Bush otorga poderes a la CIA para asesinar a Sadam Husein 'si fuera necesario'
Estados Unidos cree que Al Qaeda se está extendiendo por el mundo islámico
George W. Bush le ha dado poder a la CIA para asesinar al líder iraquí, Sadam Husein. El presidente de Estados Unidos firmó una orden a principios de año autorizando el uso de 'todos los métodos necesarios' para derrocar al presidente vitalicio de Irak, incluyendo, 'si fuera necesario y en defensa propia, su eliminación'. Por otra parte, informes de la CIA y el FBI advierten que el grupo Al Qaeda se ha reorganizado en el mundo islámico.
La directiva de la Casa Blanca, filtrada al periódico The Washington Post, es parte de un plan más amplio que contempla el uso a largo plazo de fuerza militar y, a corto plazo, de una ofensiva para debilitar al régimen desde dentro, ahogándolo económicamente, estableciendo alianzas con opositores y, sobre todo, acosándolo psicológicamente con la permanente amenaza de una intervención.
La filtración de la orden de asesinato parece tener la intención de agudizar lo que un agente de la CIA calificaba ayer como 'el alto grado de paranoia que ya padece Husein'. El presidente iraquí, según le dijo el funcionario anónimo al diario, sólo viaja de noche, pernoctando entre varias residencias y escondites. Bush afirmó recientemente que no tenía 'planes de ataque a Irak sobre su escritorio', pero no los descartó en un futuro. La estrategia revelada ayer indica que actualmente EEUU ejecuta la fase 'preparatoria' para ese hipotético ataque -anunciado una y otra vez por distintos canales-, que supuestamente tendrá lugar en otoño. Se calcula que unos 250.000 efectivos militares participarían en la intervención.
La fase preparatoria tiene un componente de recepción de información y otro de búsqueda de un líder alternativo. Supuestamente varios equipos especiales de la CIA están operando dentro de Irak con informantes locales. Por otra parte, militares de la estatura del general Wayne Downing, subasesor nacional de seguridad para combatir el terrorismo, se está entrevistando con líderes kurdos en el norte de Irak. EEUU también ha financiado desde hace años el Congreso Nacional Iraquí en el exilio.
Acción militar
El éxito de la operación encubierta no está asegurado, ha advertido a Bush el director de la CIA, George Tenet, a menos que vaya acompañado de una acción militar y de presiones diplomáticas y económicas.
Por otro lado, un grupo de militantes de nivel medio ha asumido un papel preponderante en Al Qaeda y, aliados con extremistas desplegados por todo el mundo musulmán, representa la 'amenaza más seria para EE UU', según altos funcionarios norteamericanos. Una investigación secreta de la CIA y el FBI atribuye el resurgimiento de la organización a la incapacidad de acabar con las amenazas terroristas con la guerra en Afganistán.
El análisis de inteligencia, citado ayer por el periódico The New York Times, subraya que lo que la guerra ha conseguido es complicar la estrategia antiterrorista al forzar la dispersión de cientos de terroristas por una vasta área geográfica, dificultando con ello enormemente su captura.
Los sucesores de Bin Laden de quien EE UU aún no sabe si está vivo o muerto poseen el entrenamiento, la autoridad y los medios para llevar a cabo ataques letales. La nueva cúpula está integrada por al menos siete 'operativos tácticos', todos ellos fugitivos: un saudí, tres egipcios, un kuwaití, un keniano y un oriundo de las islas de Comoras, en el océano Índico. Han unido fuerzas con grupos extremistas principalmente en Pakistán, Argelia, Marruecos y Egipto, según deduce la CIA de seis recientes atentados cometidos y otros seis evitados.
Tarea inmensa
'Es la globalización del terrorismo', declaraba ayer a la cadena CNN el jefe del comité de relaciones internacionales de la cámara de representantes del Congreso, Henry Hyde. 'La lucha antiterrorista se ha convertido en una tarea inmensa, para la que necesitamos la cooperación de nuestros aliados alrededor del mundo'. La Casa Blanca no hizo ayer declaraciones al respecto.
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