_
_
_
_
_

La cadena de camareras Hooters vuelve a España

El restaurante tildado históricamente de sexista llegará a Barcelona pero asegura que se ha moderado

Camareras de Hooters. En el vídeo, campaña promocional del mundial de Sudáfrica 2010.
Jordi Pueyo Busquets

La cadena de comida rápida norteamericana Hooters, famosa por sus camareras exuberantes y acusada históricamente de sexista, aterrizará por segunda vez en España el próximo julio. Lo hará en el centro comercial Vilamarina de Viladecans (Barcelona). La firma tuvo un restaurante en Gran Canaria de 2007 a 2010 que acabó cerrando. Calificada desde su apertura, en 1983, como brestaurant (palabra que mezcla pecho y restaurante en inglés), Hooters asegura que desde 2011 tiene una nueva estrategia. El director general de expansión de la compañía en España y Portugal, Julio Arias, afirma que Hooters acepta ahora a mujeres con todo tipo de físicos.

Los puestos de trabajo masculinos están reservados para la cocina y organización

En los próximos siete años Hooters quiere abrir 15 locales en España. Más allá de la de Barcelona, dos de ellas estarán en Madrid y Sevilla. En Viladecans prevé crear 50 puestos de trabajo (el proceso de selección empezará en mayo) y 1.500 durante todo el plan de expansión teniendo en cuenta también el personal de administración. Todas las camareras serán chicas. Los puestos de trabajo masculinos están reservados para la cocina y organización.

La compañía dice que las camareras podrán escoger entre el uniforme más extremado —camiseta escotada, pantalón corto y unos leggins de color carne debajo— y un chándal. Arias detalla que ambos hábitos, que define como "deportivos", estarán disponibles en todas las tallas. Reitera que "serán bienvenidas todas las chicas" y que la compañía trabajará "en pleno cumplimento con la Ley española sin vulnerar los derechos de ninguna mujer porque estamos en contra de cualquier comentario o insinuación machista".  

El uniforme alternativo.
El uniforme alternativo.hooters

Abrumado por las numerosas críticas recibidas en las redes sociales en las últimas horas, Arias es contundente: "Si estuviéramos hablando de Hooters de los años 80 y 90, yo no trabajaría allí". Entonces la cadena alardeaba sin tabúes del prototipo de camarera explosiva. Según él, la gente que se ha mostrado en contra de la llegada de la cadena a España "no sabe realmente cómo funcionará" el restaurante. En este punto cuenta que desde la venta de la cadena por parte de Coby G. Brooks, hijo del fundador, al fondo H.I.G  Capital, ya no se puede hablar ni de "brestaurant" ni de "comida basura". También rechaza que contraten a chicas guapas y sin experiencia: "Contamos con un programa de seis semanas de formación".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En 2006 el acuerdo que firmaban las trabajadoras de Hooters planteaba un concepto distinto del que ahora promueve la compañía, con fragmentos de ese tipo: "El concepto de Hooters se basa en el atractivo femenino y el ambiente de trabajo es uno en el que las bromas y las conversaciones entretenidas son lo común".

En Europa, Hooters está presente en Europa en Reino Unido, Alemania, Suiza, Austria, Hungría, República Checa y Rusia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jordi Pueyo Busquets
Es periodista en la redacción de Cataluña y escribe sobre economía, innovación y tecnología. Antes de llegar a EL PAÍS, pasó por ACN, TV3, 324.cat, Bloomberg TV y Cadena Ser. Ha dado clases de redacción en inglés en la UPF y de redes sociales en la UOC. Es licenciado en Periodismo, Ingeniería Informática y máster en Innovación y Calidad Televisivas

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_