Miles de afganos huyen de las bombas rumbo a Pakistán
La ONU denunció ayer que miles de afganos siguen huyendo del país rumbo a Pakistán ante la inseguridad que se vive en el este y el sur de Afganistán y los esporádicos bombardeos de Estados Unidos en esas regiones. Fatumata Kaba, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), declaró ayer en rueda de prensa que 'las deterioradas condiciones de vida en el este de Afganistán están empujando a más afganos hacia Pakistán'. 'Hay varios miles de afganos esperando en la frontera ser admitidos en el país vecino', añadió.
En Kandahar, el antiguo feudo de los talibanes, los trabajadores de las agencias humanitarias no pueden moverse libremente por la inseguridad que aún existe, afirmó, por su parte, Einar Holtet, portavoz de la Oficina para la Coordinacion de la Asistencia Humanitaria (Unocha). 'Combatientes talibanes, árabes y otros elementos están aún en la ciudad y en el aeropuerto de Kandahar', agregó. Holtet afirmó también que la carretera de Kandahar a Herat, en el oeste de Afganistán, cerca de la frontera con Irán, era extremadamente peligrosa, así como la zona de Ghazni, en el sureste del país.
Por otra parte, el acuerdo para el despliegue de una fuerza militar multinacional en Afganistán fue firmado oficialmente ayer por el ministro del Interior del Gobierno interino, Yunus Qanuni, y el comandante británico de esa fuerza, John McColl. La ceremonia oficial de la firma tuvo lugar en el Ministerio de Exteriores en Kabul, y a ella asistieron el primer ministro interino, Hamid Karzai, y otros ministros, así como representantes militares estadounidenses.
La primera rúbrica del acuerdo la hicieron el pasado lunes los mismos Qanuni y McColl, después de largas negociaciones entre la Administración interina afgana y la comunidad internacional para definir los términos del despliegue de la llamada Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (Isaf).
4.500 soldados
Según lo acordado, unos 4.500 soldados se desplegarán hasta finales de enero, en una primera etapa sólo en la capital, Kabul, al mando del Reino Unido, con el objetivo de ayudar a las fuerzas afganas locales a mantener la seguridad en el país después de más de dos décadas de guerra. Unos 17 países, entre ellos España, han expresado su disposición de participar con soldados en este contingente. Soldados británicos ya llegaron como avanzadilla de la Isaf el mes pasado para vigilar la ceremonia de asunción del poder del Gobierno interino.
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