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EE UU atribuye a "actos terroristas" la extensión del ántrax a tres Estados

El fiscal general considera prematuro relacionar estos contagios con la red de Bin Laden

El Gobierno de Estados Unidos calificó ayer de bioterrorismo los casos de ántrax (carbunco) aparecidos en Florida, Nueva York y Nevada, pero no los relacionó directamente con la organización de Osama Bin Laden. El FBI, que analiza los tres incidentes por separado, sigue buscando una posible conexión con los atentados del pasado 11 de septiembre. En total, 12 personas (una de ellas muerta) han resultado afectadas por la bacteria en algo más de una semana. Los norteamericanos, que hacen acopio de antibióticos, viven atemorizados preguntándose dónde aparecerá el próximo caso.

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'Es bioterrorismo pero no tenemos pruebas para relacionarlo con Osama Bin Laden', declaró ayer el secretario de Estado para la Salud, Tommy Thompson. 'Por ahora no sabemos si los tres casos tienen algo que ver entre ellos y no podemos tratarlos de forma conjunta'. El fiscal general (ministro de Justicia), John Ashcroft, también aseguró que era 'prematuro decidir en estos momentos' una conexión directa con el millonario de origen saudí. El pasado viernes, sin embargo, el vicepresidente Dick Cheney había asegurado que la única forma de llevar a cabo la investigación era presuponer que Al Qaeda, la organización de Bin Laden, era responsable de los brotes de ántrax en EE UU.

El FBI seguía ayer considerando por separado los casos ocurridos en los Estados de Florida, Nueva York y Nevada, donde han resultado contagiadas un total de 12 personas, una de ellas ya fallecida. La investigación, desbordada por miles de denuncias, no ha dado nada nuevo. 'Lo que más me preocupa en estos momentos es que las falsas alarmas colapsen nuestros laboratorios, esto es lo que quieren los terroristas', dijo Thompson.

En todo caso, EE UU no descarta la posibilidad de un ataque bacteriológico. Thompson aseguró que el Gobierno disponía de bastantes dosis de Cipro, el antibiótico más utilizado contra el ántrax, para tratar a dos millones de personas durante dos meses. 'Hemos conseguido del Congreso 1.000 millones de dólares más para luchar contra el bioterrorismo', aseguró.

- Nueva York. Un policía y dos técnicos de laboratorio que manipularon la carta, que contagió a la empleada de la televisión NBC, también resultaron infectados y estaban ayer bajo tratamiento, informó el alcalde de la ciudad, Rudolph Giuliani. Otra empleada de la cadena, que primero abrió el correo contaminado, procedente de Trenton (New Jersey), habría desarrollado síntomas de exposición al bacilo pero no hay confirmación.

- Florida. En Boca Ratón, los cinco nuevos infectados del grupo de prensa American Media, donde la semana pasada se detectaron los primeros tres casos de contagio, uno de ellos mortal, se sometían a otras pruebas. Los responsables del Servicio Nacional de Salud detectaron anticuerpos del bacilo en posteriores análisis de sangre, dado que las primeros pruebas nasales no indicaron la presencia del carbunco.

- Nevada. En Reno, los empleados de las oficinas que tocaron una carta procedente de Kuala Lumpur, infectada con ántrax, dieron negativo en las primeras pruebas. El Gobierno de Malaisia aseguró ayer que cooperará con EE UU para determinar el origen y mandatario del correo.

- Nueva Jersey. En Edison, los análisis de un empleado de la factoría de Ford dieron 'resultados ambiguos' sobre un posible contagio, informó ayer The Washington Post. Nueva Jersey ha sido objeto de la atención especial del FBI. Allí se encuentra la mezquita donde solían reunirse los responsables del primer atentado contra las Torres Gemelas, en 1993.

En los dos últimos días también se han producido casos de puro pánico. Un vuelo de United Airlines, procedente de Chicago, fue retenido durante varias horas a su llegada a San José (California) porque uno de los pasajeros denunció la presencia de una sustancia sospechosa. Resultó ser confeti de una tarjeta de felicitación. Un empleado de US Airways llamó a la policía tras detectar unos polvos raros en una de las terminales del aeropuerto de Pittsburg, otra falsa alarma.

Los norteamericanos, especialmente los de las zonas afectadas, han hecho acopio del antibiótico Cipro, el más utilizado en los casos de ántrax, hasta el punto de que su fabricante, Bayer, tiene previsto aumentar su producción en un 25%. Las autoridades sanitarias han advertido, sin embargo, de que se trata de un fármaco que no se puede tomar a la ligera. 'No sirve de nada tomar Cipro si no se sospecha de posibles síntomas', resaltó el secretario de Estado de Salud, Tommy Thompson, 'la gente tampoco puede ir todo el día con máscaras anti gas. Debemos volver a la normalidad'.

'Esta es una forma muy barata de sembrar el terror', comentó Judith Miller, la periodista de The New York Times, experta en bioterrorismo, que recibió el viernes una de las falsa cartas de ántrax. 'Quien hizo esto logró crear el pánico con unas cuantas esporas o un poco de talco para bebé'.

Lo cierto es que la infraestructura sanitaria del país se ha visto un poco desbordada. En el último siglo tan sólo se han detectado 18 casos de ántrax en EE UU.

Expertos inspeccionan una caja en el aeropuerto de Sidney.
Expertos inspeccionan una caja en el aeropuerto de Sidney.REUTERS

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