Enrique y Andrés de Inglaterra, ni olvidados ni esperados ni queridos: los invitados de piedra de Carlos III

El hijo menor y el hermano del rey han permanecido en un discreto plano en la ceremonia, sentados en tercera fila, y no han salido a saludar con el resto de la familia en el palacio de Buckingham

Los príncipes Enrique y Andrés de Inglaterra, hijo y hermano del rey Carlos, respectivamente, salían este sábado de la abadía de Westminster tras la coronación.Toby Melville (AP)

Carlos y Camila. Guillermo y Kate. Punto final. Esos cuatro, y no otros, pretendían ser los protagonistas de la coronación de Carlos III de Inglaterra, celebrada este sábado en la abadía de Westminster. Y lo consiguieron. Si alguien temía que otros miembros de la familia real, y especialmente ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Carlos y Camila. Guillermo y Kate. Punto final. Esos cuatro, y no otros, pretendían ser los protagonistas de la coronación de Carlos III de Inglaterra, celebrada este sábado en la abadía de Westminster. Y lo consiguieron. Si alguien temía que otros miembros de la familia real, y especialmente Enrique, el hijo menor de Carlos, y Andrés, su hermano, los eclipsaran mínimamente, nada había por lo que preocuparse. Tanto el hijo díscolo como el hermano repudiado han pasado del todo desapercibidos en la ceremonia. Y Carlos III ha respirado aliviado. La cordialidad ha sido la tónica.

Tanto el duque de York como el de Sussex han entrado con el resto de la familia real británica a Westminster sobre las 10.45 (hora local), poco antes de que lo hicieran los reyes y los príncipes de Gales. En las calles de Londres, donde decenas de miles de personas han visto la ceremonia a través de pantallas, no se ha dado ninguna importancia a su presencia. Se han escuchado hurras y vivas cuando han entrado a la abadía Carlos y Camila, así como Guillermo y Catalina, los herederos. También cuando el primogénito ha rendido homenaje a su padre. Pero nadie ha abierto la boca al ver a Enrique ni a Andrés. Ambos, como ya se sabía, han llegado sin Meghan Markle, que se ha quedado en California, y sin Sarah Ferguson, que, a pesar de haberse divorciado del hermano del rey desde hace un cuarto de siglo, mantiene con él una estrecha relación.

La duda estaba, sobre todo, en la aparición de ambos en el balcón del palacio de Buckingham durante el saludo de los nuevos reyes. La de Enrique resultaba bastante poco probable. Tal y como habían explicado sus portavoces oficiosos, se marcharía de Londres en cuanto terminara la ceremonia para llegar a tiempo a su casa de Montecito, en California, y celebrar allí el cumpleaños de su hijo mayor, Archie (quien este sábado ha cumplido cuatro años). Y así ha sido. Apenas ha estado 24 horas en la capital británica. En cuanto ha acabado el acto, ha salido de la abadía y, según los medios británicos, se ha montado en un coche rumbo al aeropuerto. Durante la ceremonia ha estado sentado en tercera fila, junto a sus primas Eugenia y Beatriz y los maridos de estas. Poco o nada lo han enfocado las cámaras de la retransmisión, mucho más centradas en su padre, su madrastra y, si acaso, en su hermano y su cuñada.

El príncipe Enrique (el segundo por la derecha en la tercera fila) se ha sentado en la coronación entre el marido de su prima Eugenia, Jack Brooksbank, y la princesa Alejandra, prima de la difunta reina Isabel II.Yui Mok (AP)

Tras los muchos desplantes por parte de los Sussex a su familia, de la que no dejan títere con cabeza ni en su documental de Netflix ni en el libro de memorias de él, Enrique y Meghan se han convertido en un cierto dolor de cabeza para Carlos. Lo último que quería el flamante rey era que el acto más importante de sus 74 años de vida se viera empañado por el culebrón en el que su hijo ha querido meter a todos. Y Enrique ha sabido, como ha hecho pocas veces en estos tres años desde que se marchó, mantener una posición perfecta con respecto a su familia. Sí, ha acudido a este evento fundamental para su padre, pero ha decidido hacerlo en un plano discreto y sin que su esposa, Meghan Markle, ni sus dos hijos Archie y Lilibet, estuvieran presentes, para pasar aún más desapercibido.

