“Mireia es como Benjamin Button”
Fred Vergnoux, el entrenador de Mireia Belmonte, reflexiona sobre los objetivos planteados para los Juegos de Tokio tras la conquista del oro olímpico en 2016
Pasan los años en Sierra Nevada y la nieve cae y se derrite sobre el Mulhacén y pasan los inviernos y los veranos y Mireia Belmonte sigue ahí, encerrada durante semanas en la piscina del CAR a 2.000 metros de altura con Pol Gil, Jimena Pérez y Antonio Arroyo, sus compañeros de fatigas, y con Fred Vergnoux (Francia, 1974), su entrenador, que no para de darle vueltas a todo después del oro de los Juegos de 2016. ¿Y ahora qué?
Pregunta: ¿Un entrenador bueno tiene que tener buenas ideas? ¿O basta con la persuasión?
Respuesta: Sí, sí... pero los fundamentales del entrenamiento te los tienes que comer sí o sí. No es superagradable ni superdivertido, pero es fundamental. Un maestro pianista con 40 años de práctica te puede tocar cualquier partitura. Pero cada día hará las primeras cosas que hizo el primer día que fue a una escuela de música: tocará las gamas. El solfeo. Armstrong a veces cogía una partitura y se pasaba siete horas repitiendo la misma página. La educación es repetición.
P. ¿Por ejemplo?
R. Una mañana en altitud hacemos 16 series de 400 metros. Repetimos 16 veces 400 metros. Si de acuerdo con la información que tengo me basta con hacer un 400 para sacar el mismo beneficio, haríamos solo uno. No soy estúpido. Pero con uno no vamos a ningún sitio y probablemente con diez tampoco. Quizás con 12 estaríamos haciendo lo mismo que el año anterior. Pero entonces no estaríamos dentro de la novedad: y es aquí donde el entrenador tiene muchísima importancia. A veces tenemos que hacer 16 con una exigencia específica dentro de cada grupo de 400. Mireia tenía que hacer cosas muy concretas dentro de cada grupo de 400. El 400 más rápido debe ser el último. Para conseguir esto hay que plantear bien las cosas antes, después y durante. No se puede hacer de golpe. Si estás muerto después del primero y te quedan 15 es complicado. Tienes que organizar el entrenamiento de manera que las cosas salgan así.
P. ¿Por qué da la sensación de que Mireia no se cansa de esto?
R. A ella le gusta cada vez más. Yo le digo: tú eres como Benjamin Button. Cada año que pasa eres más joven. A mí cada año me da la sensación de que puede conseguir más. Es de locos. Nunca he tenido la convicción más grande que hoy de que Mireia puede nadar más rápido. Y esta convicción la voy a tener hoy más alta y mañana más. Y probablemente el año que viene te diré lo mismo. Tiene 26 años y … cuando la conocí con 19 años decía: “Esta chica tiene un potencial…” Pero hoy le veo más potencial. ¿Por qué? Porque lo veo en los entrenamientos.
P. ¿Puede mejorar el 2m 4,85s de Río en 200 mariposa?
R. Sí. Estoy convencido por la evolución de Mireia como deportista. Porque la veo más segura, más tranquila, más relajada. La veo gestionar más y mejor los momentos de tensión o presión. Sabe cuándo apretar y cuándo gestionar en los entrenos. Podemos mejorar su nivel de fuerza muchísimo. La fuerza es un mundo por descubrir. Este año ha hecho un par de sesiones que no ha hecho nunca y no es casualidad. ¡La piscina no tiene corriente! En Font Romeu la vi más rápida que antes de Río. Hicimos cuatro de 50 mariposa con bañador de competición e iba todo a 28s. Salida en 28,0s, segundo largo en 28,9s, tercero en 28,9s y cuarto en 28,8s con un minuto de descanso entre cada 50. En Río antes de competir iba igual, ¡pero en Font Romeu estábamos en altura!
P. ¿Y en los Juegos de 2020? ¿Qué pasará si no aparecen nadadores capaces de nadar el 200 mariposa en 2m 4s?
R. Sería genial que Mireia gane el 200 mariposa en Tokio pero yo se lo he dicho a ella: para eso tienes que empezar a bajar de 2m 4s. Trabajamos para nadar en 2m 3s. Si en dos años una nadadora se pone en 2m 3s, pues trabajaremos para nadar en 2m 2s. Si seguimos con este 2m 4s, en tres años kaput. Hoy el 2m 4s todavía te puede dar una medalla, un podio… Pero a partir de 2018 se acaba.
P. ¿La falta de competencia es buena o mala?
R. El desafío está en las chicas que ahora tienen 16 o 17 años. Espero una americana o una china en 2m 5s. Si viene lo tendremos chungo. Yo le digo a Mireia: “¡Yo deseo que haya una que nade 2m 3s rápidamente!”. Eso es lo mejor que le puede pasar a Mireia. O me dice: “Fred, ya soy campeona olímpica, gracias por todo” o “Fred, vamos a pelear por hacer 2m 2s”. Un cambio de escenario sería mejor. Lo mejor que le puede pasar a Messi este año es que Cristiano gane el Balón de Oro.
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