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Minuto de silencio por todas las víctimas en Israel y Palestina en la Asamblea de Madrid con la derecha sentada

La líder de Más Madrid emplea uno de sus tres minutos de intervención frente a Ayuso para reivindicar que “la vida de un niño palestino vale lo mismo que la de un niño israelí”

El grupo de Más Madrid, a la izquierda, en la Asamblea madrileña, durante el minuto de silencio improvisado este viernes por todas las víctimas civiles en Israel y Palestina.
El grupo de Más Madrid, a la izquierda, en la Asamblea madrileña, durante el minuto de silencio improvisado este viernes por todas las víctimas civiles en Israel y Palestina.Daniel González (EFE)
Fernando Peinado

A los políticos madrileños en la era Ayuso ya no los unen ni los minutos de silencio. Se ha visto este viernes en el pleno de la Asamblea cuando la líder de Más Madrid, Mónica García, ha tomado la medida inusual de dedicar uno de sus tres minutos de tiempo reglamentario de pregunta a la presidenta madrileña para homenajear a todas las víctimas de la última semana en el conflicto palestino-israelí, tanto las que murieron en Israel por la masacre del sábado de Hamás, como las fallecidas en Gaza por la respuesta del Ejército israelí. El gesto no solo ha dividido al bloque de la derecha y de la izquierda, sino que ha causado el choque entre PSOE y Más Madrid, posibles socios en un hipotético nuevo gobierno de coalición con Sumar. Los socialistas se han sumado a ese minuto de silencio improvisado, pero su líder, Juan Lobato, ha criticado la “mezquindad” de García, molesto porque no le había avisado de esa iniciativa.

En realidad, era previsible que Más Madrid iba a mostrar de algún modo su solidaridad con las víctimas palestinas. Los políticos regionales llevan toda la semana peleando por quién merecía ser recordado en el homenaje que suele abrir los plenos semanales. Los diputados acordaron el lunes por la mañana el orden del día, dos días después de la matanza de israelíes perpetrada por Hamás, y solo hubo acuerdo para que el minuto de silencio se hiciera “por las víctimas civiles israelíes en los ataques terroristas de Hamas”. Para entonces, ya llegaban noticias de bombardeos israelíes en Gaza que estaban causando multitud de víctimas civiles. Más Madrid intentó sin éxito que se mencionara a los fallecidos palestinos y la derecha reaccionó airada con insultos y acusaciones de “equidistancia”.

Cuando los diputados se sentaron en sus escaños este viernes por la mañana ya se intuía que Más Madrid tenían algo preparado: Pablo Gómez Perpinyá vestía una camiseta que decía Free Gaza y Alejandro Sánchez lucía un pañuelo palestino, la kufiya. Finalmente el pleno arrancó con dos minutos de silencio oficiales: uno fue por la inesperada muerte el jueves por la mañana en un accidente de tráfico del diputado popular, Jorge García Díaz. El segundo se dedicó como estaba previsto a los israelíes muertos. En el olvido quedaban los cientos de palestinos muertos en la represalia indiscriminada de Israel.

Lo siguiente, como todas las semanas, son las preguntas de los portavoces de los cuatro grupos a la presidenta Ayuso. Después de la líder de Vox, Rocío Monasterio, y de Lobato, llegó el turno de García. Primero trasladó su pésame al grupo popular por la pérdida de su compañero, y luego García añadió: “Quería también mandar nuestra más firme repulsa por todas y cada una de las víctimas civiles causadas por los terribles asesinatos de Hamás y del Ejército israelí. Señores de la derecha más hipócrita de Europa, digan aquí y ahora que la vida de un niño palestino vale menos que la vida de un niño israelí. Digan hoy aquí y ahora que para ustedes el derecho a la defensa de un país se basa en bombardear colegios, escuelas y hospitales. Digan aquí y ahora que para ustedes la ley internacional es la ley del ojo por ojo. Por eso nosotros hoy aquí y ahora a diferencia de ustedes sí que vamos a guardar un minuto de silencio por todas las víctimas. Así que les invito a que se unan a nosotros”.

Los 27 diputados de Más Madrid se pusieron en pie. La medida no gustó al presidente de la Asamblea, el popular Enrique Ossorio, que trató de interrumpirlo sin éxito porque los minutos de silencio en la cámara deben acordarse previamente por unanimidad: “Ahora, lamentándolo no puede haber ningún minuto de silencio”. Más Madrid continuó levantado. Otros diputados se miraban sin saber cómo reaccionar. La derecha guardó silencio y el PSOE se quedó sentado por unos breves segundos hasta que Juan Lobato se incorporó y los 27 miembros de su grupo siguieron su ejemplo. García usó sus otros dos minutos para preguntar a Ayuso sobre cómo la desigualdad económica está causando una crisis de salud mental en la región.

La gresca estaba servida. En la Asamblea de Madrid no es inusual que se cuelen asuntos que sobrepasan el ámbito regional y no iba a ser distinto con el gran debate mundial que ha renacido esta semana sobre quiénes son los buenos y los malos en el conflicto israelo-palestino. Para Ayuso, declarada “amiga” de Israel, no caben medias tintas. “No me esperaba otra respuesta por su parte con lo que está ocurriendo en Israel”, le dijo a García. “Lo que está sucediendo tiene el nombre del terrorismo detrás, no lo amparen”.

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Ayuso también se posicionó en el debate que ha consumido esta semana a la Comisión Europea sobre el apoyo financiero a los palestinos de Gaza, donde el 80% de la población sobrevive gracias a la ayuda humanitaria. El Gobierno de Pedro Sánchez es partidario de mantener ese apoyo, pero ella pidió que se corte “sin contemplaciones el grifo económico a nada que tenga que ver” con Hamás.

Monasterio y Lobato, que ya habían intervenido en el pleno, se reservaron sus críticas a García para su encuentro posterior con la prensa. La líder del grupo ultranacionalista se quejó de que el presidente no expulsó a los diputados por no atender a sus órdenes. La sorpresa fue el cabreo de Lobato, que criticó a la derecha por “usar el conflicto [en Oriente Próximo] para hacer política, pero también a Más Madrid “por usar la superioridad moral y hacer pensar que no somos tan solidarios”. Al socialista le molestó la falta de coordinación entre los dos partidos de izquierda. Explicó que su grupo había sostenido desde el principio que la Asamblea debía condenar “el atentado de Hamás”, pero también expresar su solidaridad con las víctimas de uno y otro lado.

La bronca es usual en la Asamblea madrileña, pero raras veces había llegado al punto de afectar a los minutos de silencio. Fuentes parlamentarias recuerdan que ya hubo división en la legislatura anterior cuando no se pudo celebrar uno de estos homenajes después de que un hombre asesinara a su pareja. Vox se opuso porque el texto hacía referencia a la “violencia de género” y como no hubo la unanimidad que exige el Reglamento de la Cámara, se omitió ese recuerdo. En adelante se han usado otras fórmulas para llegar a un acuerdo.

Contacta al autor en fpeinado@elpais.es o fernandopeinado@protonmail.com

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Sobre la firma

Fernando Peinado
Es reportero de la sección de Madrid desde 2018. Antes pasó ocho años en Estados Unidos donde trabajó para Univision, BBC, AP y The Miami Herald. Es autor de Trumpistas (Editorial Fuera de Ruta).

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