Por su parte, el príncipe Andrés también ha tenido un papel discreto en la abadía y en todo el acto. Ha salido del palacio de Buckingham en un coche negro, él solo, y se ha unido a su hija Eugenia (embarazada de su segundo hijo) en un coche para llegar a la abadía. Después ha acompañado tanto a Eugenia como a su otra hija, Beatriz, y a Enrique en la procesión por el pasillo central de la abadía. Mientras Enrique de Inglaterra iba vestido con un chaqué, el hermano del rey ha vestido la Orden de la Jarretera, la más alta orden de caballería del imperio británico. Un atuendo que, durante el Jubileo de Platino de la reina Isabel en junio de 2022, no pudo usar.

Carlos III y la reina Camila saludan al público congregado a las puertas del palacio de Buckingham. CHRIS Jackson GETTY IMAGES (AP)
Carlos III saluda al público congregado en los alrededores de Buckingham mientras abandona el balcón. Miles de personas han aguantado bajo la lluvia para poder presenciar uno de los momentos más esperados de la jornada.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)
Carlos III y la reina Camila saludan desde el balcón del palacio de Buckingham. Los elegidos para salir al balcón son una muestra de la voluntad del rey de reducir al máximo el núcleo duro de la familia real británica. DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)
Aviones de la Royal Air Force sobrevuelan el palacio de Buckingham Palace. El desfile aéreo se ha tenido que recortar por el tiempo de este sábado en Londres.VADIM GHIRDA (AP)
Carlos III y la reina Camila siguen el desfile aéreo desde el balcón del palacio de Buckingham. Chris Jackson (AP)
Junto a los monarcas han salido a saludar los ocho pajes reales que les han asistido en la coronación, entre los que estaban el príncipe Jorge, segundo en la línea de sucesión al trono, y tres nietos de Camila. También han salido los príncipes de Gales con sus hijos, la princesa Ana y su marido, el príncipe Eduardo con su mujer y sus dos hijos, y los duques de Kent y los de Gloucester. Ni rastro del príncipe Andrés y Enrique de Inglaterra, ambos apartados de sus funciones reales.MATTHEW CHILDS (REUTERS)
Carlos III y Camila, ya coronados, de camino a Buckingham tras la ceremonia en Westminster. Para su trayecto de regreso al palacio han utilizado una carroza diferente que la empleada para llegar a la abadía. En esta ocasión se han subido al carruaje de Estado Dorado, construido en 1760 para Jorge III.Alessandra Tarantino (AP)
El cortejo real pasa por delante del Big Ben. MARKO DJURICA (REUTERS)
Miles de personas se han congregado en el recorrido del cortejo real por las calles de Londres. Un trayecto entre Buckingham y Westminster que ha sido el mismo ida y vuelta, y que apenas ha superado los dos kilómetros (una distancia muy inferior a la que realizó Isabel II en su coronación en junio de 1953).Martin Divisek (EFE)
La comitiva real avanza por las calles de Londres hacia el palacio de Buckingham, en la que es conocida como la procesión de coronación. VADIM GHIRDA (AP)
Kate Middleton, en la carroza que la lleva junto a su esposo, el príncipe Guillermo (heredero al trono británico), y sus tres hijos de regreso al palacio de Buckingham tras la ceremonia.ODD ANDERSEN (AFP)
Carlos III abandona la abadía de Westminster luciendo la corona imperial del Estado. La corona de San Eduardo, más pesada, se usa solamente en el momento de la coronación. PHIL NOBLE (REUTERS)
Carlos III y su esposa, Camila, ya coronados en la abadía de Westminster. WPA Pool (EL PAÍS)
Vista general de la coronación en la abadía de Westminster. En la imagen, Carlos III aparece sentado en la silla de San Eduardo o Silla de la Coronación, en la que los monarcas británicos han sido oficialmente proclamados desde el siglo XIV.Aaron Chown (AP)
Carlos III luce la corona de San Eduardo y los dos cetros, el cetro del soberano con cruz, con el diamante más grande del mundo, y el cetro del soberano con paloma, que data del siglo XVII. RICHARD POHLE (AFP)
Camila ha sido coronada con la corona de la reina María de Teck. La última ceremonia de coronación de un consorte se vio en 1937, con la reina madre. No se llevó a cabo con el duque de Edimburgo en 1953, pues es una ceremonia reservada para consortes que sean mujeres.RICHARD POHLE (AFP)
La princesa Carlota y el príncipe Luis, en un momento de la coronación de su abuelo Carlos III.WPA Pool (Getty Images)
El arzobispo de Canterbury en el momento de la coronación de Camila como reina.RICHARD POHLE (AFP)
El príncipe de Gales besa a Carlos III tras ser coronado. Instantes antes, el príncipe Guillermo se ha arrodillado antes su padre para jurarle lealtad y fidelidad en el histórico juramento de sangre durante la coronación.POOL (via REUTERS)
