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Vídeo | La odisea en patera de un padre por salvar a su hija

Khalifa se subió a una patera para sacar a su hija de Argelia e intentar salvarla de una enfermedad incurable. Tras intentarlo todo, la niña ha fallecido en Sevilla

Kalifa sostiene en brazos a su hija Khadija, pocos días antes de morir, ante la atenta mirada de la madre de la menor.Foto: Luis Almodóvar | Vídeo: María Martín / Luis Almodóvar

Esta es la historia de un padre que hizo todo lo que estuvo en su mano para salvar a su hija. Khadija, de seis años, nació con una enfermedad genética sin cura. La dolencia de la pequeña, una enfermedad genética que afecta el sistema nervioso y las glándulas suprarrenales (adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X), era una incógnita para los médicos argelinos que no sabían cómo tratarla. A esta enfermedad se sumaba el síndrome de Turner, otro raro desorden genético.

Khalifa, el padre de la pequeña, comenzó su odisea llevándola a todos los hospitales hasta que, frustrado por la falta de tratamiento, decidió cruzar el Mediterráneo para tratar a su hija en Europa. Padre e hija no llegaron a subirse a una patera porque la policía los descubrió. La inmigración irregular es delito en Argelia: pasaron la noche en el calabozo.

En el vídeo que acompaña esta noticia, el hombre, de 40 años, cuenta cómo desechó la idea de subirse de nuevo a la patera e inició una campaña para llamar la atención sobre la situación de su hija. Se manifestó en diversas ocasiones frente a ministerios y autoridades a los que pedía respuestas y creó varios perfiles en redes sociales que alimentó con la trágica evolución de la niña. Khadija presentaba cada vez más síntomas, estaba muy delgada y perdió la vista.

Al final, padre e hija volvieron a lanzarse al mar. En esta ocasión sí se embarcaron y ambos llegaron a Almería el pasado 9 de abril. Desde entonces, los médicos ofrecieron un tratamiento paliativo a Khadija. Ante la gravedad del diagnóstico, el Gobierno español se movió con un gesto rápido y poco habitual. Concedió un permiso de residencia por razones humanitarias al padre y a la hija y dio visados a la madre y al hermano mayor, de apenas 10 años, que permanecían en Argelia. La familia acabó unida en un centro de acogida en Sevilla.

Las enfermedades de Khadija eran incurables, pero los cuidados paliativos son fundamentales en casos como estos. Médicos, trabajadores sociales y la familia llevaban meses preparándose para una despedida y la niña, finalmente, falleció la noche del miércoles 8 de noviembre. Rodeada, sin sufrir, según los médicos. El padre, que hizo lo imposible, cree que ha fracasado: “Hice todo lo que pude y no ha servido”.

Los médicos estudian ahora el caso del hermano de la pequeña para averiguar si él también es portador de la enfermedad.

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