La banca encarece el crédito pese a la drástica caída del Euríbor
El tipo interbancario baja del 2% y se acerca a su mínimo histórico - Las entidades cargan diferenciales hasta de 2,5 puntos en préstamos nuevos
"Con el dinero que ganas, te puedo ofrecer una hipoteca al Euríbor más el 1%. Pero todo depende de tu perfil de riesgo. La semana pasada, sin ir más lejos, concedí una a un tipo superior al 5%". Es lo que decía ayer el director de una sucursal de una gran caja en el centro de Madrid. A la misma hora a la que el directivo pronunciaba esta frase, el Euríbor caía, por primera vez desde 2004, por debajo del 2%.
Pero los bancos y cajas no parecen haberse enterado de que el índice hipotecario está a un paso de alcanzar el mínimo de sus más de 10 años de historia. Porque en este tiempo en el que el Euríbor se ha desplomado -en cinco meses ha pasado del 5,5% al 2%-, las entidades financieras se han guardado en la manga un recurso que mitiga la alegría de los nuevos hipotecados: endurecer las condiciones de los préstamos que conceden. Basta preguntar en unas cuantas sucursales bancarias para comprobar que el diferencial del 0,25% que hace un año se podía encontrar se ha convertido hoy en algo imposible. Abundan ahora las ofertas de hipotecas que añaden al índice el 0,75%, el 1% o el 1,25%. O incluso más allá.
A las operaciones para consumo se les aplica un interés medio del 11,5%
"Hemos triplicado el diferencial. Hace un año apenas necesitaba el permiso de la central para dar hipotecas al 0,75%; mientras que cualquier contrato con diferenciales inferiores a dos puntos ahora tiene que pasar por mis superiores", confiesa el subdirector de la sucursal en Tarragona de una caja catalana.
Pero no hace falta salir a la calle para confirmar esta impresión. Los datos del Banco de España corroboran que nunca antes había existido un salto tan grande entre el Euríbor y los tipos medios a los que las entidades conceden préstamos.
"Es cierto que en los últimos meses ha aumentado el diferencial que cobran los bancos", reconocen en la AEB, la patronal del sector. Y aducen varios motivos para esta evolución. El primero, que la crisis de liquidez ha hecho que la banca aumente las primas de riesgo, lo que en cierto modo amortigua la caída del índice hipotecario. Además, según la AEB, la remuneración que las entidades dan a sus clientes por los depósitos también está cayendo, pero a un ritmo inferior que el Euríbor. Por eso, prefieren no repercutir totalmente el abaratamiento de los créditos. "Por último, nuestros márgenes están disminuyendo. La entidad se queda cada vez con menos dinero", concluyen los portavoces de la patronal. A los bancos también se les ha encarecido enormemente la financiación mayorista.
Aumentar el diferencial no es el único instrumento de bancos y cajas para endurecer el crédito. Frente a los excesos de años anteriores, cuando se financiaba más que el valor de tasación de la vivienda, los préstamos que se firman ahora cubren hasta un 80% del valor del piso. Y las entidades procuran que el nivel de endeudamiento de los clientes no supere el 40% de sus ingresos mensuales.
El mayor rigor no afecta sólo a las familias que quieren comprar un piso. Los datos del Banco de España sobre créditos al consumo son todavía más llamativos. La tasa anual equivalente (TAE) para el consumo se disparó el pasado enero hasta el 11,5%. Es decir, casi nueve puntos más que el Euríbor de ese mismo mes.
Las compañías sufren también los nuevos aires bancarios. Jesús Bárcenas, presidente de Cepyme (la patronal de pequeñas y medianas empresas), se queja no sólo de que no se hayan abaratado los créditos, sino de que ahora sean más caros que hace un año, cuando el Euríbor estaba más de 2,5 puntos porcentuales por encima del nivel actual.
Mientras los bancos trasladan tarde y mal los bajones del Euríbor, este índice continúa acercándose a su mínimo histórico. Todo el mundo espera que el Banco Central Europeo baje hoy los tipos de interés oficiales hasta el 1,5%. Así que el famoso índice que condiciona lo que familias y empresas pagan por sus préstamos tiene todavía margen para continuar a la baja.
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