El Pentágono pide tiempo para aplicar su estrategia
Kabul sufrió ayer intensos bombardeos. Los ataques se dirigieron, según el contralmirante John Stufflebeem, portavoz del Pentágono, contra 'cuarteles, depósitos y objetivos militares', pero entre los blancos destruidos se contaron almacenes del campamento de la Cruz Roja en la capital afgana, que ya había sufrido daños el pasado 6 de octubre. Stufflebeem dijo que no tenía constancia de que hubieran sido alcanzadas instalaciones de la Cruz Roja, pero lo admitió como 'posible'.
El portavoz del Pentágono dedicó la mayor parte de su comparecencia de ayer a alegar desconocimiento o a defenderse de las preguntas de la prensa, cada vez más escéptica sobre las perspectivas de la acción militar en Afganistán. Stufflebeem dijo no saber si el dirigente opositor Abdul Haq había sido ejecutado por los talibanes, se declaró ignorante sobre las posibles consecuencias de esa ejecución, y repitió una y otra vez que las fuerzas estadounidenses necesitaban 'tiempo' para aplicar la estrategia diseñada por el general Tommy Franks, jefe de las operaciones. Cuando le preguntaron por qué los comandos y fuerzas de rescate estacionados en torno a Afganistán habían sido incapaces de salvar a Haq, el contralmirante eludió responder.
A diferencia de jornadas anteriores, los bombardeos se concentraron en los alrededores de la capital afgana y dieron un respiro a las tropas talibanes acumuladas al norte de Kabul, frente a la guerrilla de la Alianza del Norte, que controla el extremo nororiental del país. Stufflebeem aseguró que las acciones militares estadounidenses se desarrollaban 'según lo previsto y al ritmo decidido por el general Franks', y rechazó las sospechas de improvisación. 'Hace falta tiempo para que se perciban nuestros objetivos y el sentido de nuestras acciones'.
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