Vecinos contra el aumento de impuestos: “En campaña electoral no dijeron que subirían las tasas. Nos han engañado”

Centenares de ciudadanos de Reus e Igualada salen a la calle para protestar por el aumento generalizado de tasas que están aprobando la mayoría de municipios

Protestas de vecinos de Igualada durante el pleno que aprobó el aumento de impuestos, el martes 31 de octubre.Ramon Vallès

“Los impuestos no paran de subir cada año, y en cambio el poder adquisitivo de las familias va a la baja. Y durante la campaña electoral no dijeron que subirían impuestos. Nos han engañado. La gente está muy quemada y muchos prefieren no protestar porque no se pueden cambiar las cn en otro osas. Pero yo no lo creo, ¿qué tengo que hacer? ¿quedarme en casa enfadado? Pues no”. Con esta determinación, Ramon Vallès, piloto de profesión, organizó la protesta que congregó el pasado martes a centenares de ciudadanos en Igualada durant...

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“Los impuestos no paran de subir cada año, y en cambio el poder adquisitivo de las familias va a la baja. Y durante la campaña electoral no dijeron que subirían impuestos. Nos han engañado. La gente está muy quemada y muchos prefieren no protestar porque no se pueden cambiar las cn en otro osas. Pero yo no lo creo, ¿qué tengo que hacer? ¿quedarme en casa enfadado? Pues no”. Con esta determinación, Ramon Vallès, piloto de profesión, organizó la protesta que congregó el pasado martes a centenares de ciudadanos en Igualada durante la celebración del pleno municipal que aprobó una subida general de impuestos.

Pero Igualada no es un caso aislado. La gran mayoría de ayuntamientos han aprobado, o lo harán en breve, unas ordenanzas fiscales que incluyen un incremento global de las tasas para intentar cuadrar las cuentas, justifican, en un momento de reducción de los ingresos (por el varapalo judicial al impuesto de plusvalía de las viviendas) y de aumento del gasto (por la inflación y la mejora de los salarios públicos).

Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), basuras, terrazas, grúa, zona azul… todo sube en mayor o menor grado en muchos municipios. Y ocurre justo después de las elecciones, para alejar lo más posible las polémicas decisiones de la citas con las urnas, aunque los municipios defienden que también necesitan recursos para iniciar los proyectos de cada gobierno local. Con todo, la medida no está teniendo una buena acogida en algunos municipios.

En Reus ya llevan dos protestas -el pasado viernes y el lunes- en contra del aumento de la presión fiscal aprobado por el gobierno local (PSC en pacto con ERC y PDeCAT): uunn 12,5% del IBI, un 40% los badenes o las terrazas, un 64% la grúa municipal, un 14% de la recogida de basuras y un 30% las basuras comerciales. Ello explica que las protestas -protagonizadas por centenares de personas- las impulsen el sector de la hostelería y los comercios. “Estamos preocupados y asustados. Ya hay muchas persianas bajadas y habrá más, porque los comerciantes no pueden asumir una subida de impuestos tan alta. Es que sube todo”, se queja Rosa Lucas, presidenta de la Unión de Comerciantes de Reus.

“Es una subida desmedida. Es normal que los ayuntamientos suban impuestos, pero no un 40% o un 60%, nuestro sueldo no sube tanto. Que apliquen la subida durante cuatro años. Han corrido mucho y no han valorado la situación de las familias”, lamenta Marcos Massó, presidente de la federación de las asociaciones de vecinos de Reus.

Igualada ha seguido la estela de Reus y el martes salieron a la calle centenares de personas, que se concentraron ante las puertas del Ayuntamiento (gobernado en minoría por Junts) y se vivió algún momento de tensión cuando un pequeño grupo logró acceder a la sala de plenos donde se estaban aprobando las ordenanzas. Las protestas e interrupciones de este grupo llevaron al alcalde Marc Castells a interrumpir la sesión durante una hora y las cuentas fueron aprobadas en un largo pleno que finalizó pasada la una de la madrugada. En concreto, se dio luz verde a una subida del 7% del IBI -menos del 11% previsto tras el acuerdo con el PSC- y de un 28% de las basuras, mientras que el resto de tasas aumenta de media un 9%. En cambio, congelan otras como las de vehículos y construcciones y el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

El Ayuntamiento justifica este aumento de la presión fiscal por la complicada situación económica que supone el descenso de ingresos por el recálculo a la baja del impuesto de plusvalía -cayó un 40% de recaudación, unos 900.000 euros- y por un aumento generalizado de los gastos: dos millones de euros más de los contratos en curso y 600.000 euros de la factura energética a causa de la inflación, un millón por la mejora de los salarios públicos, mientras que el coste de los préstamos se ha cuadruplicado por el aumento del Euríbor.

“Pagamos muchos impuestos y no es de recibo esta subida porque a la gente se le ha encarecido mucho la vida. Además, la gente está muy enfadada porque ellos [los concejales] se subieron el sueldo hace unos meses y a nosotros nos suben los impuestos”, critica Josep Marín, presidente de la asociación de vecinos del barrio de Montserrat.

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