El Tesoro aprovecha el alivio en los mercados para emitir más deuda

El Tesoro quiere aprovechar la recuperación de la confianza en España, el alivio de la presión sobre los títulos españoles y las rentabilidades relativamente bajas a las que cotizan los bonos en los mercados secundarios para emitir más deuda. El calendario anunciado por el Tesoro preveía para este jueves la subasta de bonos a 15 años, pero a esta operación se sumará otra de títulos con vencimiento en julio de 2032 que no estaba prevista.

El Estado tiene pendiente por emitir unos 60.000 millones en 2010. Para el próximo ejercicio, las previsiones apuntan a unos 190.000 millones de euros.

Pese a que España ha abandonado el grupo de cola de la crisis, los problemas financieros de Irlanda han demostrado que no es inmune a la reaparición de las dudas sobre los países del euro con mayores déficits. Por culpa de este regreso de la incertidumbre, que ha estado acompañado por la rebaja de la nota de solvencia española de Moody's, las últimas subastas realizadas por el Tesoro han visto como aumentaban los intereses exigidos a los títulos españoles. Sin embargo, tras dos semanas de calma en los mercados de deuda, tanto la rentabilidad de los bonos a 10 años, que está por debajo del 4%, como la prima de riesgo, que es el diferencial entre sus tipos y el que pagan los alemanes, están volviendo a los niveles de principios de agosto tras la publicación de las pruebas de estrés a finales del mes anterior.

La prima que debe pagar España para convencer a los inversores de que compren su deuda en lugar de los bonos alemanes, de referencia por su estabilidad, se mueve hoy en los mercados secundarios en torno a los 160 puntos básicos, su nivel más bajo desde la primera semana de agosto.

Con esta subasta extraordinaria, el Tesoro pretende atender la demanda de las entidades que se encargan de colocar los bonos del Estado, los llamados creadores de mercado, según han informado a Europa Press en fuentes financeras. Antes del jueves, el Tesoro emitirá el martes letras a seis y doce meses, con la duda de si la rebaja del coste de la deuda se mantendrá tal y como ha ocurrido en las últimas subastas.