Economía y cambio político en la España contemporánea / 1
Contra el golpismo
Los servicios de seguridad temen la posibilidad de un atentado contra el ex presidente
Mentís palestino sobre una visita de Arafat a Líbano
El elevado índice demográfico y la miseria de las islas han determinado históricamente el éxodo canario
Landelino Lavilla intenta convencer de que la UCD actual es un partido saneado
Incidente en la Casa Blanca entre Reagan y un congresista
Gran interés por el cine español en Austria
Sorprendente recuperación en las bolsas españolas
Detenida una empleada del diario 'Egin'
La suspensión de pagos de Aluminio puede ser levantada
John Nott,
El Parlamento Europeo estudia la cooperación con Yugoslavia
Vida y tiempo
Carta abierta a Luis de Carlos
Hallado el cadáver de un joven con cinco impactos de bala en las proximidades de Bermeo
10.000 espectadores, en tres días
El plan de viabilidad de la empresa Talbot será homologado hoy por la Dirección General de Empleo
Balance presidencial
Balance presidencial. LA DESCRIPCIÓN y la valoración del trabajo realizado por cada uno de los diferentes departamentos ministeriales a lo largo de la primera legislatura constitucional pueden ser tomadas como las piezas de un rompecabezas que, al ajustarse entre sí, ofrecen la visión global del estado de la nación en vísperas de los próximos comicios. Para completar el dibujo falta el elemento que dinamiza y da sentido a los diversos componentes del mismo: el Presidente del Gobierno.El nombramiento del jefe del ejecutivo, investido por los diputados, introduce una mediación de considerable eficacia entre los votos de los ciudadanos en las urnas y la designación parlamentaria del Presidente. Aquí radica una de las más notables diferencias -el distinto grado de respaldo popular de uno y otro- entre los dos presidentes del gobierno que ocuparon el cargo durante la concluida legislatura. Adolfo Suárez empalmó su anterior mandato, obtenido al encabezar como líder las candidaturas de UCD en 1977, con una ratificación de su nombramiento por el Congreso en marzo de 1979, tras la nueva victoria electoral de las listas centristas asociadas con su figura. Pese a que el sistema constitucional de la Monarquía parlamentaria descartó con coherencia la elección directa del presidente del gobierno por los ciudadanos, la personalización del liderazgo de UCD en Adolfo Suárez implicaba unas relaciones entre el jefe del Ejecutivo y la sociedad parcialmente independientes de la mediación partidista. Un fenómeno de semejantes características está ocurriendo, en esta campaña, con Felipe González que es, al tiempo, el candidato que encabeza las listas del PSOE y un líder político con dimensión personal propia. En cambio, Calvo Sotelo no alcanzó la presidencia del gobierno a impulsos de un respaldo popular personal sino como consecuencia de la operación de acoso y derribo de Suárez, resultado de las maniobras de pasillo puestas en práctica por facciones centristas, en particular la tendencia conservadora capitaneada por Miguel Herrero -que terminaría pasándose a Alianza Popular- y el grupo democristiano encabezado por Oscar Alzaga -que pactaría la coalición con Fraga.