España ultima su contribución militar a la coalición antitalibán

De los mandatarios europeos a los que el primer ministro británico, Tony Blair, invitó a cenar el 4 de noviembre, José María Aznar es el único que aún no ha definido su contribución a las operaciones militares contra el régimen talibán. El Gobierno español quiere hacerlo esta semana, una vez ajustadas las características y el coste de un contingente que incluirá tropas del Ejército de Tierra y cuyo volumen total podría aproximarse a las mil personas.

El Gobierno español, uno de los primeros en mostrarse dispuesto a participar en la Operación Libertad Duradera, se ha convertido en el farolillo rojo a la hora de concretar su aportación. De los invitados a Downing Street, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, confirmó al día siguiente su contribución, cifrada en 2.700 soldados; el canciller alemán, Gerhard Schröeder, informó el martes de que aportará 3.900 soldados; y el primer ministro holandés, Wim Kok, anunció el viernes que pondrá 1.400.

Estos anuncios han hecho que todas las miradas se dirijan ahora hacia Aznar -el primer ministro belga, Guy Verhostatdt, acudió a Londres como presidente de turno de la UE-, y han marcado la pauta que servirá para medir la contribución española. 'España no tiene que emular a Italia', admiten fuentes gubernamentales, 'pero no puede quedar rezagada respecto a Holanda'.

Lo que han hecho los tres países citados (además de Francia, República Checa o Turquía) no es enviar tropas al teatro de operaciones, sino ponerlas a disposición de EE UU, para que éste las utilice cuando las necesite, según la evolución del conflicto.

Hace 10 días que cuatro oficiales, encabezados por el general Fernando Sánchez-Lafuente, se incorporaron al cuartel general de la coalición, en Tampa (Florida), precisamente para concretar la aportación española. Washington no oculta su prisa por saber con qué elementos cuenta para elaborar sus planes, y España se propone presentar su contribución en esta misma semana.

Al contario que la holandesa, limitada a barcos y aviones, la oferta española incluirá tropas del Ejército de Tierra, las más comprometidas. Inicialmente, podría disponerse de un grupo táctico, equivalente a una compañía reforzada, especializada en operaciones especiales. A medio plazo, podría aumentarse hasta una agrupación táctica, con elementos de montaña, ingenieros, pontoneros o un escalón médico avanzado. Según la opción, la horquilla iría de un mínimo de 300 a un máximo de 800 soldados.

La cuantía final del contingente dependerá de que se incluyan barcos y se contabilice el personal embarcado. A las dos fragatas y el cazaminas integrados en las flotas de la OTAN podría sumarse otra fragata y un buque de apoyo logístico. En todo caso, España no pone reparos a que la flota de la OTAN cruce el canal de Suez y navegue hacia el Golfo. El Ejército del Aire está dispuesto a desplegar un destacamento de cuatro a seis F-18 y un C-130 de aprovisionamiento, pero es una alternativa cara. Y Aznar ha pedido que la oferta de contribución se acompañe con una estimación de su coste económico.

Ayer, el ministro italiano de Defensa, Antonio Martino, dijo en Granada que su colega Federico Trillo le había explicado que 'habrá también una participación española' en la operación, informa Peru Egurbide.