La crisis se agudiza con más de 70.000 despidos en multinacionales
Caterpillar echa a 20.000 personas en Estados Unidos en una jornada negra para el empleo - ING y Sprint anuncian fuertes recortes de plantilla
Hace meses que los gurús hablan del Pearl Harbour financiero, de la peor crisis desde la Gran Depresión de los años treinta. La banca lleva meses sufriendo de lo lindo los excesos del pasado. La Bolsa acumula un año de pesadilla. Pero el mercado de trabajo materializó ayer los peores augurios en un lunes negro en el que apenas ocho grandes multinacionales anunciaron más de 70.000 despidos en todo el mundo, con EE UU a la cabeza y Europa inmediatamente detrás. La cifra da la medida de la complejidad de las turbulencias, que se han convertido en una recesión rotunda que va más allá del sector financiero.
Porque la crisis va ganando profundidad a marchas forzadas. El fuerte parón se deja notar en toda la economía: los despidos afectaron ayer a trabajadores de la construcción (Caterpillar); la industria farmacéutica (Pfizer); la banca (ING); las telecomunicaciones y la electrónica de consumo (Sprint-Nextel y Philips); los grandes fabricantes automovilísticos (General Motors); las compañías de gran consumo (Home Depot, Starbucks), y la producción minera (Corus). Se trata de algunas de las actividades más globalizadas y que más han tirado de la economía mundial en los últimos años.
Las Bolsas europeas reaccionan con fuertes subidas, en torno al 3%
Caterpillar, una de las grandes compañías beneficiadas por el boom de la construcción y de las materias primas, se convirtió en el gran exponente de la severidad de un huracán que afecta a todo el planeta. El gigante estadounidense de la maquinaria anunció una drástica reducción de empleo que ejecutará de aquí a marzo y que afecta a 20.000 puestos de trabajo, el equivalente a una quinta parte de su plantilla.
Caterpillar afronta tres problemas a la vez. La multinacional sufre en EE UU por la fuerte contracción del sector inmobiliario, que se adentran en su tercer año sin visos de estabilizarse a corto plazo. A esto se le sumó el año pasado el impacto de la crisis en Europa, Japón y los países emergentes, con recortes en grandes proyectos en infraestructuras. Y este frenazo planetario se adereza con la reciente apreciación del dólar. Hasta el pasado verano, la compañía estadounidense sacaba ventaja de la debilidad de su moneda para ofrecer sus máquinas a precios muy competitivos. Además, la compañía sacó tajada de la fuerte demanda por las materias primas, como minerales y energía, que ahora se desploma.
La dirección de Caterpillar advirtió que 2009 será duro, el peor año desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Esa previsión y los malos resultados presentados ayer hicieron caer los títulos de la compañía con fuerza en Bolsa.
El segundo mayor recorte anunciado ayer es el de Pfizer, unos 19.000 empleos, tras la compra de su rival Wyeth. Pero la lista de grandes símbolos corporativos que anuncian despidos masivos no para de crecer. DuPont, 3M, DowChemical, Viacom, Fedex, Motorola, AMD o Microsoft son algunos de los ejemplos más destacados en EE UU. Ayer se unieron varias multinacionales más. Sprint-Nextel se sumó al grupo con 8.000 despidos, el 14% de la plantilla, con los que espera ahorrar 1.200 millones de dólares al año (910 millones de euros). El tercer operador de telefonía celular en EE UU sigue los pasos de AT&T, que en diciembre anunció que eliminaba el 4% de su personal, unos 12.000 empleos.
El lunes negro para el empleo en EE UU lo completó Home Depot, la mayor cadena especializada en la venta de artículos para el hogar, que se deshace de otros 7.000 empleos, el equivalente al 2% de la plantilla. Además, General Motors explicó que podría suprimir 2.000 puestos de trabajo. Y la cadena de cafeterías Starbucks prepara otro recorte de plantilla, que podría afectar a un millar de empleados.
En Europa, las malas noticias se concentraron en el Reino Unido y en Holanda, pese a que países como Alemania, Francia y España presentan también serios problemas en la industria. El grupo holandés ING anunció unas pérdidas de 1.000 millones de euros en 2008 y la dirección del banco comunicó que despedirá a 7.000 empleados, más del 5% de su plantilla. La multinacional electrónica Philips (también holandesa) explicó que acelerará su plan de reestructuración con 6.000 despidos adicionales. En el Reino Unido, el productor de acero Corus -propiedad del grupo indio Tata- adelantó que echará a 3.500 personas, la mayor parte en sus factorías británicas.
El castigo es ya tan severo en los mercados que las Bolsas respondieron con un rebote notable, en parte debido a las noticias tranquilizadoras en el sector financiero. Los parqués europeos lograron ganancias en torno al 3% y fuertes subidas en la banca, que esperaba peores resultados en ING y BNP. No es una paradoja: los inversores suelen comprar cuando las multinacionales presentan recortes de empleo. Así ha sido a lo largo de los últimos años de excesos. Y así sigue siendo en plena recesión.
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