El Barcelona no se rinde

Los azulgrana, desfigurados por la lesión de Pedri, se baten con coraje ante un Manchester United rematado por un excelente Rashford

Raphinha en una acción con Tyrell Malacia durante el partido entre el Bacelona y el Manchester United, en el Camp Nou este jueves.JOSEP LAGO (AFP)
Barcelona -

El líder de la Liga, campeón de la Supercopa y semifinalista de Copa se batió como un coloso en su regreso a Europa. A punto estuvo el Barça de ganar un partido que se negó a perder después de un rato solemne de Rashford. Los azulgrana jamás se rindieron, se corrigieron y acabaron por arramblar al pomposo United. La eliminatoria continúa abierta después de un intercambio de golpes que emocionó al Camp Nou. El ritmo europeo es más exigente que el español y el Barça compitió con ...

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El líder de la Liga, campeón de la Supercopa y semifinalista de Copa se batió como un coloso en su regreso a Europa. A punto estuvo el Barça de ganar un partido que se negó a perder después de un rato solemne de Rashford. Los azulgrana jamás se rindieron, se corrigieron y acabaron por arramblar al pomposo United. La eliminatoria continúa abierta después de un intercambio de golpes que emocionó al Camp Nou. El ritmo europeo es más exigente que el español y el Barça compitió con entereza después de perder juego por la lesión de Pedri.

A falta del tinerfeño, y también de Dembélé y Busquets, el Barcelona apeló al espíritu colectivo en un partido muy abierto, vibrante e igualado, de ida y vuelta, descontrolado por la falta de medios, intenso y con la carga ambiental única del Camp Nou. Aunque el reto es la Liga, nadie tuvo dudas de que el Barcelona peleará por quedar bien en la Liga Europa. No se sabe hasta dónde llegarán los azulgrana porque ahora dependen de futbolistas difíciles de clasificar como Raphinha. El Barça tiene a un rebelde y orgulloso como el brasileño y el United presume del rápido y hábil Rashford.

El partido se salió del guion marcado por el Barcelona desde la victoria contra el Madrid. Xavi movió sorprendentemente a su defensa, la línea más estable del equipo, y Ten Hag jugó con su delantera en un intento de tomar la iniciativa en el Camp Nou. Los cambios depararon un duelo imprevisible que penalizó al Barça: Araujo-Jadon Sancho. El uruguayo había sido desplazado al lateral derecho supuestamente para encimar a Rashford y el inglés había abandonado la banda para barrer el frente de ataque contra la inédita pareja de centrales formada por Koundé y Marcos Alonso.

No se aguardaban rotaciones en una cita tan exigente y, sin embargo, el técnico reservó a Christensen y Balde para dar entrada a Marcos Alonso y Alba. Los azulgrana se estiraron desde la banda izquierda y por contra perdieron consistencia y facilidad para salir con el balón desde el área de Ter Stegen. Las situaciones de riesgo se alternaban en las dos porterías en un partido dinámico y excitante para la hinchada del Camp Nou. De Gea, sin embargo, era menos requerido que Ter Stegen por las pérdidas reiteradas del Barça.

El portero azulgrana respondió de forma extraordinaria en dos jugadas de gol ante Weghorst y Rashford. Las llegadas del United eran más aseadas y francas que las del Barça. Los azulgrana no renunciaban en cualquier caso a enfilar a De Gea a partir de la presión, la recuperación y las entradas de Alba. Los ingleses pierden encanto cuando no tienen el balón y son vulnerables en la defensa del arco de De Gea. La intensidad azulgrana, sin embargo, era demasiado discontinua, poco fluida y la mecánica de juego se resintió más con la caída de Pedri.

A falta de finura, cada vez más desfigurado y reducido Lewandowski, obligado a jugar de espaldas a la portería de De Gea, el Barcelona apeló al coraje y al arrebato de Raphinha. Los tiros del brasileño son venenosos y sus centros desde el córner resultan muy golosos para centrales como Marcos Alonso, que cabeceó picado en el segundo palo, para sorprender a De Gea. A balón parado marcó el Barcelona y a la carrera respondió el indetectable Rashford. El delantero se metió por el lado derecho y chutó al palo del portero para anotar el 1-1.

Ter Setegen no había estado demasiado acertado por una vez ante el vertiginoso Rashford. Ningún azulgrana pudo detener al rápido y hábil delantero del United. Rashford asombró con un regate que dejó petrificado a Raphinha para poner la pelota que supuso el 1-2 después de ser empujada por Koundé y después se soltó del francés en una larga carrera que no acabó en penalti para suerte del Barça. Los ingleses reclamaron sin éxito la falta y el Barcelona recuperó el ánimo con los cambios de Xavi y la entrada de Christensen y Balde además de Ansu.

El partido enloqueció y, asombrosamente, el Barça no solo aguantó sino que alcanzó el empate con un centro de Raphinha que nadie acertó a rechazar ni Lewandowski a puntear; reclamó un penalti por manos de Fred; remató al palo en un rechazo de Casemiro y rozó la victoria con los disparos de Ansu. Nadie pidió más a un Barça diezmado y difícil de recomponer porque Gavi no jugará por sanción en Old Trafford. La vuelta se presenta todavía más difícil que la ida porque el United tiene pinta de muy buen equipo con Ten Hag. El Barça piensa más en ganar la Liga y resistir en Europa.

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