_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘American Rust’, una mirada deprimente y real

Si se quiere saber el cómo y el porqué de los Estados Unidos profundos, los nueve capítulos de este drama son mucho más ilustrativos que los telediarios

Jeff Daniels, protagonista de 'American Rust'.
Ángel S. Harguindey

Cada vez es más evidente que la ficción resulta indispensable para conocer un tiempo y un país como los informativos no consiguen. Si se quiere saber el cómo y el porqué de los Estados Unidos profundos, del ambiente que se respira en un pequeño pueblo al suroeste de Pennsylvania en el llamado cinturón de óxido, inmerso en la crisis económica de la primera década de nuestro siglo y sin olvidar que lo particular y lo general están correlacionados, los nueve capítulos de American Rust (Movistar+) son mucho más ilustrativos que unos telediarios incapaces de analizar lo que brevemente narran y en los que lo banal se entremezcla con lo trascendente.

La trama principal cuenta las consecuencias de un asesinato en el que se ven involucrados dos jóvenes del pequeño pueblo de Buell. El jefe de policía (Jeff Daniels) es el amante de la madre de uno de los jóvenes (Maura Tierney) y tratará de ocultar las pruebas que involucran a su hijo. Naturalmente, la historia se desarrolla colateralmente a las de otros vecinos del pueblo y las relaciones entre ellos.

Pero en American Rust tan importante como el argumento policíaco es la descripción de un ambiente social deprimente, con un elevado índice de paro en una zona que fue de las más industrializadas del país y en la que el empobrecimiento de la clase trabajadora es el contrapunto de la arrogancia demagógica y triunfalista de Donald Trump.

Creada por Dan Futterman y basada en la novela homónima de Philipp Meyer, la serie muestra un fenómeno cíclico: las crisis económicas del sistema, y la ficción nos lo recuerda: ahí está, por ejemplo, Las uvas de la ira, la extraordinaria alianza de Steinbeck y John Ford.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_