La fiebre de la inteligencia artificial conquista la Bolsa con Nvidia a la cabeza

Cuando los tres fundadores de Nvidia crearon la empresa en 1993, no sabían qué nombre ponerle y empezaron a llamarla NV, iniciales de next version, o próxima versión. Por eso, al buscar el nombre definitivo buscaron palabras que empezasen con las letras nv. Finalmente, del latín invidia (envidia) suprimieron la primera letra. La compañía es ahora la envidia del sector tecnológico. Es una de las ganadoras de la fiebre por la inteligencia artificial. Se ha disparado en Bolsa y llama a la puerta del club del billón de dólares.

Al tiempo, ha impulsado las cotizaciones de otras firmas del sector. Este viernes, la estrella ha sido Marvell Technology, otro fabricante de semiconductores de Silicon Valley, que se ha disparado un 32,4% tras anunciar que espera duplicar sus ingresos el año próximo por la inteligencia artificial. La empresa ya vale más de 56.000 millones de dólares. Qualcomm (+6,1%), Micron Technology (+6,2%), Intel (+5,8%), AMD (+5,5%) están entre las que se han contagiado de la euforia, que ha cruzado también el Pacífico e impulsado a firmas surcoreanas y taiwanesas como SK Hynix (+5,5%), Mediatek (+3,1%) y TMSC (+4,2%).

Nvidia presentó el miércoles unos buenos resultados del primer trimestre, pero sobre todo, unas previsiones para el segundo sorprendentes. “En los más de 15 años que llevamos haciendo este trabajo, nunca hemos visto una guía como la que Nvidia acaba de presentar con unas perspectivas para el segundo trimestre que, a todas luces, han sido astronómicas y que han fulminado las expectativas”, escribieron los analistas de Bernstein en un informe enviado a clientes.

Básicamente, la empresa dijo que esperaba unos ingresos de unos 11.000 millones de dólares (unos 10.300 millones de euros) en el segundo trimestre cuando lo que esperaba el mercado eran menos de 7.200. La inteligencia artificial es el motivo por el que las ventas se están disparando. Amazon Web Services, Google Cloud, Microsoft Azure y Oracle están entre las firmas que compiten por liderar la nueva tecnología, pero todas ellas recurren a Nvidia para sus centros de datos y procesadores.

El negocio de centros de datos creció un 14%, hasta unas ventas de 4.280 millones de dólares, impulsado precisamente por la demanda de sus potentes procesadores por parte de proveedores de servicios en la nube, así como de grandes empresas de Internet de consumo, que utilizan los chips de Nvidia para entrenar y desplegar aplicaciones de inteligencia artificial generativa como ChatGPT de OpenAI.

Tras publicar esas previsiones, las acciones de Nvidia se dispararon en Bolsa en torno a un 25% el jueves y se acercaron a ese listón del billón de dólares. Ya es la quinta empresa privada más valiosa del mundo, solo por detrás de Apple, Microsoft, Alphabet y Amazon, otras cuatro grandes tecnológicas, aunque mucho más conocidas para el gran público. El aumento de valor en un día fue de 183.800 millones de dólares, el tercero mayor en la historia de la Bolsa, solo por detrás de los 191.300 millones de Amazon del 4 de febrero de 2022 y de los 190.900 millones que se revalorizó Apple el 10 de noviembre de 2022.

Los procesadores de alta potencia que diseña y fabrica Nvidia se han ido sumando a diferentes negocios en auge. En sus 30 años de historia, Nvidia ha sido pionera en el procesamiento gráfico de ordenadores y consolas de videojuego. Para tener imágenes cada vez mejores, ha ido aumentando exponencialmente la potencia de sus procesadores, con capacidades para la robótica, la computación en la nube, la industria aeroespacial, la fabricación de armamento, el metaverso, las criptomonedas, la conducción autónoma, el reconocimiento de imágenes y, por supuesto, la inteligencia artificial.

Esta última quizá es la que más le beneficia. “No me atrevería a decir que ha ganado la carrera, pero ahora mismo la está ganando”, afirma Zeno Mercer, analista principal de ROBO Global, en una opinión recogida por Bloomberg.

Algunos analistas temen que se pueda producir una burbuja como la que afectó a los valores tecnológicos en el año 2000. La cuestión es si ños fuertes crecimientos en la demanda de microrocesadores son un fenómeno extraordinario y excepcional o algo sostenible. Dependiendo del escenario, las valoraciones serían unas u otras.

Huang, multimillonario

“La industria informática está atravesando dos transiciones simultáneas: la computación acelerada y la IA generativa”, señaló a los analistas el miércoles Jensen Huang, fundador y consejero delegado de Nvidia. “Estamos recibiendo pedidos increíbles para reequipar los centros de datos de todo el mundo”, añadió. Un billón de dólares de infraestructura instalada de centros de datos globales pasará de la computación de propósito general a la acelerada, a medida que las empresas se apresuran a aplicar herramientas de IA generativa como ChatGPT en diferentes productos, servicios y procesos de negocio. “El presupuesto de un centro de datos se desplazará con mucha fuerza hacia la computación acelerada”, añadió.

Jensen Huang, de 60 años, nacido en Taiwán y educado desde niño en Estados Unidos, es titulado por la Universidad Estatal de Oregón y por la Universidad de Stanford. Fundó la empresa con Chris Malachowsky y Curtis Priem, con la visión de llevar los gráficos 3D a los mercados de juegos y multimedia. La dirige desde entonces y se ha convertido en el jefe de una gran empresa con una trayectoria más larga de todo Silicon Valley. En 1999, Nvidia inventó la GPU, la unidad de procesamiento gráfico, que sentó las bases para un cambio profundo del sector.

Con la revalorización de Nvidia en Bolsa, la fortuna de Huang se ha disparado. Según el último informe anual de retribuciones, es titular de unos 87 millones de acciones de la empresa (un 3,5% del capital), valoradas en unos 34.000 millones de dólares. Es uno de los 40 hombres más ricos del mundo. Su paquete de retribución en acciones, y el del resto de empleados de la empresa, también se va a disparar. Según su último informe trimestral, la empresa tiene planes de incentivos por 40 millones de acciones, valoradas a precios actuales en más de 15.000 millones de dólares.

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