Una decisión necesaria pero no suficiente
David Bravo, abogado especializado en propiedad intelectual y promotor del Copyleft.
Un sistema de protección contra la copia que, a la par que resulta ineficaz para el cumplimiento de ese fin, penaliza a los clientes decidiendo en qué condiciones acceden al disco que han comprado, en qué reproductor lo ejecutarán y si podrán o no copiarlo como les permite la ley, está lejos de suponer la tabla de salvación de las compañías discográficas.
Que molestar a tus clientes no ha sido nunca la mejor estrategia comercial, es lo que no entiende una industria tambaleante que parece empeñada en autoinfligirse el golpe de gracia. Según Musicload, el 75% de las llamadas que recibe su servicio técnico están relacionadas con los problemas que a sus clientes les causa el DRM. Paradójicamente, los usuarios, frustrados por las limitaciones de uso que tienen las obras por las que han pagado, encuentran más riesgos en comprar música que en descargarla gratis. Las discográficas, últimamente expertas en malas decisiones, han apostado por un sistema anticopia tan restrictivo que disuade de la compra de originales y promociona la copia.
Frente a las protestas de sus clientes, la industria se ha justificado apelando a la crisis del sector y a la filosofía del sálvese quien pueda. Sydney Borja, director de Gestión de Contenidos Audiovisuales de la SDAE apoya el DRM porque para un autor "una obra es como un hijo y el DRM permite verlo en la Red bajo determinadas normas".
La música, que es considerada un hijo cuando se trata de justificar su sobreprotección y una mercancía más cuando toca defender su alto precio, no parece haber encontrado en el DRM su agente comercial más apropiado. El hecho de que Apple empiece a vender música de EMI sin DRM no es una graciosa concesión al consumidor sino una lógica decisión tomada desde un punto de vista estrictamente mercantil. El DRM no sólo no ha conseguido impedir el flujo no autorizado de las obras por Internet, sino que más bien se ha revelado como una cortapisa más para la venta de música online. Según el 62% de los directivos del sector musical encuestados por Jupiter Research, abandonar el DRM potenciaría las ventas de música online. Por otro lado, tal y como informa Cinco Días, las acciones de Amazon han subido en el último mes un 60% gracias a, entre otros factores, "la venta de música sin sistemas anticopia".
Eric Nicoli, de EMI Group ha presentado la decisión de su compañía de vender música sin DRM como "un formidable hito para la música digital", asegurando que "a los consumidores les encantará oír las canciones iTunes Plus de mayor calidad de sus artistas EMI favoritos, sin restricciones de uso". Curiosa estrategia la de restringir los usos que tus clientes pueden hacer por ley con la música que adquieren para después presentar la corrección de tu propio error comercial como un hito en la historia de la música que, por supuesto, justifica que aumentes en 0'30 dólares el precio por cada canción.
La decisión de EMI es necesaria pero no suficiente. Las redes P2P siguen siendo una competencia difícil de afrontar. Independientemente de lo que a cada uno le pueda parecer el intercambio gratuito de música a través de Internet, lo que parece claro es que ni el DRM ni las demandas de la industria han podido con él. La continua sofisticación de los programas P2P y el paulatino aumento de la velocidad de las conexiones a Internet hacen que las quejas de la industria por la copia no autorizada sean tan constantes como inútiles.
En el ámbito audiovisual, algunas empresas como Disney/ABC, conscientes de que no pueden parar el intercambio gratuito de sus series estrella, han decidido ponerlas ellas mismas de forma gratuita en Internet consiguiendo ingresos a través de la publicidad.
La consultora Forrester Research asegura que el futuro de los servicios de vídeo de pago está en ofrecer esos mismos contenidos pero gratis y financiados a través de la publicidad. Según Forrester, este año 2007 será el último que siga una línea ascendente en la venta online de películas y programas de televisión. Mientras nuestra Ministra de Cultura ha hecho de la frase "la cultura no puede ser gratis" su eslogan particular, James McQuivey, analista de Forrester, ha concluido, que "lo gratis va a vencer". Teniendo en cuenta el uso masivo de las redes P2P en todo el mundo, la pregunta que cabe hacerse es ¿acaso no lo ha hecho ya?
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