Tribuna:

Un hombre de acuerdos

La UIMP ha elegido bien. Incorpora a su claustro honorario a un hombre de saberes hondos, a un emprendedor consumado y a alguien que nunca ha dudado al entender el acuerdo como un bien social.

Revela lo primero un rostro tallado por ese gran escultor que es el tiempo: una mirada inteligente, la curtida tez de una vida vivida con intensidad, la ancha frente, el gesto elegante y generoso, incluso el estudiado descuido del cabello cano. Se dijo de Ramón Carande y es aplicable también a Pancho Pérez González: un discípulo de la vida y un maestro a quien nada le es ajeno. Su condición de em...

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La UIMP ha elegido bien. Incorpora a su claustro honorario a un hombre de saberes hondos, a un emprendedor consumado y a alguien que nunca ha dudado al entender el acuerdo como un bien social.

Revela lo primero un rostro tallado por ese gran escultor que es el tiempo: una mirada inteligente, la curtida tez de una vida vivida con intensidad, la ancha frente, el gesto elegante y generoso, incluso el estudiado descuido del cabello cano. Se dijo de Ramón Carande y es aplicable también a Pancho Pérez González: un discípulo de la vida y un maestro a quien nada le es ajeno. Su condición de emprendedor es conocida. Cuando nadie aún hablaba entre nosotros de internacionalización empresarial, él, junto a Jesús de Polanco, llevaba ya lustros enteros haciéndola, abriendo nuevos mercados al libro aquí editado y ensayando fórmulas imaginativas de expansión empresarial. Toda su peripecia profesional ha tenido esa impronta pionera: desde los difíciles comienzos en la sombría posguerra, y desde la dura brega de los años cincuenta y sesenta, hasta los holgados logros posteriores al compás del recobrado pulso de la España de la democracia.

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En fin, el rasgo de su personalidad y de su quehacer que más sobresale es una tenaz disposición como negociador, como hombre de acuerdos, como persona que transmite fiabilidad y que tiene autoridad para reclamarla al otro. El acuerdo como estrategia empresarial pero también como bien democrático.

Ha hecho bien, repito, la UIMP invistiéndolo como doctor por razón de honor. Durante mis 10 años de rector, ni un solo día me faltó su consejo sabio y su calidez amistosa. Un hombre entero.

José Luis García Delgado ha sido rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo entre 1995 y 2005.

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