La coronación en Westminster es el único momento en el que Carlos III va a lucir la corona de San Eduardo, la más valiosa de las que posee la familia real británica. En la imagen, el arzobispo de Canterbury corona al rey. Jonathan Brady (AP)
El monarca ha sido ungido con aceite traído de Jerusalén, único momento oculto al público. El deán de Westminster, David Hoyle, ha derramado el óleo consagrado de una ampolla de oro con forma de águila en una cuchara, también de oro, en la que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha mojado dos dedos y ha ungido a Carlos en las manos, la cabeza y el pecho, a la altura del corazón. Associated Press/LaPresse (Associated Press/LaPresse)
Carlos III firma el juramento de su coronación. Con la mano en la Biblia, el monarca ha prometido respetar las leyes y las costumbres de sus reinos y la religión protestante. RICHARD POHLE (AFP)
De izquierda a derecha, el príncipe Guillermo (primero en la línea de sucesión al trono británico), dos de sus hijos, la princesa Carlota y el príncipe Luis, la princesa de Gales y el príncipe Eduardo, en la coronación de Carlos III. Yui Mok (AP)
Carlos III y su esposa, la reina Camila, durante la ceremonia de coronación en la abadía de Westminster. Yui Mok (AP)
Carlos III se dirige por el pasillo central de la abadía de Westminster hacia el altar. Seguido del rey, y antes de la reina Camila, estaban Guillermo de Inglaterra, heredero al trono, y su esposa, Kate Middleton.Aaron Chown (AP)
Carlos III entra en la abadía de Westminster. Cuatro pajes del rey le llevaban su pesada capa. Entre ellos, su nieto, el príncipe Jorge, de 9 años, segundo en la línea de sucesión al trono británico.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)
Camila entra en la abadía de Westminster. La reina también ha contado con cuatro pajes, en su caso han sido tres de sus nietos, los gemelos Gus y Louis y Freddy, y su sobrino nieto Arthur Elliot.PHIL NOBLE (AFP)
La corona de San Eduardo llega a la abadía de Westminster. Esta es la más importante de la familia real británica, y tan solo se utiliza en el momento concreto de la coronación. PHIL NOBLE (AFP)
Carlos III llega a la abadía de Westminster, donde le espera su nieto, el príncipe Jorge (a la izquierda de la imagen). El primogénito del príncipe Guillermo y Kate Middleton es uno de los cuatro pajes de honor del rey. DYLAN MARTINEZ (REUTERS)
Los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, llegan a la abadía de Westminster acompañados de dos de sus hijos, la princesa Carlota y el príncipe Luis. PHIL NOBLE (AP)
La reina Camila, en la carroza real por las calles de Londres camino de la ceremonia. En ese primer trayecto ha sido empleada la carroza del Jubileo de Diamante, fabricada para celebrar los 60 años en el trono de Isabel II.RICHARD HEATHCOTE (AFP)
Carlos III, tras el cristal mojado de la carroza por la lluvia londinense. YARA NARDI (Getty Images)
La carroza real pasa delante del Parlamento británico. Markus Schreiber (AP)
La princesa Carlota, hija de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, llega a la coronación de Carlos III en la abadía de Westminster. Stuart C. Wilson (EL PAÍS)
El príncipe Andrés se ha sentado en la tercera fila, junto a sus hijas, para ser testigo de cómo su hermano mayor era coronado en la abadía de Westminster. El que muchos siempre han considerado que era el hijo favorito de la fallecida reina Isabel II, vive alejado de cualquier actividad pública de representación de la monarquía desde 2019 por su relación con el millonario pedófilo estadounidense Jeffrey Epstein.Andrew Matthews (AP)
La carroza real avanza por las calles de Londres camino de la abadía de Westminster. DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)
El príncipe Enrique, duque de Sussex, llega a la ceremonia de coronación de Carlos III. Apartado de la familia real británica desde que se mudó a EE UU, su mujer, Meghan Markle, se ha quedado en California.TOBY MELVILLE (REUTERS)
La carroza real abandona el palacio de Buckingham hacia la abadía de Westminster. Petr David Josek (AP)
Carlos III y Camila salen en la carroza real del palacio de Buckingham hacia Westminster, donde tendrá lugar la ceremonia, iniciando la llamada procesión del rey, que es la que les conduce a la abadía. Su vuelta a palacio, aunque seguirá el mismo itinerario, se conoce como la procesión de la coronación. OLI SCARFF (AFP)
Los reyes Felipe VI y Letizia llegan a la abadía de Westminster. A diferencia de lo que ocurrió el pasado mes de septiembre por el funeral de Estado de la reina Isabel II, en esta ocasión los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía no han sido invitados.HENRY NICHOLLS (REUTERS)
Los invitados esperan en la abadía de Westminster la llegada de Carlos III y la reina Camila.GARETH CATTERMOLE (Getty Images)
