Kabul impone límites a la fuerza internacional de paz
El general Mohamed Fahim, ministro de Defensa del Gobierno provisional afgano, se ha salido con la suya: la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) será escasa en número, tendrá un carácter testimonial y estará en el país sólo durante seis meses. El jefe militar de la Alianza del Norte, que sustituyó al asesinado Ahmed Sha Masud en septiembre, ha llevado la voz cantante en la negociación del despliegue, incluso por encima del presidente del Gobierno provisional, Hamid Karzai, firme partidario de la presencia de soldados extranjeros.
Karzai es un líder pastún originario de la ciudad de Kandahar, muy alejada del valle del Panshir, en el norte, de donde procede el tayiko Fahim. Aunque la intervención del ahora presidente fue decisiva en la derrota de los talibanes en el sur del país, las fuerzas de que dispone son muy inferiores a la poderosa Alianza del Norte.
Fahim, que acude a las reuniones del Gobierno provisional en una camioneta todoterreno protegido por una decena de guardaespaldas, es dueño y señor de Kabul desde el 13 de noviembre, cuando sus muyahidin expulsaron de la ciudad a los talibanes casi sin disparar un tiro.
En sus conversaciones con el general británico John McColl, comandante en jefe de la ISAF, ha tratado por todos los medios de que el número de soldados extranjeros fuese el mínimo posible para asegurarse de que sus hombres sigan ejerciendo a sus anchas el control de la capital. Tras un duro tira y afloja, que ha durado más de dos semanas, la negociación está a punto de cerrarse y ambas partes tienen previsto firmar un acuerdo sobre el despliegue de la ISAF en los próximos días.
Una fuente cercana a la negociación señaló que el ministro de Defensa no ha puesto impedimento alguno, más bien al contrario, al despliegue de soldados extranjeros en otras ciudades del país, como Mazar-i-Sharif, feudo de un señor de la guerra rival, Abdul Rachid Dostum, de la etnia uzbeka.
Una de las paradojas del nuevo Gobierno es el nombramiento de Dostum, socio de la Alianza del Norte, como viceministro de Defensa. Está por ver si ambos serán capaces de trabajar juntos.
La ISAF, cuya principal misión será mantener el orden en Kabul durante los próximos seis meses, estará compuesta por 3.000 soldados, la mitad de ellos británicos. Fahim ha insistido en que sólo 1.000 soldados extranjeros ejerzan labores de vigilancia y que los 2.000 restantes se limiten a prestar apoyo logístico o a facilitar la distribución de ayuda humanitaria. La ISAF también ayudará a formar el nuevo Ejército afgano, que a buen seguro estará fundamentalmente integrado por muyahidin de la Alianza del Norte leales a Fahim.
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