Hallados cientos de cadáveres descompuestos en un hospital de Trípoli
Más de 200 muertos tras unos enfrentamientos entre gadafistas y rebeldes.- La ONU hace un llamamiento contra los "actos de venganza"
Se suceden los episodios de venganza en Libia. Más de 200 cadáveres han sido hallados en un hospital de la capital libia, Trípoli. Un corresponsal de la cadena británica BBC ha visto cadáveres de hombres, mujeres y niños en las camas y los pasillos del centro sanitario Abu Salim. Médicos y enfermeras huyeron cuando en las cercanías a las instalaciones comenzaron los enfrentamientos entre los sublevados y los leales al dictador, Muamar el Gadafi. Algunos tripolitanos acusaron a los gadafistas realizar una matanza en el hospital, pero aún no queda claro cómo fallecieron las víctimas.
Los crímenes de guerra ocurren en ambos bandos. Decenas de cuerpos han sido descubiertos Trípoli con signos de haber sido ejecutados tanto por rebeldes como por leales a Gadafi, según informa Reuters.
Al menos 30 cuerpos pertenecientes a soldados leales a Gadafi han aparecido acribillados en un campamento militar de Trípoli. Dos de ellos estaban maniatados y otro incluso yacía en una camilla de ambulancia provisto de un gotero intravenoso. En la fortaleza del propio dictador, un auxiliar médico de un hospital de Trípoli aseguró haber visto 17 cadáveres pertenecientes a civiles ajusticiados por fuerzas del gobierno. Según el auxiliar, las heridas que presentaban los cuerpos no eran heridas de guerra.
Las denuncias de asesinatos y represalias contra los civiles y los militares leales a Gadafi han provocado el rechazo del Consejo Nacional de Transición (Gobierno de los sublevados). Su jefe, Mustafá Abdel Yalil, amenazó incluso con dimitir por "los actos de venganza" que cometen sus combatientes. "Me congratulo de la acción de los mandos revolucionarios, confío en su palabra, pero determinadas acciones de algunos de sus hombres me inquietan", declaró Yalil el pasado lunes. "Esta podría ser la razón o la causa de mi dimisión".
La comunidad internacional tampoco ha tardado en reaccionar. El portavoz de la Oficina de de la Alta Comisaría de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, ha pedido hoy a todas las instancias "con autoridad en Libia, incluidos los mandos militares sobre el terreno, a dar pasos activos para garantizar que no se cometan crímenes o actos de venganza".
Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), por su parte, han publicado sendos comunicados en los que instan a los insurgentes, a las fuerzas gubernamentales y a la OTAN a que hagan todo lo posible para proteger al sector más vulnerable de la población libia, y en los que se solicita especialmente a las fuerzas rebeldes que contengan su ánimo de venganza con los militares capturados.
Amnistía argumenta su petición en los numerosos testimonios de "supervivientes de abusos" que ha recogido tanto del lado rebelde como de los soldados del coronel Muamar el Gadafi capturados en la ciudad de Al Zawiya y sus alrededores. Además, Amnistía Internacional asegura que tiene en su poder pruebas de que las fuerzas del líder libio han matado esta semana a numerosos prisioneros rebeldes que se encontraban detenidos en dos campamentos militares de Trípoli.
Testigos entrevistados por la ONG aseguran que las fuerzas leales al coronel emplearon, entre el 23 y 24 de agosto, granadas de mano y armas de fuego para acabar con la vida de "decenas" de prisioneros en uno de los campamentos, mientras en el otro un grupo de guardias ejecutaron directamente a cinco detenidos que se encontraban en régimen de aislamiento.
A la luz de estas evidencias, Amnistía insta a los leales a Gadafi a que "detengan inmediatamente los asesinatos de los prisioneros" y pide a ambas partes que "prometan que los presos bajo su custodia no sufran daño alguno". La ONG denuncia la "flagrante" falta de respeto de las fuerzas de Gadafi por la vida humana y el derecho internacional con un comportamiento merecedor de la categoría de crimen de guerra.
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