El fallido premio Nadal de Manuel Vilas, la novela póstuma de Begoña Huertas y otros libros de la semana

La tentación de recrear un pasado ficticio y sin comienzos. En eso se basa Las tempestálidas, el libro del búlgaro Gueorgui Gospodínov, que narra cómo la creación de unas clínicas para producir pasado que, a modo de “refugio”, palían los efectos del alzhéi­mer y la demencia senil, da paso a un mundo en el que los países son los que, en su condición de pacientes de la historia, quieran volver a recrear los que supuestamente han sido sus mejores momentos.

En otro libro reseñado, Irene, viuda, ...

La tentación de recrear un pasado ficticio y sin comienzos. En eso se basa Las tempestálidas, el libro del búlgaro Gueorgui Gospodínov, que narra cómo la creación de unas clínicas para producir pasado que, a modo de “refugio”, palían los efectos del alzhéi­mer y la demencia senil, da paso a un mundo en el que los países son los que, en su condición de pacientes de la historia, quieran volver a recrear los que supuestamente han sido sus mejores momentos.

En otro libro reseñado, Irene, viuda, es un ángel de amor. Y se expresa mediante el pintoresco ritual de acostarse con desconocidos para alcanzar, en el instante del orgasmo, la visión celestial de Marce, su difunto marido. El último libro de Manuel Vilas, Nosotros, arranca como una novela perfecta para ensalzar el amor inmaculado y eterno, pero acaba cuestionándolo.

Otro título destacado es El sótano, la novela póstuma de la escritora asturiana Begoña Huertas, fallecida en noviembre pasado. Se trata de un hermoso ejercicio de sacar fuerzas y ánimos de donde ya no se tienen, y en el que habla de su enfermedad, de su cuerpo, y si tiene sentido “dedicar esfuerzos a escribir una novela de trama médica, sórdida y criminal”.

Además, los críticos de Babelia han reseñado los poemarios Deseo de ser árbol, de Ángelo Néstore, y Corpórea. Poesía 2010-2022, de Marta Sanz; la ficción que pasó por una realidad que cuenta Marbot. Una biografía, de Wolfgang Hildesheimer; el ensayo Un Occidente secuestrado, de Milan Kundera; y Cuaderno de ideas, de H. P. Lovecraft, un libro con los breves apuntes, dibujos e ideas que sirvieron al escritor estadounidense para desarrollar sus ficciones.

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