De Bruyne derriba el muro del Atlético

Foden revoluciona el duelo y conecta con el belga para desarticular el entramado defensivo del Cholo para alivio del City, que tuvo el balón pero escasas ocasiones

De Bruyne, en el momento de marcar el único tanto del partido.OLI SCARFF (AFP)

El primer acto del choque de estilos fue para Guardiola. Y eso que por poco no fue un combate nulo, unas tablas a nada. Más que nada porque el Atlético se negó a jugar y el City apenas pudo hacerlo, al menos en el último tercio del campo ante el overbooking de jugadores cerca del área de Oblak. Pero entró Foden para revolucionar el duelo y encontrar a De Bruyne, que tuvo su ocasión y no la falló -suma cinco goles en los últimos cinco partidos- para disgusto del Cholo, que ...

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El primer acto del choque de estilos fue para Guardiola. Y eso que por poco no fue un combate nulo, unas tablas a nada. Más que nada porque el Atlético se negó a jugar y el City apenas pudo hacerlo, al menos en el último tercio del campo ante el overbooking de jugadores cerca del área de Oblak. Pero entró Foden para revolucionar el duelo y encontrar a De Bruyne, que tuvo su ocasión y no la falló -suma cinco goles en los últimos cinco partidos- para disgusto del Cholo, que ya no podrá plantear el envite de vuelta a esperar como en el Etihad.

Con un apetito voraz del balón, el Manchester City argumentó que su fútbol pasa por tocar el esférico y repartírselo, por llevarlo de lado a lado hasta encontrar una fisura en la defensa rival. No fue sencillo porque el Atlético defendió en bloque y con todos en su campo, un muro rojiblanco que desactivó en gran medida al equipo citizen. Eso explica que no tuviera una sola ocasión clara en el primer tiempo, acaso tres disparos (Cancelo, Rodri y De Bruyne) que se estrellaron en la maraña de piernas rivales antes de enfocar la portería. No le fue mejor al Atlético, que no quiso salir con la pelota jugada desde atrás sino que se dedicó a lanzar balones largos que no eran un problema para el City, incapaz de articular una contra decente. Le quemaba el balón pero miraba al marcador, suficiente para correr más de lo que podía.

Sucedió que el City se estrelló con el planteamiento del 5-5-0 que planteó Simeone en el Etihad Stadium, quizá también porque le faltó ritmo en el pase y sobre todo amplitud y profundidad porque repetían el pase al pie y no al hueco. Algo que trató de corregir en el segundo tiempo, sobre todo porque De Bruyne y Mahrez recibieron en alguna ocasión entre las líneas. Y en una de esas, llegó una falta en la frontal que el propio De Bruyne lanzó para que Oblak se luciera con una estirada sensacional. También lo intentó Laporte a balón parado, después de rematar un saque de esquina que se marchó por bien poco. Pero no había tutía ni goles que celebrar, satisfecho el Atlético porque no dejaba jugar y frustrado el City porque no podía hacerlo. Hasta que Guardiola puso a Foden en el campo -también a Grealish y Gabriel Jesús en la misma tacada- y cambió el duelo. El inglés -el mayor talento de la cantera británica- recibió en campo contrario, giró y atendió a la ruptura de De Bruyne, que definió cruzado ante la salida de Oblak. Y tras otra jugada en la que descontó a dos rivales, volvió a encontrar al belga, que esta vez chutó al bulto, a las piernas rivales. No hubo mucho más, pero lo suficiente para que el City crea que su idea le da para ganar y que el Atlético deberá hacer algo más si quiere estar en las semifinales de la Champions.

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