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Tribuna:LA NOCHE DE LA 'AMBICIÓN RUBIA'
Tribuna
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En un país sin censura

Conocí a Madonna al día siguiente de perder el oscar y a Carmen Maura. Ella misma me llamó al hotel, Madonna es una chica muy directa. Estaba rodando Dick Tracy y a mí me apetecía mucho conocerla y ver los decorados de la película, así que fui a verla a los estudios Universal.Durante las tres o cuatro horas que pasé con ella fue adorable y uno siempre recuerda cosas, cuando te suceden en Los Angeles. Por aquella época Madonna estaba radiante, respiraba felicidad por todos sus poros. Ella misma me lo confirmó, acababa de romper con una pesadilla (Sean Penn) y de iniciar un sueño (Warren Beatty). Me relaciono muy bien con las mujeres enamoradas, tanto con las que viven en la plenitud del amor, o al contrario. Estuvo tan graciosa tan deliciosamente vulgar, tan espontánea que yo le pregunté s era capaz de hacer todo eso de lante de la cámara. Ella me respondió: "Compruébalo". Todo un reto y una tentación. Después yo volví a España, me enfrasqué en ¡Átame! y he vuelto a comunicarme con ella en dos o tres ocasiones. Quedamos en vernos cuando pasara por Madrid y así ha sido. Una noche antes de su actuación cenamos con todo su grupo y parte de mi compañía estable: Bibí, Loles, Rossy, Antonio y Manuel Banderas, Alaska, Sybila, Carlos Berlanga, etcétera.

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Como anfitrión traté de ofrecerle lo más adecuado, una cena vegetariana que ella misma me pidió animada por un cuadro flamenco, números especiales interpretados por Bibí, Loles, Rossy y el Banderas y un poco de relax antes de enfrentarse a la gran noche. Pero la Madonna que me he encontrado en Madrid estaba más cansada que la de Los Ángeles y un poco más crispada. Los meses de gira habían debilitado su cabello descolorido. Como europeo le pedí perdón por sus problemas con los carcas italianos, y ella, a su vez, hizo lo propio con sus paisanos americanos. Le prometí que aquí no tendría problemas, que se encontraba en un país sin censura donde todo el mundo entendía muy bien el poder y la debilidad de la carne.

Todavía no he visto su espectáculo pero sé que la sensualidad forma una parte muy importante del mismo. Una -sensualidad dominante y femenina. Durante la cena me estuvo preguntando la traducción en español de varias frases que dice en el espectáculo, todas ellas obscenas y divertidas. Para mí fue un placer enseñarle palabrotas que ella iba apuntando en una libreta y que yo le hacía pronunciar una y otra vez hasta que se pareciera al español. No hay quien le niegue que es una curranta. Le interesaron mucho lo dos Banderas (Antonio y Manuel), pero desgraciadamente ninguno de los dos estaban libres. Hacia la medianoche nos despedimos, ella rodeada de guardaespaldas y yo con la sensación de haber hablado demasiado, porque acabo de operarme de un pólipo y el médico me ha pedido que hable muy poco. Pero soy un caballero y no puedo olvidar que al día siguiente de no ganar el oscar ella me llamó y estuvo deliciosa conmigo. De todos modos, sin ser perfecta, esta chica tiene algo, de verdad. Y no sólo ambición, como dice Mick Jagger.

Pedro Almodóvar es realizador de cine.

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