Estados Unidos advierte a Israel de que no apoyará una invasión de Rafah

Blinken culpa a Hamás de que no se haya logrado el alto el fuego pese a las “generosas propuestas” israelíes. El grupo islamista replica que Netanyahu “obstruye” la negociación

Varias jóvenes hace cola para recibir comida Deir al Balah, en el centro de Gaza, el 19 de abril.NurPhoto (NurPhoto via Getty Images)

Estados Unidos ha dejado claro este mismo viernes que su alianza con Israel es firme, pese a las dudas que hayan podido surgir en medio de los intercambios de ataques y represalias de su aliado con Irán en las últimas semanas. Washington duda, sin embargo, de que la anunciada invasión terrestre de Rafah, en el extremo meridional de Gaza, pueda llevarse a cabo como desea Israel, por lo que no va a apoyarla si finalmente se lanza. El Gobierno estadouniden...

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Estados Unidos ha dejado claro este mismo viernes que su alianza con Israel es firme, pese a las dudas que hayan podido surgir en medio de los intercambios de ataques y represalias de su aliado con Irán en las últimas semanas. Washington duda, sin embargo, de que la anunciada invasión terrestre de Rafah, en el extremo meridional de Gaza, pueda llevarse a cabo como desea Israel, por lo que no va a apoyarla si finalmente se lanza. El Gobierno estadounidense cree que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, puede lograr sus objetivos sin necesidad de llevar a cabo esa operación.

“No podemos apoyar una operación militar de gran envergadura en Rafah”, destacó este viernes el secretario de Estado, Antony Blinken. Entiende Blinken que “Israel puede conseguir sus objetivos sin la ofensiva” contra esa población gazatí, en la que se refugian más de 1,4 millones de palestinos, muchos de ellos desplazados de otras zonas de la Franja e instalados en tiendas de campaña, bajo una descomunal crisis humanitaria.

El plan de movilización y evacuación de la población es considerado inviable no solo por Estados Unidos, sino también por la ONU y las diferentes organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno. En todo caso, se mantienen conversaciones con Israel para abordar la situación de Rafah, agregó el jefe de la diplomacia estadounidense tras asistir a la reunión de los responsables de Exteriores del G-7 en Italia.

Blinken, además, aprovechó su comparecencia para culpar a Hamás de que no se haya alcanzado hasta el momento un alto el fuego, después del que se consiguió a finales de noviembre. “Lo único que se interpone entre el pueblo de Gaza y un alto el fuego es Hamás”, que “ha rechazado las generosas propuestas de Israel”, señaló sin ofrecer detalles al respecto.

El movimiento islamista palestino respondió que ese punto de vista confirma “el flagrante sesgo de la Administración estadounidense hacia el fascismo sionista y una falsificación de la realidad que confirma que quien obstruye el curso de las negociaciones” es Benjamín Netanyahu, que persigue “intereses políticos personales”, sostuvo Hamás en un comunicado citado por la cadena catarí Al Jazeera. El grupo, que mantiene secuestrados a más de 130 rehenes israelíes, insistió en que su objetivo es “detener la brutal agresión” de las tropas invasoras, “el regreso de los desplazados” y “poner fin a su sufrimiento humano creado por la máquina de matar financiada por Estados Unidos”.

El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, en la reunión de ministros de exteriores del G-7 en Capri (Italia), el 19 de abril. Remo Casilli (REUTERS)

La ocupación terrestre de Rafah se espera desde hace dos meses, pero Israel ha acumulado en la zona más efectivos y armamento en los últimos días, ha llamado a filas a varios miles de reservistas más y ha abierto una oferta pública para la adquisición de 40.000 tiendas de campaña con una capacidad de 12 personas cada una, es decir, para montar un campamento en el que albergar a 480.000 palestinos.

Pero esa presión, que Netanyahu pretende que haga efecto en las negociaciones, no ha servido, al menos hasta el momento, para que Hamás afloje en sus pretensiones. Los islamistas quieren que un nuevo alto el fuego implique la retirada de las tropas ocupantes y el fin de la guerra. Israel quiere que en ese periodo, que sería de en torno a seis semanas, se lleve a cambio un nuevo canje de rehenes por prisioneros palestinos de cárceles israelíes y, después, retomar los ataques.

Pulso en torno a la ayuda humanitaria

En un pulso ya de varios meses, el ejército de Israel sigue tratando de responsabilizar a Naciones Unidas de la crisis humanitaria que golpea a los 2,3 millones de palestinos de Gaza. Este viernes, los portavoces castrenses han publicado en la red social X (antes Twitter), la imagen aérea de una explanada en el lado gazatí del paso fronterizo de Kerem Shalom donde, supuestamente, se acumula ayuda la humanitaria de 700 camiones a la espera de que las agencias de la ONU la distribuyan en un enclave que permanece ocupado y controlado por las propias tropas israelíes.

De hecho, es el ejército del Estado judío el que informó también de que en la noche del jueves se trasladaron 100 camiones desde el sur de la Franja hacia el norte, lo que confirma que controlan los movimientos en todo el territorio. Otros nueve camiones cargados con harina del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU fueron introducidos en el enclave procedentes del puerto israelí de Ashdod, añadieron esas fuentes militares.

La guerra que sacude Gaza desde hace más de seis meses ha llevado a muchos ciudadanos desesperados a protagonizar enfrentamientos para tratar de hacerse con comida y ayuda humanitaria. Lo que llega es insuficiente por el bloqueo de Israel, al que las ONG acusan de emplear el hambre como arma de guerra.

En el más grave de esos incidentes, más de un centenar de personas murieron el 29 de febrero, cuando militares israelíes comenzaron a disparar en la zona en la que encontraban camiones con sacos de harina. El ejército dijo que sus efectivos se sintieron en peligro y por eso dispararon, pero afirman que la mayoría de los muertos fueron por avalanchas y atropellos. En otro ataque, el pasado 1 de abril, el ejército asesinó a siete empleados de la ONG World Central Kitchen (WCK), fundada por el chef español José Andrés y que opera en la Franja repartiendo alimentos.

Seis muertos en Cisjordania

En paralelo, la violencia se mantiene en Cisjordania. Tras los recientes ataques de colonos judíos, en ocasiones arropados por el ejército, las tropas de ocupación de Israel han llevado a cabo desde últimas horas del jueves una operación de asalto sobre el campo de refugiados de Nur Shams, en Tulkarem. Allí, el número de palestinos muertos asciende al menos a seis en medio de importantes destrozos en calles, casas y negocios, según la agencia palestina Wafa. Israel afirma que se trata de una “operación antiterrorista” en la que, según el brazo armado del partido Fatah (Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa), ha perdido la vida su líder local, Mohamed Yaber, informa Efe.

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