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Nuevo motín vecinal contra los okupas en Portugalete

La Ertzaintza facilitó la salida de dos jóvenes ante el empuje de los vecinos que se disponían a desalojarlos

Pedro Gorospe

Otros dos okupas desalojados. Portugalete se está convirtiendo en un pueblo inexpugnable para quienes desde viviendas ajenas sobrepasan los límites de la convivencia. Dos varones que ocupaban un bajo en el barrio de Repelega de Portugalete (Bizkaia) se vieron forzados a abandonar el piso que ocupaban de forma irregular, durante la noche de este miércoles, después de que decenas de vecinos acudieran a sacarlos, indignados tras el robo con violencia que sufrió una mujer que vive en el barrio. Las redes sociales ardieron esa tarde, y la Ertzaintza tuvo que acudir al rescate de los ocupantes para protegerles y facilitarles una salida segura cuando los ánimos de los vecinos empezaban a estar muy caldeados.


“Los vecinos no están dispuestos a soportar ciertos comportamientos, y menos cuando ha habido situaciones de mal comportamiento de robos con violencia”, ha dicho este jueves el alcalde de Portugalete, el socialista, Mikel Torres. No es la primera vez que sucede en esa localidad. En octubre de 2019 centenares de vecinos lograron sacar a una familia con una larga trayectoria de ocupaciones, de una vivienda en la que vivía una mujer de 94 años que había ido a visitar unos días a su hermana. El caso de Victoria de Castro, —Vitori, para los vecinos— inauguró una determinada vía, extrajudicial, de acabar con ese problema.

Unas noches después y tres calles más abajo del número 66 del Grupo Progreso, en la parte alta de Portugalete (Bizkaia), donde vivía Victoria los vecinos volvieron a lanzarse a otros dos pisos de ocupas cuyos integrantes tenían un listado de pequeños delitos a sus espaldas. En uno de ellos no encontraron a nadie, pero en el segundo tuvo que actuar la Ertzaintza para impedir que se abalanzaran contra los ocupantes y se produjeran incidentes.

Este miércoles sucedió en la calle Federico Martínez, del barrio de Repelega, cerca de la vivienda ya desocupada de Vitori. Un amplio dispositivo de la Ertzaintza acudió al lugar a la vista de que la concentración de vecinos de la zona, que reclamaban la salida de los ocupas, crecía en número y en sonoridad. Fueron alertados por la policía local a la que le costaba contener a decenas de vecinos que protestaban por la presencia de los ocupas. Los vecinos se concentraron a través de las redes sociales. Los jóvenes y muchos de los vecinos comparten grupos en los que además de información municipal de todo tipo que se intercambian, se convocan ante este tipo de sucesos.

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El Departamento de Seguridad ha explicado que el malestar vecinal podía estar motivado por un robo con violencia a una mujer que había tenido lugar a las 11.00 horas de la mañana del miércoles en la misma calle donde se encuentra la vivienda ocupada. El presunto autor del delito, fue detenido, y “podría estar relacionado con la ocupación”, han explicado las fuentes. Los ocupas abandonaron la vivienda “por su propia voluntad” pero protegidos por un pasillo que habían formado los agentes de la Ertzaintza, alrededor de las 23.20 horas, tras lo cual la situación volvió a la normalidad y los vecinos abandonan el lugar. A otro de los ocupas le llevaron al hospital para tratarle de algunas lesiones, después de que la Ertzaintza notificara que había sido agredido a media tarde.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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