El primer ministro británico, Rishi Sunak, acompañado de su esposa, Akshata Murty, espera la llegada de Carlos III y Camila en la abadía de Westminster. Toby Melville (AP)
Guillermo y Máxima de los Países Bajos llegan a la ceremonia. En la recepción de ayer en Buckingham asistieron en su representación la princesa Beatriz, antigua soberana, y la princesa heredera Amalia. Kin Cheung (AP)
Los ex primer ministros del Reino Unido asisten a la ceremonia de coronación de Carlos III en la abadía de Westminster.Richard Pohle/The Times (AP)
El príncipe Alberto de Mónaco y su esposa, la princesa Charlene, llegan a la abadía de Westminster.Alessandra Tarantino (AP)
El presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa Brigitte llegan a la abadía de Westminster. Ben Stansall (AP)
Carlos de Inglaterra y Camila cenaron ayer juntos en su residencia de Clarence House. Esta mañana, las cámaras han podido captar cómo el rey se ha dirigido al palacio de Buckingham, desde donde partirá hacia la abadía de Westminster, escenario de su coronación. PAUL CHILDS (REUTERS)
Miembros de la Household Cavalry Mounted Band se preparan para la llamada procesión del rey: un recorrido de poco más de dos kilómetros que llevará a Carlos III y Camila desde Buckingham hasta la abadía de Westminster, donde se celebra la ceremonia.MARCO BERTORELLO (AFP)
El príncipe heredero de Japón, Fumihito, y su esposa, la princesa Kiko, llegan a la abadía de Westminster. Toby Melville (AP)
Pippa y James Middleton, cuñados del heredero al trono, llegan a la abadía de Westminster. En la lista de invitados, que ha descendido de los 8.000 en la coronación de Isabel II a los 2.000 en la de Carlos III, también están los padres de Kate Middleton. Andrew Milligan (AP)
La primera dama de EE UU, Jill Biden, acompañada de su nieta Finnegan, llega a la abadía de Westminster para asistir a la coronación de Carlos III y Camila. Ambas asistieron también a la recepción que se celebró el viernes en Buckingham.Andrew Matthews (AP)
Olena Zelenska, esposa del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, llega a la abadía de Westminster. DYLAN MARTINEZ (EL PAÍS)
Abdala de Jordania y la reina Rania llegan a la abadía de Westminster para asistir a la coronación de Carlos III. PAUL ELLIS (AFP)
Policías desplegados en el recorrido llamado la procesión del rey. Más de 11.000 agentes han sido desplegados por las calles de la capital británica. MARCO BERTORELLO (AFP)
La cantante Katy Perry, que participará en el concierto que tendrá lugar el domingo frente al castillo de Windsor, y Edward Enninful, director de la edición británica de la revista 'Vogue', llegan a la abadía de Westminster. Jeff Spicer (EL PAÍS)
La actriz Emma Thompson llega a la abadía de Westminster, donde se esperan 2.000 invitados entre jefes de Estado, miembros de las realezas del mundo y otras personalidades vinculadas con el mundo del espectáculo y las ONG.Jane Barlow (AP)
El público congregado para ver parte del recorrido de la llamada procesión del rey —que llevará a Carlos III y Camila de Buckingham a Westminster— se protege de la lluvia con chubasqueros. MARCO BERTORELLO (AFP)
El cantante Lionel Richie, a su llegada a la abadía de Westminster. Él será uno de los artistas que actuará el domingo en el concierto en Windsor, uno de los eventos organizados para celebrar la coronación.Jane Barlow (AP)
El artista Nick Cave, a su llegada a la abadía de Westminster. Jane Barlow (AP)
Guardias de Coldstream marchan a primera hora de este sábado por las calles de Londres. Carl Court (AP)
Manifestación del movimiento republicano No es mi Rey, en las calles de Londres. PIROSCHKA VAN DE WOUW (AFP)
Policías desplegados en el recorrido llamado La Procesión del Rey, que llevará a Carlos III desde el palacio de Buckingham hasta la abadía de Westminster. Más de 11.000 agentes han sido desplegados por las calles de la capital británica.MARCO BERTORELLO (AFP)
El público se congrega en las calles de Londres desde primera hora del sábado para ser testigo de la coronación de Carlos III y Camila. Piroschka van de Wouw (AP)
Los primeros invitados han llegado a la abadía de Westminster tres horas antes de la llegada de Carlos III y Camila. PHIL NOBLE (REUTERS)
Miles de personas se congregan en los poco más de dos kilómetros de 'La Procesión del Rey'. DANIEL LEAL (AFP)
El público congregado en Hyde Park espera el inicio de la coronación para seguirla en una de las pantallas gigantes que no solo se han instalado en Londres, también en otras ciudades del Reino Unido. Ian Forsyth (EL PAÍS)
Operarios del palacio de Buckingham preparan el balcón desde el que saludará Carlos III tras su coronación. Petr David Josek (AP)
Soldados, vestidos de uniforme de gala, esperan al tren en la estación de Waterloo para dirigirse a la ceremonia de coronación de Carlos III. SSgt Dek Traylor HANDOUT (EFE)

