Con mala gestión, la gripe siempre gana

Es por todos conocido eso de que “la banca siempre gana”, pero es hora de actualizarlo por esto otro: “la gripe y la banca siempre ganan”.

Personas con mascarillas caminan en el entorno de un centro sanitario en Madrid a principios de enero.RODRIGO JIMÉNEZ (EFE)

Cada año vivimos la misma experiencia. Sabemos cuándo y cómo viene la epidemia de gripe, ahora acompañada de otras infecciones respiratorias como la Covid-19 y el VRS. Se afronta con un Sistema Sanitario sobrepasado, colapsado, con serios problemas estructurales, con ...

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Cada año vivimos la misma experiencia. Sabemos cuándo y cómo viene la epidemia de gripe, ahora acompañada de otras infecciones respiratorias como la Covid-19 y el VRS. Se afronta con un Sistema Sanitario sobrepasado, colapsado, con serios problemas estructurales, con déficit crónico de profesionales, especialmente de aquellos que deberían ser quienes hagan frente a la avalancha de pacientes: médicos de familia, pediatras de atención primaria, médicos de atención a la urgencia extrahospitalaria y, por supuesto, también médicos urgenciólogos en los hospitales.

La solución a este problema requiere de medidas a corto, medio y largo plazo; la necesidad de un pacto por la Sanidad; consenso entre los diferentes partidos políticos y los gobiernos autonómicos que tienen las competencias en materia de asistencia sanitaria; planificación, más recursos materiales y profesionales, plantillas ajustadas a las necesidades, medios materiales y una estructura de centros sanitarios adecuada. Y, por supuesto, algo fundamental, una financiación suficiente.

La política, la mala política, el frentismo entre gobiernos y oposición, no querer pactar con el contrario, seguir utilizando la Sanidad de forma partidista y con fines políticos, hace que todo lo anterior sea actualmente una utopía. No parece posible que los políticos quieran cambiar algo que supone el mayor gasto público, la mayor parte del empleo público, algo que permite fotos e inauguraciones muy rentables. Lo que menos importa es que el paciente sea atendido cuando lo requiere, de la mejor forma y con la calidad asistencial que un país avanzado y perteneciente a la Unión Europea merece.

La gripe no viene cuando quiere, no es una catástrofe que genera una crisis inesperada, no debería ser un problema que haga saltar las costuras de un Sistema Sanitario. Conocemos cuándo llegará y cuál es su comportamiento. Tenemos datos estadísticos, sabemos cómo se comportará, los miles y miles de afectados que tendremos que atender, la carga asistencial que genera, la burocracia asociada que aumenta el colapso, cuántos acudirán a la urgencia hospitalaria y cuantos precisarán ingreso por complicaciones, hasta sabemos aproximadamente cuantos fallecerán.

¿Por qué no somos capaces de hacer frente a estas epidemias? A mi juicio, está claro. No se hacen planes de invierno y planes de contingencia de forma adecuada. Hay que dotar de más plantilla a la Atención Primaria, eso cuesta dinero; hay que adaptar el Sistema a las necesidades; hay que tener servicios de urgencias extrahospitalarias y hospitalarias al 100%; hay que disponer de camas hospitalarias para los ingresos que se generan, algo complicado si por encima de todo hay que mantener las listas de espera, lo único que preocupa a los políticos.

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En estas circunstancias no puede sorprendernos que, año tras año, la epidemia de gripe siempre nos gane.

Julián Ezquerra Gadea es médico de familia y exsecretario general del Sindicato Médico de Madrid (Amyts).

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