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Elecciones autonómicas y municipales
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La derrota más amarga de la izquierda

El Partido Popular, con el peor resultado de su historia, suma con Ciudadanos y Vox la mayoría absoluta suficiente

Manuela Carmena e Íñigo Errejón, antes de la rueda de prensa tras los resultados electorales.Vídeo: JULIÁN ROJAS / QUALITY

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La izquierda ha respirado estos días el clima entusiasta de los acontecimientos históricos: después de 24 años consecutivos de Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid fiaban a las encuestas la recuperación del poder autonómico perdido y el mantenimiento de la alcaldía de la capital que arrebató a la derecha en 2015.

Eran dos símbolos imbatibles para el triunfo emocional de una noche que situó al PSOE como primera fuerza en los resultados globales de las elecciones europeas, autonómicas y municipales. Pero el entusiasmo de la izquierda quedó aplastado por un recuento que se envenenó a medida que se acercaba la medianoche y que terminó en decepción absoluta de madrugada.

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Primero, por el desenlace del escrutinio en la capital. El Partido Popular, con el peor resultado de su historia, suma con Ciudadanos y Vox la mayoría absoluta suficiente (30 concejales y más del 50% de los votos) para recuperar la alcaldía de Madrid.

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A Manuela Carmena se le escapó el poder por el agujero que abrieron durante cuatro años concejales de su propio Gobierno municipal encabezados por Carlos Sánchez Mato, el titular de Hacienda que fue destituido a mitad de mandato. El concejal rebelde optó por liderar una candidatura, la de Madrid en Pie, que hizo luz de gas a Más Madrid durante la campaña electoral con el impulso de Pablo Iglesias. El desconcierto de la izquierda madrileña ante esos movimientos ha sido importante.

Con 42.000 sufragios (2,65% de los sufragios), Sánchez Mato se quedó sin representación en el ayuntamiento de Madrid pero restó votos para empujar, aunque no los suficientes para alcanzar la mayoría absoluta. La suma de sufragios y porcentajes de las tres derechas superó a los apoyos de Mas Madrid, PSOE y Madrid en Pie. Pepu Hernández, el candidato que Pedro Sánchez se sacó de la manga para reforzar al PSOE, acabó restando (un concejal y un punto menos de porcentaje de voto).

En la Comunidad de Madrid, la fractura de Podemos trajo el mismo desconcierto y resultados insuficientes. Con dos candidaturas, la de Isabel Serra e Íñigo Errejón, sumaron los mismos diputados que hace cuatro años, menos de los necesarios para ayudar al PSOE a tocar la mayoría absoluta. El éxito de Pedro Sánchez en las elecciones generales tampoco añadió demasiado al candidato Ángel Gabilondo, que apenas ganó un diputado respecto a la cita electoral de 2015.

La extrema derecha de Vox, con un porcentaje de apoyos entre el 8% y el 9%, se convierte en crucial para que el PP recupere la alcaldía de Madrid y mantenga el gobierno de la Comunidad por apenas un escaño, según los resultados con el 89% del voto escrutado. El experimento andaluz tiene los votos suficientes para repetirse en Madrid.

Los vientos de los grandes cambios políticos en España han entrado siempre por Madrid. En 1995, la mayoría absoluta de Alberto Ruiz-Gallardón anticipó la primera victoria del PP de José María Aznar en las generales de 1996. En 2003, la mayoría absoluta de la izquierda en la Comunidad de Madrid (frustrada por dos tránsfugas socialistas) anticipó el éxito del PSOE en las elecciones generales de 2004.

En esta travesía del desierto, la izquierda ha tenido varias oportunidades de recuperar el Gobierno de la Comunidad de Madrid, pero en todas ellas acabó estrellado en curvas peligrosas pegadas a la recta final. En 2003, la izquierda (PSOE más IU) ganó a la derecha de Esperanza Aguirre, pero dos diputados socialistas (Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez) traicionaron a su partido y condujeron a la derrota más amarga en la repetición de elecciones que ganó el PP por mayoría absoluta.

En 2015, la izquierda (PSOE, Podemos e IU) sumó más porcentaje de voto que PP y Ciudadanos. Pero el candidato de IU, Luis García Montero, se quedó a un punto del límite necesario (5%) para conseguir representación, y el PP mantuvo por un solo diputado el gobierno autonómico. Aunque nunca caen dos rayos en un mismo sitio, la historia de la Comunidad de Madrid se repite: la izquierda y la derecha se han repartido casi a partes iguales el apoyo popular en cuatro de las convocatorias (así ocurrió en 1991, 1995, 2003 y 2015). En días como estos, la democracia en Madrid decide gobiernos por un puñado de votos.

El 26 de mayo de 2019 se ha repetido el mismo esquema en Madrid, aunque en esta ocasión el rayo abrasó a la izquierda en los dos feudos más simbólicos. La sombra de esa derrota llenó de amargura la victoria global de los socialistas.

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