Los coches de empresa son clave para el transporte verde: suponen seis de cada 10 matriculaciones y van a la zaga en electrificación

Un informe de la ONG Transport & Environment señala que se matriculan en Europa más vehículos corporativos que particulares. Con medidas fiscales para impulsar su descarbonización, se crearía un gran mercado de automóviles sin emisiones de segunda mano

Coches eléctricos de alquiler, este lunes en el aeropuerto de Bilbao.Fernando Domingo-Aldama

Seis de cada 10 matriculaciones en Europa son coches corporativos (leasing, renting, flotas de empresas, rent-a-car), pero las empresas no están liderando la electrificación con sus nuevos vehículos: solo el 14,1% de ellos fueron cero emisiones en 2023, frente al 15,6% de los particulares. Así se desprende de un informe de la ONG Transport & Environment (T&E) publicado este martes, que recalca que impulsar los eléctricos puros del canal empresa ...

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Seis de cada 10 matriculaciones en Europa son coches corporativos (leasing, renting, flotas de empresas, rent-a-car), pero las empresas no están liderando la electrificación con sus nuevos vehículos: solo el 14,1% de ellos fueron cero emisiones en 2023, frente al 15,6% de los particulares. Así se desprende de un informe de la ONG Transport & Environment (T&E) publicado este martes, que recalca que impulsar los eléctricos puros del canal empresa es clave para descarbonizar el transporte, ya que además son los vehículos que más kilómetros realizan y además se renuevan a menudo, por lo que ayudarían a crear un gran mercado de segunda mano. Hace tres semanas, las patronales de la automoción y entidades ambientales ya enviaron una carta conjunta al Gobierno para pedirle que reforme la fiscalidad de los coches cero emisiones para empresas.

El informe, basado en datos de la consultora Dataforce, señala que “los coches corporativos son fundamentales para acelerar la reducción de gases de efecto invernadero y liderar la transición hacia vehículos sin emisiones”, dado que, de media, se conducen el doble de kilómetros que los particulares. Además, su número no deja de crecer: si en 2015 los vehículos de empresas suponían el 50% de las nuevas matriculaciones en Europa, en 2023 ya llegaban al 60% de media. En España, la cifra es algo menor, aunque también son mayoría: 54% de compañías frente al 46% de particulares; se estima que el transporte por carretera causa alrededor del 27% de las emisiones de gases efecto invernadero en el país.

Sin embargo, las cifras de electrificación en este sector no acaban de despegar y llevan varios años a remolque de la de los ciudadanos. Así, el documento de T&E apunta que tan solo el 8,6% de los vehículos de empresa en Europa fueron cero emisiones en 2021, frente al 10,2% de los particulares; en 2022, la cifra subió al 10,8% en el primer caso y ascendió al 14,5% en el segundo; mientras que el año pasado llegó al 14,1% para unas y 15,6% para otras.

“La mayor parte de las matriculaciones se dan en el canal empresas, que además son las que tienen más músculo financiero para impulsar la transición hacia la movilidad sostenible y liderar el cambio”, resume Óscar Pulido, portavoz de T&E. “Sin embargo, las compañías no lo están haciendo como se esperaba. Y eso que si analizan el coste total de uso de los vehículos, cuántos kilómetros le vas a hacer y cuánto combustible consumen, los eléctricos salen mucho más rentables. Y tampoco tienen restricciones para entrar en las zonas de bajas emisiones, algo importante en las labores de reparto”, prosigue.

Coches eléctricos de alquiler, este lunes en el aeropuerto de Bilbao. Fernando Domingo-Aldama

Por eso, la entidad pide a la futura Comisión Europea que proponga cuanto antes un Reglamento de Flotas Corporativas “que establezca objetivos vinculantes de vehículos de cero emisiones (ZEV) para grandes flotas (a partir de 100 coches) y empresas de leasing (100% de nuevas matriculaciones para 2030)”. Esa norma debería incluir una cláusula de hecho en Europa para impulsar la fabricación en el continente.

Además, reclaman a los gobiernos de Los 27 que reformen la fiscalidad de los coches corporativos y aumenten la carga fiscal sobre los vehículos diésel, de gasolina e incluso de los híbridos enchufables. Esto “incrementaría aún más la diferencia total de impuestos entre los vehículos de combustibles fósiles y los vehículos de cero emisiones”, lo que “incentivaría la adopción de vehículos 100% eléctricos”.

España va muy rezagada en cuanto a la adopción de estos coches, que el año pasado supusieron tan solo el 5,4% del total (según la patronal automovilística Anfac), muy lejos de los países nórdicos (todos superan el 30% y Noruega llega al 82%) e incluso del vecino Portugal, que rebasó el 18%. Por esto, las asociaciones empresariales de la automoción y varias entidades ecologistas (T&E, Ecodes y Fundación Renovables) han enviado una carta al Ejecutivo para pedirle que cambie la fiscalidad de los coches cero emisiones para hacerlos más atractivos para las empresas, así como un Plan Nacional de Infraestructuras de Recarga. Todavía no han tenido respuesta.

Ecologistas y patronal, de la mano

Félix García, portavoz de Anfac, apunta: “Esa carta es una iniciativa pionera, porque por primera vez nos juntamos el sector de la automoción y los ecologistas, que parecíamos antagónicos, para trabajar a favor de la movilidad limpia”. Y añade: “Es muy importante impulsar la movilidad cero emisiones en las empresas, porque en el total de las ventas de turismos en España hay meses que copan el 60% de las ventas, así que es más de la mitad del mercado. Y, en general, no tienen incentivos a la compra de vehículos cero emisiones. Hay que implementar ya medidas, porque si no no vamos a cumplir las medidas del PNIEC elaborado por este Gobierno”.

Pulido, de T&E, tercia: “No hay que inventar la rueda, basta con ajustar y adoptar lo que ha funcionado en otros países, como algunas medidas de Portugal. Allí se favorece fiscalmente que la retribución en especie sea con un coche eléctrico, pero no si es contaminante; tienen deducciones en el impuesto de sociedades y en el de circulación, e incluyen ventajas para los vehículos de uso mixto (profesional y personal) solo cuando son eléctricos”. Arturo Pérez de Lucia, director general de Aedive —la patronal de la movilidad eléctrica—, completa: “Todas las innovaciones tecnológicas han tenido siempre su primer y principal desarrollo en el sector profesional, ya que dispone de más capacidad para asumir inversiones según el coste de uso, donde el eléctrico juega con ventaja por el precio de la recarga, más competitivo que el combustible, y por el menor mantenimiento”.

Desde la patronal de los fabricantes consideran que este tipo de medidas fiscales ayudarían a incrementar la oferta de vehículos eléctricos de segunda mano: “Las empresas rotan mucho más los vehículos de sus flotas, los renting suelen durar unos tres o cuatro años, con lo que después de ese periodo tendrías un vehículo cero emisiones de menos de cinco años a un precio más asequible. Y esto fomentaría la compra de vehículos eléctricos por parte de aquellos que tienen menos poder adquisitivo”, dice García. Pulido resume: “Si queremos electrificar el parque cuanto antes, hay que darle facilidades al canal empresa, porque eso ayudará a crear el ecosistema eléctrico. Cuantos más vehículos cero emisiones tengamos en la carretera, más fácil será impulsar la red de puntos de recarga, y más coches eléctricos baratos habrá en el mercado, que además serán ejemplo para otros conductores”.

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