Aznar: 'El terrorismo será derrotado'
El presidente del Gobierno homenajea a los tres españoles muertos en las Torres Gemelas con una dedicatoria en el muro
'Aquí hay un lugar inolvidable terriblemente golpeado por el terrorismo. Pero es un buen momento para ratificar que el terrorismo será derrotado y, desde luego, que nuestro recuerdo siempre estará al lado de las víctimas'. Ocho y media pasadas de la mañana en Nueva York. José María Aznar contempla con aire grave los casi 65.000 metros cuadrados de desolación dejados por los brutales ataques contra las Torres Gemelas del pasado 11 de septiembre. En la pequeña tribuna que recibe las continuas visitas de personalidades, el presidente del Gobierno comunica a la prensa sus impresiones.
Previamente ha recibido las explicaciones del alcalde de la ciudad, Rudolph Giuliani, que casi ha trasladado su lugar de trabajo al pequeño recodo desde donde se divisan los restos del World Trade Center. No hay día sin visita, y el alcalde llega unos minutos tarde.
Ligeramente velados por la niebla, que hace que el tráfico matutino en la Gran Manzana sea un poco más lento que de costumbre, se observan los hierros retorcidos y chamuscados que fueron fachada inferior de dos de los edificios más célebres del mundo. El alcalde neoyorquino le explica a Aznar que esos horrendos testimonios de la tragedia son ahora tan emblemáticos para la ciudad como las torres de que formaron parte. Por ello, está decidido que serán conservados. La municipalidad discute, en cambio, el futuro del resto de uno de los terrenos más caros del mundo.
El 11 de septiembre a las nueve de la mañana albergaba 2,3 millones de metros cuadrados de oficinas, que han quedado totalmente destruidos. El ataque de los dos aviones secuestrados por los terroristas suicidas de Al Qaeda acabó con siete edificios y otros tres más van a tener que ser derribados. Giuliani completa ante Aznar la estadística macabra: 2.000 personas, en su mayoría empleados, 343 bomberos y 50 policías han sido dados por muertos. Los equipos de rescate llevan encontrados unos 11.000 restos humanos, a veces restos de vísceras o trozos de miembros, que siguen siendo analizados para ver si se les puede poner nombre.
Entre las tres gigantescas grúas que ayudan a limpiar el terreno, una manguera descarga un enorme chorro de agua. El alcalde explica que, debajo, las temperaturas siguen siendo enormes y que surgen fuegos esporádicos. Espera que el infierno quede totalmente extinguido y que las tareas de desescombro concluyan para el próximo verano, nueve o diez meses después del atentado.
Las buenas noticias son que el fondo abierto para indemnizar a las víctimas lleva recaudados mil millones de dólares (más de 189.000 millones de pesetas), y el creado para bomberos y policías, 110 millones de dólares. Dice el alcalde que se han detectado muy pocos casos de fraude, como el de una familia de Georgia que denunció muertes falsas para cobrar indemnizaciones.
Aznar exalta la figura de Giuliani. Cuenta que el psiquiatra Luis Rojas Marcos le dijo el jueves por la noche que lo que más buscan las víctimas es solidaridad y liderazgo. 'Giuliani se ha ganado con toda justicia el respeto y la admiración de muchísimos millones de ciudadanos en el mundo', dice a la prensa.
Guardar en la memoria
'Todos estamos muy impresionados y sin duda es el momento de dar un mensaje claro de dolor, sentimiento y solidaridad con las víctimas de este terrible atentado. No se debe olvidar nunca el testimonio de las víctimas del terror. Les debemos guardar siempre en la memoria', añade. Giuliani agradece ante los medios la visita de Azar. 'Es muy significativa, porque mucha gente de esta ciudad siente una verdadera conexión con España y su gente', dice.
El lateral de la tribuna es un improvisado muro de homenaje a las víctimas en el que se enumeran alfabéticamente sus 87 países de origen, desde Antigua y Barbuda hasta Zimbabue. En la base se amontonan flores con banderas nacionales o fotos personales y ositos de peluche. El muro y la barandilla de la tribuna están cubiertos de inscripciones. Junto al rótulo de Filipinas se lee: 'Muca sa amin di kayo mali i mutan', que por la inscripción inglesa que figura al lado parece querer decir 'Dios os bendiga a todos'.
Junto al rótulo de España: 'Dios os bendiga a todos'. Aznar se agacha y escribe: 'Con todo mi dolor, admiración y solidaridad', en recuerdo de las tres víctimas españolas del atentado. Firman Ana Botella y el presidente del Gobierno. Luego se dirigen a la vecina Wall Street, donde Aznar hizo sonar, a las nueve y media en punto de la mañana, la campana que marca el inicio de las negociaciones bursátiles. La vida, y la visita del presidente del Gobierno, prosiguen.
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