China aumentará en un 18% su presupuesto de Defensa 'para defender la integridad territorial'

China quiere aumentar su presupuesto de Defensa en un 17,6%, según tiene previsto anunciar hoy el ministro de Finanzas, Xiang Huaicheng, ante la Asamblea Popular Nacional (Parlamento), que inició ayer en Pekín su sesión plenaria anual. Con los nuevos fondos, China quiere hacer frente al reto tecnológico, no sólo en la adquisición de equipamiento sofisticado para su Ejército, sino también en la formación y mejora de los salarios de los oficiales más especializados para garantizar que no abandonen el cuerpo castrense.

Este aumento en los gastos militares es similar al del año pasado, el 17,7%, y confirma la preocupación del Gobierno chino de 'proteger la soberanía nacional y la integridad territorial', (según el texto del ministro citado por la agencia Reuters), es decir, mejorar su capacidad de defensa y de combate hasta estar en condiciones de ocupar Taiwan, la isla rebelde.

China ha venido aumentando su presupuesto militar durante toda la última década, al tiempo que reducía paulatinamete el número de efectivos, que ahora se sitúan en 2.500.000 soldados -medio millón menos que hace 10 años-. Ambas medidas hacen hincapié en el interés de Pekín por profesionalizar sus Fuerzas Armadas y dotarlas de alta tecnología y de mandos con una gran preparación.

Según Xiang, el presupuesto militar se elevaría a 166.000 millones de yuanes (24.000 millones de euros). Esta cifra, como es habitual en China, no recoge los gastos por la compra de armamento en Rusia, Israel y otros países, que multiplica al menos por tres el presupuesto anual de Defensa de China.

Los analistas señalan que el aumento de los gastos de Defensa pretende también contentar al Ejército en un año de cambios en su jerarquía, que vendrán de la mano de la sucesión de Jiang Zemin en la presidencia del Partido Comunista Chino, durante el Congreso que se celebrará este otoño.

Por otra parte, el primer ministro Zhu Rongji denunció ayer ante los 3.000 diputados la corrupción y las prácticas ruinosas de la burocracia y pidió a los diputados una guerra sin cuartel para atajar estos males. Zhu destacó que se presenta un año especialmente duro para la economía china porque la entrada en la Organización Mundial del Comercio ha impuesto una apertura de mercados que afectará negativamente sobre todo a los 800 millones de campesinos. Zhu señaló que China se ha abierto al mundo cuando el mundo se halla en crisis económica, a pesar de lo cual se comprometió a mantener el alto crecimiento de la última década.