Hipercrítico y compulsivo

Laurent Busine, comisario de la exposición, ha vivido codo con codo los tres últimos años del proceso creativo de Sicilia. Eso ha hecho su trabajo de montaje, explica, "mucho más natural" aunque el criterio final fue la "subjetividad total". Su labor diáfana y simétrica muestra la veintena de óleos sobre cera, las fotos en papel de seda y las series de insectos y manuscritos "agrupados en dudas y repeticiones, en jardines exteriores e interiores", e intenta "oponer lo individual a lo universal".Busine define a su amigo como "un artista hipercrítico, que no se conforma nunca. Acumula ideas, lec...

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Laurent Busine, comisario de la exposición, ha vivido codo con codo los tres últimos años del proceso creativo de Sicilia. Eso ha hecho su trabajo de montaje, explica, "mucho más natural" aunque el criterio final fue la "subjetividad total". Su labor diáfana y simétrica muestra la veintena de óleos sobre cera, las fotos en papel de seda y las series de insectos y manuscritos "agrupados en dudas y repeticiones, en jardines exteriores e interiores", e intenta "oponer lo individual a lo universal".Busine define a su amigo como "un artista hipercrítico, que no se conforma nunca. Acumula ideas, lecturas, conversaciones durante dos meses y luego se pone a pintar de manera compulsiva. No hace dibujos previos, pero cuando empieza a pintar no lo deja ni cuando cuelgas el cuadro. Su trabajo en la cera parece magia, no sólo por la generosidad que supone no usar el pincel sino por la inmensa dificultad que entraña".

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