornadas de ausencia escolar en un mes, o diez días en un mes, pueden ser sancionadas con multas y la retirada de ayudas sociales. En el Reino Unido se estableció una fuerte asociación, a finales de los ochenta, entre absentismo escolar, fracaso escolar y delincuencia; en Francia no hay estadísticas precisas, si bien un informe reciente del Senado asegura que entre un 12% y un 15% de los jóvenes caen en el absentismo escolar.
- Reserva policial. A partir de la entrada en vigor de la nueva ley, los policías ya no se retirarán definitivamente a los 50 años de edad. Sarkozy ha decidido crear una 'reserva civil' de la policía, de la que el Gobierno podrá echar mano en caso de que las fuerzas de seguridad en activo sean insuficientes. Los reservistas existían ya en las Fuerzas Armadas y su aparición en la policía, un cuerpo civil, constituye una verdadera novedad. Podrán ser utilizados para todo tipo de misiones, desde las clásicas de represión e información, hasta posibles 'misiones de solidaridad'.
La creación de esta reserva ahorra al Gobierno otras hipótesis, como el retraso en la edad de jubilación de los policías, cuando las fuerzas de seguridad están amenazadas con retiradas masivas de los contingentes policiales que fueron reclutados a la carrera tras los acontecimientos de Mayo del 68.
Los sindicatos policiales reaccionaron con gran satisfacción al plan de Sarkozy. Las cifras presupuestadas van 'más allá de nuestras peticiones', observó el representante de uno de ellos. Sólo la perspectiva de los 'policías reservistas' parece inquietarles, y de entrada quieren asegurarse de que formar parte de la reserva sea voluntario y precisar cuáles son los hechos excepcionales o grave crisis que justificarían el recurso a esa reserva civil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.