Lo que no puede faltar en una campaña de ‘marketing’

La mercadotecnia, mayoritariamente digital, tiene en los datos su principal herramienta para desplegar sus planes y fidelizar a los compradores, pero debe contemplar aspectos como la personalización de los mensajes y la permanencia en la mente del consumidor

Al igual que la colocación de sensores en una tienda física permite conocer el comportamiento de los compradores y utilizar esa información para mejorar las ofertas o la disposición de los productos, los movimientos de los internautas en el comercio electrónico también quedan registrados en la red. “Hoy el marketing no contempla ninguna solución que no lleve detrás una tecnología. Tanto las empresas como los usuarios se han vuelto más digitales”, argumenta David Lastra, director de Marketing Tecnológico en la consultora de desarrollo de software Sngular, en el vídeo que abre este artículo.

Esa tecnificación mejora la eficiencia de todos los procesos de mercado de las compañías: optimiza campañas y capta y fideliza con mayor eficiencia al consumidor. Un viaje en el que la información es esencial. “Sin una cultura corporativa orientada al dato ni un equipo enfocado en analizar y entender al consumidor de una manera 360º no estamos haciendo nada”, reconoce Lastra. Para lograrlo, el departamento de marketing deberá prestar especial atención a varios factores.

La personalización ofrece una ventaja competitiva en un momento en el que el usuario, que está abrumado por la cantidad de mensajes que recibe al día, sienta que se le envía algo exclusivamente a él y justo en el momento en el que lo necesita. La automatización y la analítica son claves para gestionar el volumen de información que generan los canales y los sistemas publicitarios. Un trabajo que antes se hacía manualmente, explica Lastra, pero que ahora es imposible por la gran cantidad de datos que se manejan.

Esa información permite saber qué otras necesidades particulares tiene el comprador, para diseñar así productos y servicios específicos que, en vez de estar pensados para el público en general, se adapten a un grupo reducido de consumidores.

Y, por último, hay que permanecer en la cabeza del consumidor, una estrategia que se conoce como always on (siempre activo en español). “Hay maneras de refrescar los mensajes para que sepa que estamos ahí”, incide Lastra. Algo que se logra potenciando la omnicanalidad, que supone impactar al consumidor por todos los canales con los que cuente la compañía, tanto en línea como en los espacios físicos, también para atenderlo y resolver sus dudas.

En el vídeo que encabeza este artículo, elaborado por El Observatorio Vodafone de la Empresa, David Lastra profundiza en el uso de las herramientas del marketing tecnológico.

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