Consejos serios (y no tanto) para que tu hijo no se pierda

Aunque la mayoría de los padres están seguros de controlar en todo momento a su hijo, enseñarles orientación, que memoricen un teléfono de contacto y establecer un punto de encuentro siempre es buena idea

Un niño perdido en un supermercado.Paul McGee (Getty Images)

Cada cierto tiempo, aparecen noticias sobre padres locos que tienen a sus hijos encerrados en casa. Pero la mayoría los saca de paseo y se desvive por darles un ocio de calidad y variedad que no tienen ni los tours turísticos. Y claro, si sales de casa, y si además t...

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Cada cierto tiempo, aparecen noticias sobre padres locos que tienen a sus hijos encerrados en casa. Pero la mayoría los saca de paseo y se desvive por darles un ocio de calidad y variedad que no tienen ni los tours turísticos. Y claro, si sales de casa, y si además te atreves a salir de vacaciones, existe el peligro de que los niños se pierdan. Porque todo padre está en alerta hasta que se despista un momento en el centro comercial, en una fiesta mayor con decenas de niños vestidos iguales o simplemente para mirar un WhatsApp tonto… y entonces el crío desaparece a lo ninja y en su lugar hay una gran angustia que te mira con culpabilidad.

A veces, los niños han avanzado unos pocos pasos, a veces han cambiado de pasillo para curiosear, a veces se han ido a jugar a otra zona sin decirte nada… Lo peor es cuando van dos o más adultos y todos piensan que es el otro quien vigila y se acaban despreocupando. Es uno de los mayores miedos de cada padre, pero nadie cree que le tocará a su familia, porque “ellos controlan”.

Sea como sea, para evitar mini infartos y gritos desesperados, aquí van mis consejillos para no perder a los niños (o recuperarlos al momento).

  • No salir nunca de casa. A ver, esto al niño de El orfanato no le sirvió de mucho, que mira lo que llegó a buscar Belén Rueda… Pero vaya, en los pisos de la mayoría de familias no hay sitio para perderse. Si recordáis el confinamiento del covid, te acabas agobiando, claro, pero perderlos, no los pierdes.
  • No separarse de ellos nunca. Si aun así decides salir al exterior, no te separes de ellos. Pero lo de darles la mano ya está muy visto, y además en verano da calor. Procura ponerles unas esposas como si fueran el clásico maletín lleno de millones de las pelis, o una correa fashion, o llevarlos en la mochila de paseo, aunque tengan 10 años y quede grotesco… Puede parecer exagerado, pero si en casa no te dejan ni ir al lavabo solo, ¿ahora se quejarán ellos de que no quieres perderles de vista?
  • Que lleven encima tu móvil. Hay padres que quieren a sus hijos con intensidad variable, pero todos adoran sus móviles. Así que si es el niño el que lleva el teléfono encima, el padre lo vigilará doblemente. Porque nadie se arriesga a perder niño y móvil a la vez.

Consejos útiles y serios

  • No pierdas la calma. El golpe de angustia instantáneo te dará dolor de cabeza, pero cuando veas que no está tu crío, intenta actuar rápido y eficaz como lo haría Liam Neeson en sus películas. Tus hijos no conducen un coche a 120 kilómetros por hora. Por mucho que os hayáis despistado, no pueden andar lejos. Si te mueves rápido, los encontrarás al momento.
  • Que puedan decir tu número de teléfono. Sería ideal que tus hijos se sepan tu número de memoria o que, según su edad, lo lleven apuntado en alguna pulsera identificativa (o apuntado con boli en los brazos). Y, por supuesto, si se te pierde el crío y te llama un número que no conoces, contesta, que igual es el adulto que lo ha encontrado.
  • Que sepan orientarse. Desde que se sale de casa, aunque sea como un juego, está bien ir señalizando el recorrido familiar, destacando lugares concretos: un quiosco, una tienda curiosa, una papelera rebosante de basura… cualquier punto de salvado de videojuego sirve si a ellos les ayuda a situarse. Es mejor que no traten de volver a casa ellos solos, pero al menos, saber dónde están y por dónde han venido les dará una cierta tranquilidad.
  • Define un protocolo de actuación. Nadie quiere que su hijo se pierda, pero por si acaso, hay que enseñarle qué hacer si os perdéis de vista un momento. Lo importante es que se quede quieto donde está hasta que tú puedas encontrarle. Que no empiece a correr ni se esconda por miedo a una bronca ni se vaya cogido de la primera mano de progenitor despistado que aparezca y que a la vez haya perdido a su hijo.
  • Marca un punto de encuentro. Si el niño ya tiene una cierta edad y sabe orientarse y expresarse, definid juntos un punto de encuentro fácil y bien comunicado.
  • Que sepan a qué adultos acudir. Si lleva un rato esperando quieto donde se perdió o en el punto de encuentro y tú aún no has llegado, quizá es el momento de que tu hijo le pida ayuda a algún adulto más despierto y resolutivo. Aunque debemos enseñarles también que el mundo está lleno de gentuza y que no debe irse con ningún desconocido. Lo ideal sería que tu hijo perdido recurra a alguna madre con hijos, que será más de fiar.
  • Ropa llamativa. Un buen truco para localizar rápido a tu crío es vestirle de manera tan estridente que sea imposible apartar la mirada de tanta horterada. Aunque claro, vete a saber si es por esa vergüenza en la indumentaria el motivo por el que quiere fugarse…

Bromas aparte, que eran para aligerar un tema que nos angustia a todos, lo ideal no es abandonar a los críos en el monte a lo Rambo y que se espabilen, sino prepararlos en cada salida y entrenarlos como un juego para un imprevisto, resolverlo rápido y que con un buen método se quedará solo en un susto.

Y, por si acaso, lo de la correa no es tan mala idea…

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