Piqué responsabiliza a Israel de no facilitar el proceso de paz en Oriente Próximo
El ministro español achaca a 'un error de Europa' el protagonismo de Estados Unidos
'Es un error de Europa que Estados Unidos haya sido el único país protagonista en este conflicto', manifestó ayer Piqué en una conferencia de prensa con su homólogo sirio, Faruk al Shara, quien añadió: 'Una de las razones del fracaso de la paz es que Estados Unidos haya querido tener ese protagonismo exclusivo. Comparto, por ello, la opinión de Piqué de que la UE debe tener un papel más relevante, pero también Rusia. Tenemos que trabajar para equilibrar lo que está pasando, porque el actual Gobierno israelí antepone la seguridad a la paz. No tiene un plan de paz, sino un plan de seguridad interno que creo que no le va a servir para nada'.
El ministro español hizo una reflexión parecida tras entrevistarse con Al Shara. 'En la actual situación, el Gobierno israelí tiene una enorme responsabilidad', dijo, 'que, parcialmente, comparte con los palestinos, porque los dos deben hacer esfuerzos para reducir el actual nivel de violencia. No me refiero a los atentados indiscriminados contra la población civil, sino a la Intifada y su represión desproporcionada. Y es ahí donde está la segunda responsabilidad del Gobierno de Israel, porque es evidente que sus dirigentes actuales no están actuando como exigen las resoluciones de la ONU y los acuerdos de Madrid, que son la única base posible de la paz. Ni Sharon ni Peres'.
Definir el papel de Europa
Piqué dice volver de este viaje convencido de que el líder palestino, Yasir Arafat, quiere realmente la paz y de que la condena por Europa de la política israelí de asentamientos, del bloqueo de los territorios palestinos, de la desmesura de la represión y de los ataques a Líbano es fundamental para compensar un desequilibrio sin esperanza. Pero más allá de esto, a seis meses de que España asuma la presidencia de la UE, no logra definir un papel más ambicioso para Europa en Oriente Próximo. Lo atribuye a dos dificultades, que ha reiterado en las cinco capitales que ha visitado.
Por un lado, están las divergencias entre los Quince, donde las filias árabes de Francia, Italia o España chocan con la tendencia proisraelí de Holanda, Austria o el Reino Unido. 'La política exterior europea es de consenso', ha explicado Piqué cada vez que, en El Cairo, Ammán, Beirut o Damasco, se le han quejado de que Europa no se implique más en el proceso. Por otro, está el hecho de que ni los palestinos, ni mucho menos Israel, que desconfía tradicionalmente de Europa y se apoya en EE UU, aclaran cuál es ese papel mayor que debería tener la UE. 'No tenemos afán de protagonismo ni voluntad de injerencia. Son las partes las que nos tienen que indicar qué debemos hacer', insistió ayer Piqué.
Europa, piensa el ministro, no puede aceptar que su papel se reduzca a apoyar económicamente a Palestina o a ser tironeada para que tome partido por un lado u otro en lo político. Las dificultades de la equidistancia han quedado de manifiesto en este viaje. Aunque su mensaje de fondo ha sido el mismo, Piqué ha parecido más propalestino en Ramala o Damasco y más proisraelí en Jerusalén, donde se perdió con una desafortunada incursión en el laberinto vasco. Hoy mismo pedirá comparecer con urgencia en el Congreso para explicar los resultados de este viaje.
[Mientras tanto, Israel celebró ayer el 53º aniversario de su independencia en un clima de gran tensión con los palestinos que luchan por el nacimiento de su propio Estado. Decenas de miles de palestinos asistieron al entierro de los cuatro activistas de Al Fatah que, según las autoridades palestinas, fueron asesinados por Israel el día anterior, informa Efe. El funeral fue el más multitudinario de los celebrados en Gaza y Cisjordania desde el inicio de la Intifada].
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