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Interior se fió de los Mossos para impedir el referéndum aunque sospechaba de ellos

Los jefes de la Policía y la Guardia Civil señalan "indicios" y "dudas" sobre los agentes autonómicos en los días previos al referéndum

El jefe de la Guardia Civil en Cataluña durante el 1-O, Ángel Gozalo (d), a su llegada este jueves al Tribunal Supremo. En vídeo, declaración de Sebastián Trapote, responsable de la Policía Nacional el día del referéndum.Vídeo: MARISCAL (EFE) / EFE-EPV
Reyes Rincón

Los responsables de la Policía y la Guardia Civil el 1-O coincidieron este jueves en el juicio del procés en que sus sospechas sobre la falta de colaboración de los Mossos para cumplir la orden judicial de impedir el referéndum empezaron el día 19 de septiembre y fueron creciendo a medida que se acercaba el 1-O. A pesar de ello, Interior dejó en manos de los agentes catalanes la puesta en marcha del dispositivo policial la jornada de votación. Pasaron 12 días hasta que, a primera hora de la mañana del día del referéndum, comprobó la “inactividad” de la policía autonómica.

Los responsables de la Policía y la Guardia Civil han coincidido casi punto por punto en las explicaciones que han ofrecido al tribunal desde que, el 21 de septiembre de 2017, el fiscal superior de Cataluña designó al teniente de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo de seguridad de los tres cuerpos. Ambos han señalado que el exjefe de la policía autonómica, Josep Lluís Trapero (acusado de rebelión en la Audiencia Nacional) protestó ante este nombramiento y defendió que la policía autonómica podía encargarse sola de la tarea encomendada por el fiscal: evitar que se celebrara la consulta independentista, que había sido suspendida por el Tribunal Constitucional. En una de las primeras reuniones, el fiscal hizo ver a Trapero que su plan de actuación era apropiado para unas elecciones normales, pero no para un dispositivo destinado a impedir una convocatoria electoral ilegal. “Todos éramos conscientes de que ese día iba a ser muy complicado”, ha señalado Sebastián Trapote, responsable de la Policía Nacional el día del referéndum.

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El teniente general Ángel Gozalo, máximo responsable de la Guardia Civil en Cataluña durante el procés, señaló como punto de inflexión la entrada en un almacén de la empresa Unipost en Terrassa el 19 de septiembre por orden judicial. El mando contó que sus agentes pidieron ayuda a los Mossos y estos tardaron “40 minutos” en llegar. “Ese día percibí que algo estaba fallando. Si pedimos unos apoyos y hay una respuesta que no era especialmente adecuada ni oportuna…”.

Esta situación llevó al Ministerio del Interior a trabajar con un doble plan: uno que pasaba solo por prestar tareas de auxilio a la policía autonómica y otro, para sustituirlos si los agentes catalanes no actuaban. “Había muchos indicios” de que la policía catalana se cruzaría de brazos, dijo Trapote. Existían sombras de duda”, ha explicado el teniente general Gozalo. Pero se siguió confiando la puesta en marcha del dispositivo del 1-O a los hombres de Trapero.

Hasta que, a las 7.00 del 1-O, con la brigada de información de la policía desplegada por los colegios, Trapote tuvo confirmación de que los Mossos no estaba cumpliendo la orden judicial. El responsable de la Policía ha explicado una conversación que mantuvo a las 7.15 con Pérez de los Cobos: “Llamo al coordinador y le informo de los datos que yo tengo. Me dice que me llama en un momento, que tiene que hablar con el secretario de Estado [José Antonio Nieto]. Al momento me dice que teníamos dos planes, el a y el b. El a era colaborar con la policía autonómica y darle apoyo. Y el b, sustituirlos. Ponemos en marcha el plan b”.

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A partir de ese momento, las unidades de intervención de la Policía y la Guardia Civil acuden a los colegios, ante muchos de los cuales hay ya centenares de ciudadanos. “Eso estaba todo perfectamente organizado”, ha afirmado Trapote. “Sabían cómo hacer resistencia, había llamamiento en redes, hacían cadenas humanas, nos bloqueaban el paso, agredían e insultaban, trataban de dificultar no solo la entrada sino también la salida”. Ante esta situación, los agentes “no tuvieron más remedio” que usar la fuerza, ha señalado el comisario, que ha defendido que se actuó de forma “congruente, proporcional y racional”. “La policía no usa la fuerza de forma gratuita”, ha dicho.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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