El papel de Andrés es, incluso, más complejo que el de Enrique, que al fin y al cabo ha sido simplemente el de alguien que no terminaba de encontrar su sitio y decidía marcharse. Sobre el duque de York, en cambio, pesan unas acusaciones graves y poderosas. En febrero de 2022, el que fue hijo favorito de Isabel II llegó a un acuerdo extrajudicial para zanjar la demanda que Virginia Giuffre, de 38 años y que tenía 17 cuando el príncipe la conoció hace dos décadas, presentó contra él por abuso sexual. Giuffre lo ha acusado públicamente y durante una década de violarla cuando era menor de edad en un encuentro en el que los presentó Jeffrey Epstein, magnate neoyorquino que se suicidó en la cárcel mientras esperaba un juicio por tráfico sexual de menores y conspiración.

El príncipe Andrés, ataviado con la túnica y las insignias de la Orden de la Jarretera, a su salida de la ceremonia de coronación.Andy Stenning (AP)

La imagen pública de Andrés está rota, pero parece que su familia, que sabe que debe apartarlo, lo sigue teniendo en cierta consideración, dado que esta vez sí que ha llevado la Orden de la Jarretera pese a haber sido despojado de sus títulos y cargos públicos en enero de ese año, poco antes del acuerdo judicial. Eso sí, la restauración de Andrés no es completa —y probablemente nunca lo sea—: no ha aparecido en el balcón del palacio de Buckingham a saludar con Carlos y Camila. La normalidad que todos esperaban y que tanto ansía el nuevo rey.

Normalidad. Esa ha sido la tónica habitual.

Sobre la firma

Más información

Archivado En