La UE buscará con Bush y Putin soluciones urgentes a la crisis en Oriente Próximo
España explora vías para reeditar la Conferencia de Madrid durante su presidencia
La Unión Europea ha decidido coordinarse con Estados Unidos, Rusia y la ONU para encontrar iniciativas comunes en la grave crisis de Oriente Próximo ante la incapacidad de israelíes y palestinos de resolver por sí mismos el conflicto. A tal efecto, el alto representante, Javier Solana, viajará a principios de la semana próxima a Washington. España, que a partir de enero asumirá la presidencia de la Unión, explora vías para reeditar la Conferencia de Madrid celebrada en 1992. La cumbre de la UE ha expresado su apoyo al líder palestino Yasir Arafat.
El Consejo Europeo, en un apartado de la declaración que hoy será aprobada al término de la cumbre de Laeken, transmitirá un importante mensaje de apoyo a Yasir Arafat como el representante legítimo del pueblo palestino y único interlocutor válido en estos momentos: 'Israel tiene necesidad de un socio, y éste no puede ser otro que Arafat y la Autoridad Palestina'.
El respaldo de los europeos representa una inyección de moral para el anciano dirigente de la OLP, sobre todo después de que el jefe del Gobierno israelí, Ariel Sharon, declarara esta semana que para él Arafat pertenece al pasado y decidiera cortar relaciones con la Autoridad Palestina. Simón Peres sostiene lo contrario, pero la posición del ministro israelí de Exteriores es cada vez más débil.
La UE no puede aceptar 'ningún intento de debilitar o desacreditar a interlocutores legítimos elegidos por el pueblo. (...) Romper con el presidente Arafat en estos momentos es especialmente peligroso'. Los europeos piden al líder palestino el desmantelamiento de las redes terroristas de Hamás y Yihad Islámica y a Israel el fin de la ocupación militar de los territorios palestinos, de la política de asentamientos judíos y de las decisiones extrajudiciales. Se pide a Sharon que suspenda toda ofensiva militar contra la Autoridad Palestina 'a fin de darle una posibilidad realista de aplicar las acciones a las que se ha comprometido', es decir, la detención de radicales implicados en el terrorismo.
Los Quince consideran que la crisis israelo-palestina ha adquirido proporciones de tal gravedad que exige, además del cumplimento por ambas partes de sus propias responsabilidades, una mayor presión internacional y en particular de EE UU, Rusia, la UE y la ONU. La presidenta del Parlamento Europeo, Nicole Fontaine, propuso ayer el envío de un grupo de observadores internacionales o incluso de una fuerza de interposición de paz, 'antes de que sea demasiado tarde'. Tales ideas son aceptadas por Arafat, pero no por Sharon. Y por ahora tampoco son recogidas con entusiasmo por la Administración de Bush.
Mediación diplomática
España quiere aprovechar al máximo la presidencia de la UE para buscar fórmulas de mediación diplomática. En ese sentido, el ministro de Exteriores, Josep Piqué, confirmó a este diario que el Gobierno español estudia la posibilidad de reactivar la Conferencia de Madrid como medio idóneo para vertebrar esas presiones que los europeos quieren. El presidente del Gobierno, José María Aznar, había descartado últimamente la idea de convocar una segunda conferencia, basada en el principio de paz por territorios. Sharon es proclive a esa iniciativa, esperando encontrar en ella la oportunidad de volverse atrás de los acuerdos alcanzados entonces y posteriormente en Oslo. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, se ha pronunciado, por ello, repetidamente en contra de cualquier reedición de ese foro.
La gravedad de la crisis y la proximidad de la presidencia europea parecen haber incidido, sin embargo, en el ánimo de Aznar, hasta el punto de que Piqué admitió que el Gobierno está reconsiderando la iniciativa, no para que se revisen los compromisos previos, sino como medio para que la comunidad internacional imponga un arreglo entre las partes. 'Ha pasado ya la hora de los llamamientos a la paz. Lo que hace falta es una presión muy fuerte de la comunidad internacional para detener el conflicto', dijo Piqué, que subrayó que el consenso alcanzado ayer por los Quince incluye que 'hace falta un mecanismo de observación o control internacional en Oriente Próximo, porque dejar el asunto exclusivamente en las manos de las partes no tiene ya sentido'.
El ministro, que esta semana hará su primera gira europea para preparar la presidencia de la UE, precisó que España no ha realizado aún ningún sondeo sobre la disponibilidad del resto de los socios comunitarios a secundar una nueva Conferencia de Madrid. También explicó que, a propuesta de Aznar, los Quince aprobaron que se inicien consultas inmediatas con Estados Unidos, Rusia y la ONU para coordinar acciones basadas en los principios aprobados en Laeken.
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