Los afganos no ven las noticias
Con la televisión y las fotografías prohibidas, la población sólo se informa en corrillos en torno a una radio
Millones de personas en todo el mundo miran el drama de Afganistán a través de las pantallas de televisión. A los afganos, en cambio, no se les permite mirar.
Afganistán es el único país del mundo en el que sus habitantes no han visto las imágenes de los aviones chocando contra el World Trade Center de Nueva York. Tampoco han podido ver cómo las torres se desmoronaban y se convertían en la tumba de miles de personas.
Estas escenas, inimaginables incluso en las películas, no pudieron ser vistas en Afganistán, donde la vida misma se parece a una película de Hollywood: la televisión está prohibida por orden de los talibán y ni siquiera están permitidas las fotografías.
Armas, drogas, bombas y terrorismo forman parte del drama de la vida afgana junto a espías, intrigas palaciegas y comandantes militares envueltos en luchas de poder y de fidelidades. En medio, el hambre y el sufrimiento humano. Todo esto se entremezcla en las imágenes que ofrecen las televisiones de todo el mundo. Pero los afganos sólo pueden oír algunas de estas noticias, nunca verlas.
Incluso el mulá Mohammad Omar, líder espiritual de los talibán y único hombre que puede decidir una eventual entrega de Osama Bin Laden, es muy posible que nunca haya visto las imágenes de los atentados que devastaron el corazón de Nueva York.
'Cuando escuché en la BBC la narración de lo que había pasado en el World Trade Center me pareció irreal', afirma Shaheen, un comerciante de la capital de Afganistán, Kabul. Shaheen explica que la mayoría de afganos se enteraron de los atentados poco después de que se perpetraran porque muchos suelen seguir los boletines de noticias de radios extranjeras.En esta ocasión, además, estaban convencidos de que lo sucedido podía cambiar sus vidas. Osama Bin Laden se situó rápidamente como principal sospechoso de haber instigado las acciones y los afganos saben que el multimillonario saudí ha establecido sus bases en las inaccesibles montañas del país.
Mientras que el resto del mundo miraba horrorizado y en directo las imágenes del atentado a través de la televisión, los afganos tenían las orejas pegadas a sus transistores. Las tres emisoras más seguidas en el país son La Voz de América, la BBC y La Voz de Alemania. Ellas conectan a los afganos al mundo.
El movimiento talibán ha prohibido la televisión e incluso cualquier tipo de fotografía, de acuerdo con la creencia de que podrían convertirse en iconos y en una ofensa para una religión que venera a un único Dios. Pero incluso sin esta prohibición expresa, serían pocos los afganos con posibilidades de adquirir un televisor e instalar una antena para recibir la programación de las cadenas internacionales.
La mayoría sintoniza con la emisora oficial, Radio Sharia, portavoz de los talibán. Pero también hay millones de personas que escuchan la programación que cadenas internacionales emiten en varias de las lenguas del país. Tienen clara la importancia de seguir las noticias y es fácil encontrar en Kabul grupos de gente en la calle tomando té alrededor de un aparato de radio.
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