Junts y PNV oficializan un frente común en el Congreso para contraatacar la alianza entre ERC y Bildu

El día que la formación vasca relega al lehendakari Urkullu, Jordi Turull y Andoni Ortuzar se reúnen en Bilbao para concretar estrategias electorales conjuntas

Andoni Ortuzar, Aitor Esteban, Míriam Nogueras y Jordi Turull, este viernes en Bilbao.LUIS TEJIDO (EFE)

La relación entre el Partido Nacionalista Vasco y Junts per Catalunya florece en pleno otoño. Los dos partidos escenificaron este viernes en Bilbao una alianza para articular un frente común de talante conservador en el Congreso de los Diputados, y mitigar la pinza con la que Esquerra Republicana y EH Bildu presionan al Gobierno desde el flanco izquierdo. La oficialización de la nueva sociedad JxCat-PNV implica echar sacos de tierra sobre la profunda grieta que mantenía distanciadas a ambas formaciones, desde que en los días más agitados del procés ...

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La relación entre el Partido Nacionalista Vasco y Junts per Catalunya florece en pleno otoño. Los dos partidos escenificaron este viernes en Bilbao una alianza para articular un frente común de talante conservador en el Congreso de los Diputados, y mitigar la pinza con la que Esquerra Republicana y EH Bildu presionan al Gobierno desde el flanco izquierdo. La oficialización de la nueva sociedad JxCat-PNV implica echar sacos de tierra sobre la profunda grieta que mantenía distanciadas a ambas formaciones, desde que en los días más agitados del procés Carles Puigdemont reprochó al lehendakari, Iñigo Urkullu, haber actuado con deslealtad hacia el independentismo catalán.

Este viernes en Bilbao, Jordi Turull, secretario general de Junts, y Andoni Ortuzar, presidente del PNV, se reunieron durante dos horas para constatar la “mutua voluntad de mirar a un futuro de colaboración”, según manifestaron desde ambos bandos. Los objetivos comunes consisten en reivindicar sus “respectivos proyectos nacionales”, mientras impulsan de manera coordinada “medidas legislativas, económicas y sociales que promuevan el bienestar de las ciudadanías de Euskadi y Cataluña”. La foto quedó eclipsada por el anuncio del PNV de apartar a Iñigo Urkullu de la carrera por la presidencia vasca.

Era la primera vez que Turull visitaba Sabin Etxea, la sede central del PNV en Bilbao, como secretario general de Junts. La reunión se celebraba pocos días después de que tanto PNV como Junts suscribieran con el PSOE acuerdos “de alto contenido político”, subraya la delegación vasca, que deben empezar a desarrollarse e implementarse en las próximas semanas. Tras intensas negociaciones para condicionar la reelección de Sánchez, ambas formaciones comparten la necesidad de marcar desde el inicio de la legislatura una senda de cumplimiento de los compromisos que Pedro Sánchez y su Gobierno han adquirido con Euskadi y Cataluña. “Para ello, EAJ-PNV y Junts trabajarán en las Cortes de forma coordinada para el cumplimiento de los objetivos compartidos”, coincidieron en informar.

La maniobra de JxCat y PNV se sustenta sobre una doble ambición. De una parte, se trata de maximizar las ganancias que les pueda propiciar dar apoyo al frágil Ejecutivo del PSOE y Sumar, a la vez que se erosiona a los respectivos rivales domésticos. Cada tanto que se anoten Míriam Nogueras y Aitor Esteban, portavoces de Junts y PNV en la Cámara baja, impacta negativamente en el marcador de ERC y EH Bildu. No es un efecto menor, toda vez que en el horizonte aparecen las elecciones vascas, entre marzo y junio del año que viene, y las catalanas, previstas para principios de 2025.

Esquerra y EH Bildu mantienen una buena sintonía desde hace tiempo, hasta el punto de llegar a pactar una lista conjunta para el Senado. En la campaña por el 23-J, Gabriel Rufián, acompañado de Oriol Junqueras, compartió mítines con Arnaldo Otegi. Republicanos y abertzales han apostado por una estrategia política pactista, y se han erigido en un socio fiable para el Gobierno, con quien comparten coincidencias progresistas. A su vez, Esquerra manda en solitario en la Generalitat y tiene siete escaños en el Congreso, los mismos que Junts. EH Bildu tiene seis diputados en la Cámara baja, uno más que el PNV, y la posibilidad de que asalte el Gobierno vasco ha dejado de ser remota.

Ante semejante escenario, la sensibilidad más tradicional que encarnan Junts y el PNV busca no quedar desplazada del tablero político. Ambas formaciones han tenido un papel clave en las negociaciones del PSOE para poder formar Gobierno. Pese a que cada parte puso sus propias peticiones sobre la mesa de Pedro Sánchez, Junts y el PNV tienen reivindicaciones comunes, como la reclamación del “reconocimiento nacional” del País Vasco y Cataluña, y la reforma del modelo de Estado. “La aritmética parlamentaria resultante de las elecciones generales del 23-J ha deparado que el voto de las diputadas y de los diputados de EAJ-PNV y de Junts sea necesario e imprescindible para la aprobación de leyes, presupuestos y todo tipo de iniciativas gubernamentales y parlamentarias”, afirmaron ambas formaciones, tras el encuentro de este viernes. Era la tercera reunión pública conocida del máximo representante del PNV con Turull, desde que se reactivaran las relaciones entre ambas formaciones políticas, tras el período de distanciamiento que provocó el procés y el referéndum del 1-O.

En 2020, Urkullu desveló en unas notas que el 9 de octubre de 2017 Puigdemont le reconoció no tener ninguna intención de proclamar la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) en el Parlament de Cataluña. La afirmación contrarió al expresident, que siempre ha defendido que lo que generó el 1-O no fue ningún farol.

El volantazo estratégico que ha dado el propio Carles Puigdemont al rumbo de Junts, rubricado con un pacto con el PSOE que él mismo anunciaba como impensable, ha facilitado la reconstrucción de las relaciones con el PNV. Puigdemont se reunió con Ortuzar el 15 de septiembre y el 25 de octubre en Waterloo y en Bruselas, respectivamente.

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