Así se logra que un museo tenga éxito

EL PAÍS y Acciona reúnen a los responsables de seis recintos de arte para analizar los retos a los que hacen frente en su día a día

Desde la izquierda, Concepción Choclán (Museo Íbero de Jaén), Beatriz Hernando,(Asociación de Museos del Vino de España), Manuel Fernández, (Acciona), Guillermo Altares (EL PAÍS), May Forcén, (Museo Goya), Iñaqui Carnicero (Ministerio de Vivienda) y Elvira Carrera (Museo del Automóvil y la Moda de Málaga).Andrea Comas

Los museos son mucho más que centros de cultura. Son lugares que articulan un territorio. Son sitios donde se investiga, donde se aumenta el conocimiento y se resguarda el patrimonio que da identidad a las comunidades. Más allá del entretenimiento, estos espacios impulsan la conciencia colectiva, revitalizan áreas urbanas y rurales, estimulan el diálogo cultural y refuerzan la economía local. Así, su éxito resulta de un esfuerzo compartido que depende de múltiples factores: desde el aprovechamiento de las nuevas tecnologías y la optimización de la gestión de visitas, hasta la constante innovación en su oferta y la colaboración con distintos agentes.

Estos espacios se encuentran en un momento de reinvención para responder a un visitante cada vez más exigente, que busca visitas únicas y significativas. Para Elvira Carrera, codirectora del Museo del Automóvil y la Moda de Málaga, la adaptación es el reto principal. “Nos enfrentamos a un público que no solo demanda conocimiento, sino una experiencia personalizada y memorable”, afirmó Carrera en un encuentro celebrado el pasado miércoles en Madrid y que ha sido organizado por este periódico en colaboración con Acciona. La experta hizo énfasis en la importancia de integrar nuevas tecnologías para captar audiencias jóvenes. La innovación, sin embargo, plantea un desafío económico, especialmente para museos privados. “Somos un museo pequeño y el principal obstáculo es financiero. Adaptarse significa altos costes”, reconoció.

Atraer a públicos diversos que tradicionalmente no visitan los museos y ofrecerles nuevas narrativas de igual forma es un reto constante. “Debemos innovar en los lenguajes y los canales de comunicación para captar el interés de una audiencia contemporánea”, explicó Manuel Fernández, director de operaciones de Acciona Living & Culture, quien destacó el papel de los museos como agentes de regeneración urbana y cohesión social. “Trabajamos para que estos espacios se conviertan en lugares de destino que transformen el entorno”, comentó Fernández, cuya empresa fue pionera en España en la gestión cultural, con proyectos emblemáticos como Dinópolis en Teruel y el Museo del Hip-Hop en el Bronx, Nueva York. “A través de la cultura, los museos pueden ser un puente entre la comunidad y el desarrollo urbano”.

Concepción Choclán Sabina, directora del Museo Íbero de Jaén, recordó que el nacimiento del proyecto en 2017 fue una respuesta a una demanda ciudadana por dar visibilidad a la cultura ibérica. “Durante años, esta etapa histórica fue una gran desconocida, hasta que en los años 80 comenzaron las investigaciones que sacaron a la luz nuestro legado ibérico”, comentó. El museo, de titularidad de la Junta de Andalucía, se centra en la cultura ibérica desde sus orígenes hasta la Segunda Guerra Púnica, destacando piezas arqueológicas de toda Andalucía. “Esperamos que este año pueda inaugurarse la exposición permanente. Será un impulso no solo para la ciudad, sino para toda la región, atrayendo visitantes a los yacimientos y dando vida al territorio”, añadió en el encuentro titulado El arte de especializarnos. Museos y colecciones temáticas.

Desde el norte de España, Beatriz Hernando, presidenta de la Asociación de Museos del Vino de España, subrayó la importancia de la tradición vitivinícola como eje cultural. “En Aranda, con sus bodegas subterráneas del siglo XIII, el vino es parte fundamental de la identidad local y cultural”, afirmó Hernando, quien ve en la asociación, que agrupa a 40 museos, una herramienta clave para difundir la diversidad de la cultura del vino en el país. “Desde los museos de la Ribera del Duero hasta los de Rioja o Cataluña, cada espacio aporta una perspectiva única de esta tradición”. Aunado a ello, indicó que el principal reto que tienen es llegar a visitantes cada vez más jóvenes, ya que el vino puede percibirse como un mundo lejano para este grupo. “Tenemos que adaptarnos a ese público, acercándoles el mundo de la cata a través de aplicaciones móviles y tecnologías innovadoras”, agregó.

May Forcén, directora del Museo Goya, sostuvo que la tecnología puede jugar un papel crucial en la experiencia de los visitantes jóvenes, pero no tiene que alejarlos de la experiencia que es visitar un sitio donde se conjugan una diversidad de sentidos. “Como historiadora del arte, siempre he sido partidaria de integrar la tecnología en las colecciones, pero siempre como un acompañamiento que ayudara a entender la obra, no como protagonista”, afirmó. En el caso del Museo Goya, las nuevas innovaciones facilitan la comprensión de los grabados y pinturas del maestro aragonés, especialmente para los estudiantes y adolescentes que, según ella, necesitaban esa interacción para llegar al cuadro y entender su contexto, por ejemplo. A pesar de ellos, Forcén defendió la importancia de mantener la esencia y la atmósfera del museo, en la que el silencio y la contemplación directa de la obra eran esenciales. “La tecnología podía, por ejemplo, mostrar cómo Goya representaba los desastres de la guerra en contraste con otros autores de la época, pero sin eclipsar el diálogo directo entre la obra y el visitante”, explicó.

En un enfoque similar, Iñaki Carnicero Alonso-Colmenares, secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, afirmó que las nuevas tecnologías han resuelto varios conflictos que enfrentaron en la Casa de la Arquitectura (un espacio dedicado a fomentar, mejorar el conocimiento de esta disciplina) desde el inicio del museo. “Ubicado en Madrid, el museo se asocia a instituciones como colegios y escuelas de arquitectura distribuidos por toda España, las cuales conservan archivos de gran valor que queríamos incorporar a nuestra colección”, explicó. Para ello, diseñaron una plataforma virtual que incluye mapas de geolocalización, permitiendo visibilizar arquitecturas dispersas por el territorio y conectar rápidamente con estas instituciones. Esta plataforma virtual busca evitar la relación estática que suelen tener las páginas web. “Incorporamos herramientas para que la gente investigue y establezca asociaciones, como una línea del tiempo que posiciona ejemplos de arquitectura visibles en la sede física, contextualizándolos en años específicos y comparándolos con otros personajes y momentos históricos, utilizando información de Wikipedia”, detalló.

Además, mencionó un proyecto ambicioso en el que están trabajando, una exposición sobre la influencia de la inteligencia artificial en la arquitectura, que esperan inaugurar el próximo año. “La inteligencia artificial va a cambiar radicalmente las escuelas de arquitectura y la forma en que se enseña esta disciplina. Queremos visibilizarlo, mostrando lo fácil que podría ser para un niño utilizar herramientas de IA para tomar decisiones y materializar su propio pensamiento en un edificio con una imagen hiperrealista”, concluyó.

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