_
_
_
_
_

Tensión e insultos en el acto de Ciudadanos en Alsasua en apoyo a la Guardia Civil

Albert Rivera reclama la unidad de los constitucionalistas en la plaza de la localidad navarra donde en 2016 fueron agredidos dos agentes, mientras un millar de personas se concentra en contra

Protesta contra el acto de Ciudadanos, este domingo en Alsasua.Vídeo: Javier Hernández / ATLAS
Pedro Gorospe

Albert Rivera logró este domingo una imagen inédita al unir a los partidos de derecha y de extrema derecha (Ciudadanos, PP y Vox) en un acto político en la localidad navarra de Alsasua en defensa de la Guardia Civil y de la unidad de España. En medio de un enorme dispositivo policial, y con momentos de tensión e insultos de un millar de radicales, Rivera emplazó a su público a “darse la mano en torno a la Constitución” para frenar al presidente, Pedro Sánchez.

Más información
El acto de España Ciudadana en apoyo a la Guardia Civil en Alsasua, en imágenes
Trasladan a Zaballa a dos de los condenados por la paliza a los guardias civiles en Alsasua
La pena de un condenado de Alsasua, reducida tres años

“Aquí, en Alsasua, el constitucionalismo tiene que salir reforzado, y el sanchismo debilitado”, dijo a escasos 50 metros del bar en el que dos guardias civiles de paisano y sus parejas fueron agredidos en 2016.

De hecho, el nexo de unión entre las tres fuerzas políticas fue precisamente la defensa de la Guardia Civil en la localidad. Rivera mostró su apoyo explícito “a los dos agentes y a sus parejas agredidas” y aseguró que cuando agreden a un guardia civil, agreden a la Constitución, a la convivencia e intentan liquidar el Estado. “El día que los demócratas seamos indiferentes a los que violan la democracia se acabará la democracia, por eso es importante que estemos hoy en Alsasua”, explicó.

Dos años después de la agresión a los agentes, siete jóvenes están encarcelados, con condenas que oscilan entre los dos y los trece años. Tres de ellos llevan más de 700 días en prisión, aunque no por un delito de terrorismo como pedía la fiscalía, sino de odio. Aquella noche, mientras los agentes y sus parejas tomaban una copa en el bar Koxka de la localidad, varios de ellos les identificaron y, según la sentencia y los partes de lesiones, les pegaron una paliza.

En medio de mucha tensión en los alrededores de la plaza y del incesante sonido de gritos, sirenas y de las campanas de la iglesia con las que intentaron boicotear su discurso —“creo que repicaban por las víctimas del terrorismo”, ironizó Rivera— el líder de Ciudadanos emplazó a los dirigentes que le escuchaban a “reconstruir el proyecto común español y el constitucionalismo del siglo XXI”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Campanadas, piedras y estiércol

“Estoy dispuesto a escuchar a quienes nos han tirado piedras, pero no estoy dispuesto a permitir que nos tiren piedras”, dijo Albert Rivera nada más comenzar su intervención. Él fue el único que entró en coche hasta el interior de la plaza, y poco antes de llegar al casco urbano su vehículo recibió el impacto de alguna piedra y algún mechero, sin que provocaran muchos daños. El gran dispositivo policial evitó que pudieran lanzar dos seguidas

Pero no fue la única sorpresa que se había preparado para intentar boicotear el acto. La empresa encargada de montar el escenario se encontró un regalo en el quiosco de la música situado en el centro de la plaza. Esa noche les habían dejado el suelo lleno de estiércol. Lo retiraron con unos plásticos y colocaron en su lugar las mesas para la prensa.

Más molesto fue el continuo repicar de las campanas de la iglesia de la Asunción de Alsasua, que se prolongó durante los quince minutos que intervino Beatriz Sánchez Seco, la víctima del atentado de ETA contra la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987. Los eventuales campaneros dejaron de entorpecer el acto cuando la Policía Foral los localizó en la torre, a la que habían accedido sin permiso del párroco. Pese al ruido, Sánchez Seco logró que se le escuchara que se sentía muy orgullosa de ser hija de un guardia civil. Además, tuvo un especial recuerdo para las “más de 300 víctimas que hoy en día no tienen su caso resuelto”.

A la convocatoria de Rivera asistieron la presidenta del PP navarro, Ana Beltrán, junto al portavoz del Grupo Popular en el Senado y ex director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó. También el presidente del partido de extrema derecha, Vox, Santiago Abascal y su secretario general Javier Ortega.

Pese a la incomodidad de tener a Vox entre el público, y de las polémicas que Ciudadanos y el PP protagonizan a menudo, Rivera pidió a PP y Vox en un tono conciliador que no se equivoquen. “No nos confundamos de adversario, hay que unir, sumar, darse la mano y huir del radicalismo y los extremismos”, les aconsejó.

El PP vasco anunció el sábado que se desmarcaba de una convocatoria “propagandística”. El portavoz del PP vasco, Borja Sémper, dijo que ir a Alsasua, un pueblo tensionado desde la agresión a los agentes, no contribuía a serenar los ánimos y por lo tanto “no se podría sacar nada constructivo”.

Ese mismo día, Santiago Abascal criticó con dureza en Bilbao, en un acto con unas 300 personas en el Palacio Euskalduna, al presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, por desmarcarse del homenaje a la Guardia Civil en Alsasua, y volvió a criticar al PP de Pablo Casado como la “derechita cobarde”, aunque esa vez no se metió con Ciudadanos al que llama la “veleta naranja”.

Los antidisturbios de la Policía Foral y de la Guardia Civil blindaron el centro de Alsasua desde las nueve de la mañana. Todos los accesos estaban controlados por docenas de patrullas y un helicóptero policial vigilaba desde el aire. Los agentes escoltaron a los militantes y cargos de Ciudadanos, PP y Vox, tanto a la entrada como a la salida de Alsasua para evitar enfrentamientos. Un cordón formado por vecinos de Alsasua, que el día anterior reclamaron serenidad “y no caer en la provocación”, se colocó con petos verdes entre los radicales de distintos grupos y la Guardia Civil y la Policía Foral para evitar que los extremos de unos y otros cruzaran algo más que insultos.

Tan solo 12 horas antes del acto de Rivera, varios miles de personas convocadas por la plataforma de vecinos de Alsasua, en la que hay miembros de todos los partidos, pidió no caer en ningún tipo de provocación.

Rivera anunció que la plataforma  España Ciudadana va a luchar contra el Gobierno socialista para impedir que, después de “influenciar” a la Abogacía del Estado para rebajar los delitos a los independentistas catalanes, le acabe indultando. El 25 de noviembre celebrarán un acto en Madrid con el lema Justicia si, indultos no. Antes de su intervención, el escritor Fernando Savater defendió a la Guardia Civil como garante de una España unida y libre.

Casado recuerda que él ya fue hace cuatro meses a Alsasua "sin tanto ruido"

Eva Sáiz, Sevilla

"Nosotros estamos presentes en Alsasua. Siempre que haya que defender la Constitución. Frente a los batasunos y los independentistas, estará el PP", ha señalado el presidente popular, Pablo Casado, este domingo durante un acto con jóvenes de Nuevas Generaciones en Sevilla.

Casado, no obstante, ha querido marcar distancias respecto de Ciudadanos, el organizador de la concentración en el municipio navarro. “Nosotros fuimos hace cuatro meses al cuartel a abrazar a sus agentes y decir que Navarra no se iba a convertir en anexo de nadie. Lo hicimos sin necesidad de hacer ruido, porque es lo que llevamos haciendo hace cuatro décadas y nadie nos va a dar ahora lecciones de nada”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_