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Steven Tyler, de Aerosmith, ingresa en un centro de desintoxicación tras recaer en su adicción a las drogas

La banda de rock estadounidense se ha visto obligada a cancelar los conciertos que tenía programados hasta el próximo mes de septiembre

Steven Tyler, vocalista de Aerosmith, en los Hollywood Film Awards, en California (EE UU), en noviembre de 2014.Foto: Danny Moloshok

El líder y vocalista de la banda de rock Aerosmith, Steven Tyler, ha ingresado por voluntad propia a rehabilitación después de sufrir una recaída en su adicción a las drogas, tras más de una década de abstinencia. Así lo ha anunciado el grupo estadounidense a través de un comunicado publicado este martes en su cuenta de Instagram, en el que también han informado a sus seguidores de la suspensión de los conciertos que tenían programados para los meses de junio y julio en Las Vegas, así como del resto de espectáculos previstos hasta el próximo mes de septiembre.

“Como muchos sabréis, nuestro querido hermano Steven ha trabajado para mantenerse sobrio durante muchos años”, han escrito sobre el cantante, de 74 años. “Después de una cirugía de pie para prepararse para los escenarios y la necesidad de controlar el dolor durante el proceso, recientemente ha recaído y ha entrado voluntariamente en un programa de tratamiento para concentrarse en su salud y su recuperación”.

Después, el grupo ha anunciado la cancelación de sus próximos conciertos y ha pedido disculpas a sus seguidores por las molestias ocasionadas. “Lamentamos mucho informar a nuestros fanáticos y amigos que debemos cancelar nuestro primer conjunto de fechas de residencia en Las Vegas este junio y julio mientras él se enfoca en su bienestar. Continuaremos con nuestras fechas de 2022 a partir de septiembre, y les haremos saber cualquier actualización tan pronto como podamos. Estamos devastados por haberos causado molestias a tantos de vosotros, especialmente a nuestros fans más leales que a menudo viajan grandes distancias para disfrutar de nuestros espectáculos”. La banda ha concluido el comunicado agradeciendo a sus seguidores su “comprensión y su apoyo a Steven durante este tiempo”.

Tyler ha hablado en más de una ocasión de su batalla contra las drogas. Comenzó a experimentar con ellas a mediados de los años sesenta, consumiendo marihuana cuando era adolescente, según reveló en una entrevista para la edición estadounidense de GQ en 2019. “Lo que sucede con las drogas es que funcionan al principio, pero no al final. No te llevan nada más que a la cárcel, la locura o la muerte”. Con el paso de los años, sus problemas de adicción empeoraron, hasta el punto de llegar consumir “heroína, cocaína, Valium y cualquier cosa con la que alguien se acercara”, tal y como reconoció en 1988 en la revista People.

“Los primeros años de la década de 1980 fueron terribles y las drogas nos derribaron. Yo fui el primero en recibir tratamiento”, desvelaba en una entrevista para la cabecera Haute Living en 2019, donde contó que ingresó por primera vez en un centro de desintoxicación en 1988, impulsado por sus compañeros de la banda, quienes le insistieron en que debía buscar ayuda para tratar su adicción. “Hubo un momento en el 88 en el que la gerencia y la banda me intervinieron. Pensaron: ‘Haz que el cantante principal esté sobrio y todos nuestros problemas terminarán’. Así que me mantuve sobrio y me costó muchos años superar la ira de que me enviaran a rehabilitación mientras ellos se iban de vacaciones”, recordó. “Pero hoy les doy las gracias por mi sobriedad”.

La estrella de rock —padre de la actriz Liv Tyler— reconoció en el citado medio que mientras las drogas le daban “crudeza” a sus actuaciones, la adicción inhibía su “grandeza”. “Toda la magia que creías que había cuando estabas drogado desaparece cuando estás sobrio”, dijo, celebrando que, por aquel entonces, llevaba nueve años alejado de las drogas, tras una grave recaída en 2009 que le llevó a su segundo ingreso en rehabilitación. “Las medias tintas no sirven de nada, y ojo con las medias verdades porque con las drogas y el alcohol es probable que te equivoques. Ya no se trata de mí. Se trata de trasladar el mensaje de que la gente puede morir si no entiende esto. Lo que me hace un alcohólico no es cuánto bebí o con qué frecuencia lo hice. Es lo que me sucede y en quién me convierto cuando lo hago, y no me gusta ese tipo”.

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