Irán refuerza sus tropas en la frontera para atajar la llegada masiva de afganos
El Gobierno iraní ha enviado a miles de soldados a la frontera con Afganistán para tratar de impedir la entrada masiva de refugiados. Irán, que acoge ya a cerca de dos millones de refugiados afganos, advirtió que sólo aceptará la creación de campos de refugiados en la frontera si se establecen en suelo de Afganistán. Entre ambos países hay 900 kilómetros de frontera, en su mayor parte de terreno agreste y difícil de controlar.
A pesar de que la situación en la frontera era ayer de calma, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados señaló que el movimiento de personas en dirección a la frontera iraní era más elevado que en los días precedentes, de acuerdo con 'informes informales' procedentes del interior de Afganistán. Estos informes calculan que al menos 1.000 personas se dirigían a la frontera con Irán después de que en la ciudad fronteriza de Zarandj se hubieran producido incidentes entre los talibán y la población, según medios iraníes.
Las autoridades iraníes reiteraron ayer su indignación por el ataque contra Afganistán lanzado por EE UU y el Reino Unido. '¿Cómo puede justificarse esta opresión y la muerte de civiles inocentes?', se preguntó Alí Jamenei, máximo líder espiritual del país. La televisión pública mostró imágenes de Jamenei hablando ante clérigos y feligreses, que respondían: '¡Muerte a América! ¡Muerte a Israel!'.
El ministro de Asuntos Exteriores, Kamal Jarrazi, consideró 'inaceptables' los ataques y que sólo beneficiarán a los extremistas: 'Estamos preocupados porque este tipo de operaciones no eliminará el extremismo, sino que contribuirá a reforzarlo'. En su opinión, la lucha antiterrorista de Washington es sólo una 'excusa' que esconde intenciones 'imperialistas'.
También desde Teherán, donde vive exiliado, Gulbuddin Hekmatyar -uno de los históricos señores de la guerra en Afganistán- calificó el ataque de 'bárbaro'. Hekmatyar, que se ha desvinculado de la antitalibán Alianza del Norte, encabeza una de las facciones shiís en el conflicto afgano, si bien descartó por el momento colaborar con los talibán en contra de la 'agresión'.
Por otra parte, Tayikistán, que comparte con Afganistán cerca de 1.300 kilómetros de frontera, ha decidido abrir su espacio aéreo a la aviación estadounidense, incluida la militar, según anunció un portavoz del Gobierno japonés tras entrevistarse ayer con el presidente tayiko, Enomalí Rajmónov.
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